Una mirada al papel de la mujer latinoamericana en el punk

Por Rogelio Dueñas

Hablar de la escena punk subterránea latinoamericana es zambullirse en un vasto universo donde, muchas de las veces, la ruptura y radicalidad quedan inmovilizadas en algún panfleto hecho canción, sin llegar a encarnar un espacio real de organización y lucha. Es asomarse a una escena que a pesar de pendular entre banderas libertarias y discursos de igualdad, sigue siendo nido de masculinidades empecinadas en reducir a un plano secundario y de subordinación a las mujeres que se adentran en las aguas de este mundo alternativo. Así, regidos por lo que parece ser un pacto tácito, muchos de los hombres que aquí se conglomeran sabotean la rábida creatividad de las mujeres punks al limitar su presencia dentro de los espacios destinados para la difusión de las producciones culturales nacidas dentro de la escena, pretendiendo de esta manera que sean las voces masculinas las únicas que cobren eco mientras las mujeres desempeñan un papel mucho menos activo y mantienen en silencio sus interpretaciones de la realidad. Por fortuna, la historia demuestra que poco han valido sus esfuerzos, pues al indagar en los archivos del punk latinoamericano nos encontramos con varios casos en los que la mujer fue protagonista de momentos clave para la construcción y consolidación de dicha escena.

La Zappa, Virginidad Sacudida y SS-20

Casi una década antes de que surgiera el movimiento riot grrrl, en la escena latinoamericana ya se gestaban bandas lideradas e incluso conformadas en su totalidad por mujeres, quienes buscaban abrirse paso en una escena cada vez más misógina y hacerle frente a  una sociedad criminalmente machista. Tal es el caso de Virginidad Sacudida, banda mexicana conformada por tres mujeres y nacida a mediados de los 80’s en la Ciudad de México, siendo liderada por su vocalista Patricia Moreno, mejor conocida como “La Zappa”; quien decidió plantarle cara a los rancios preceptos de la moral hegemónica con organización y furiosas letras cargadas de inconformidad hacia un sistema patriarcal que busca hacer de las mujeres un producto más para consumo masculino:

Pinche virginidad,/ virginidad sacudida/ ¡tú estás podrida!/ Movimientos bruscos,/ virginidad sacudida/¡Sin valor!/¡Sin valor!/ A tu edad la tienes,/ otras ya la pierden,/ ¿para qué presumes,/ si de nada sirve?/ ¡Virginidad sacudida!/ ¡Tú estás podrida!/ ¡Virginidad sacudida!/ ¡Tú estás podrida!/ Te califican sexualmente./ ¡Escúpelos/ y exige que te cataloguen mentalmente!/ ¡Virginidad sacudida!

Asimismo, La Zappa formó una organización denominada C.H.A.P.S. (Chavas Activas Punk’s) enfocada en la reflexión y acción política femenina dentro del punk, en donde varias adolescentes de la Ciudad de México y zonas aledañas se reunían para trabajar en torno a la elaboración y publicación de un fanzine en el que abordaban diversos  temas relacionados con la subjetividad femenina y la conquista de derechos para las mujeres. De igual forma, las C.H.A.P.S. organizaban conciertos de punk en diversos locales de la Ciudad de México, a la vez que hacían circular su fanzine en el Tianguis Cultural del Chopo. Toda esta organización les valió ser objeto de recriminaciones y burlas por parte de miembros de otros colectivos punks (conformados en su mayoría por hombres), quienes las acusaban de querer polarizar esta incipiente escena con sus ideas feministas; tal y como lo declarara La Zappa durante una entrevista realizada en 1988 por la Dra. Maritza Urteaga[1]:

Zappa: Ayer salió en la plática del CCRFP [Colectivo Cambio Radical Fuerza Positiva] el que nosotras los marginábamos. Luego saltaron bromas sobre nuestra organización y nos dijeron que éramos anti-hombres, que por qué nos organizábamos aparte. Nosotras les dijimos que los problemas como mujeres son diferentes a los problemas de los chavos, ¿no? Que nosotras tratábamos de darnos una explicación sobre rollos de tal naturaleza: el embarazo, de desarrollo mental y físico de la mujer y que todo eso no tendría por qué interesarles a ellos o sí interesarles, pero, primero los debemos platicar entre nosotras, no es un rollo de querer que ellos no escuchen, pero es que siempre entre chavas, entre nosotras hay más… O el rollo del aborto, ellos no pueden salir embarazados y menos abortar y nos organizamos porque vimos que casi no había comunicación.

Lo anterior deja una vez más de manifiesto cómo el sexismo y la misoginia han acompañado al punk subterráneo desde su nacimiento. No obstante, La Zappa continuó con sus proyectos artísticos y de concientización. Dio fin a Virginidad Sacudida para iniciar como vocalista con SS-20 (Secta Suicida Siglo 20), con quienes logró grabar un longplay homónimo en formato vinil, mismo que hoy en día es considerado un disco de culto y que ha sido reeditado en un par de ocasiones, una de ellas en formato CD. Su intensa actividad junto a SS-20 se prolongaría durante algunos años más, mientras continuaba participando en la organización de talleres de sexualidad junto con otras mujeres, así como en diversas actividades artísticas en pro de los derechos de la mujer. Cabe destacar que La Zappa ha participado en más de una ocasión en distintos proyectos de cine documental, entre los que destacan ¿Cómo ves?, Ciudad Adicta, La década podrida, Gritos Poéticos de la Urbe y Las chavas: El primer aullido.

