Por Alonso Mancilla
Ya se ha escrito mucho sobre el evento más importante de cada 4 años, sí, e igual que esperamos un cambio de aires en cada contienda electoral, la copa del mundo celebrada en Qatar no podía ser ajena a las tensiones que rodean cada campaña escoltada por el marketing, condicionamientos económicos, negocios y un gran acaparamiento de poder político, a costa de muchas vidas perdidas por hacer realidad esta obra monumental, la gran justa mundialista del balompié.
De esa manera, este manuscrito es uno más de estos intentos intelectualoides de analizar las diferentes relaciones de poder que se suscitan en torno al pateo de la pelota. Por consiguiente, quiero hacer énfasis en que no hablaré de lo ya dicho y escrito en todos los países y en todos los idiomas ―como si hubiese leído todo―, o sea, el mérito deportivo de Argentina por ganar la final del mundial; que si la copa fue un regalo de justicia para el pueblo Messico; o de los intereses que recorren, ya sean ilegales o no, al campeonato en turno.
Así pues, este texto hablará ―y en pocas líneas― de la insoportable levedad Leer más