Hoy en día, La Zappa reside en la aguerrida colonia San Felipe de Jesús, al norte de la Ciudad de México. Es vocalista del grupo Convulciones y se gana la vida mediante la confección de ropa alternativa, pues ella misma ha declarado haber encontrado en la autogestión una alternativa al trabajo asalariado[2]. Su activismo y presencia dentro la escena punk mexicana de los años 80’s fue fundamental para que las generaciones venideras de mujeres encontraran una escena sin tantos prejuicios, con mucha más apertura hacia el trabajo musical de las mujeres.       

María T-Ta, Empujón Brutal y La Concha Acústica

Mientras La Zappa incordiaba y reventaba los tímpanos de los punks falócratas chilangos, a finales de 1986 en Lima, Perú, nacía Empujón Brutal; banda que tenía como vocalista a Patricia Roncal, conocida en el mundo del punk limeño como María T-Ta. Así, en medio de un clima de terror instaurado por el gobierno de Alan García y la guerrilla fundamentalista Sendero Luminoso, la escena punk peruana cobraba fuerza y atestiguaba el nacimiento de una mujer legendaria que, al igual que La Zappa, combinaba su trabajo musical con la publicación de fanzines; naciendo así Punto de Placer, una publicación dirigida por María y que se volvería elemental para conocer la ruta de la denominada movida subterránea limeña. Su formación teatral y dancística la llevaron a realizar presentaciones en las que el histrionismo jugaba un papel vertebral, pues como la misma María llegó a comentar en una entrevista, los temas eran interpretados por personajes femeninos caricaturizados que expresaban las situaciones por las que atraviesan las mujeres. Sin embargo, esto no fue del todo comprendido dentro de la escena, lo que causó malestar y ocasionó que en más de una ocasión la ridiculizaran gritándole poser durante sus presentaciones. A pesar de ello, María T-Ta cobró mucha notoriedad. Sin embargo, el hecho de que una chica se apropiara de un espacio dentro del movimiento, así como de los escenarios para lanzar canciones contra el conservadurismo social no dejaba de causar escozor entre los punks, pues todo parece indicar que eso era “trabajo de hombres”.

Así pues, las letras escritas por María T-Ta representaron una clara afrenta contra el patriarcado, sin importar de donde viniera. Aquí un fragmento de El amor es gratis, en donde podemos apreciar una clara crítica hacia el modelo tradicional de familia latinoamericana:

Y me dice mi mamá, “no te quites el disfraz, ya verás que al matrimonio llegarás, y por la Avenida Arequipa no andarás”. Y me dice mi papá, “a tu cama sola y temprano regresarás, y a la calle sin tu hermano no saldrás”. Me comenta mi abuelita, “en los tiempos de Pepita, así no eran las putitas”. Ya las primas y las tías, chismoseando a las vecinas se preguntan todo el día, “¿en qué andará metida?” Y mis amigas me marginan, con sus celos y su envidia, ni siquiera se imaginan qué es tener vagina. En cuclillas y a escondidas, para gozar de la vida con mi costillo, confundida ya nos duelen las rodillas.

La persecución por parte del Estado peruano hacia Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru se intensificaba, lo que llevó a las fuerzas policiales a organizar redadas en los conciertos de música punk, pues habían determinado que las guerrillas utilizaban esta escena para reclutar militantes. Al respecto, el antropólogo Shane Greene escribe lo siguiente:

A fines de los ochenta, la escena punk, originalmente un espacio underground para la expresión de la rebelión juvenil de la clase media de Lima, también se convirtió en un espacio altamente cargado que reflejaba directamente las ideologías políticas en disputa que circulaban en todo el país. Sendero y el MRTA vieron en la escena punk un lugar fértil para distribuir propaganda política y reclutar a posibles militantes. De hecho, para los noventa, docenas de punks peruanos terminaron muertos, desaparecidos, encarcelados o buscando refugio en el extranjero por miedo a la persecución política.[3]

Así, en 1986, María T-Ta fue secuestrada por las fuerzas antiterroristas peruanas acusada de tener nexos con la guerrilla y llevada a las instalaciones de la DIRCOTE (Dirección Contra el Terrorismo) para luego ser torturada. Esta experiencia la dejó plasmada en el segundo número de Punto de placer. Al respecto, María T-Ta llegó a comentar lo siguiente en una entrevista realizada por el periodista Álamo Pérez Luna y que luego fuera integrada en 1996 para el programa de televisión La Revista Dominical:

Yo he tenido la oportunidad, la feliz oportunidad de estar presa pues…Y me acuerdo, pues, que atentaron, pues, contra mis derechos como persona, ¿no? Claro, sin dejarme marcas. Estuve en una pequeña tortura de cinco horas. Me vendaban, me asfixiaban, me metieron la cabeza al water, me empujaban, me mareaban. Todo. Y me decían palabras gruesas así como ‘¡puta!’ Y un montón de vainas. Pero adentro de mí yo me reía, porque esa agresión está en todas partes. En los mismos conciertos tus mismos patas [amigos] te dicen todo eso, ¿no? 

Continuando con su lucha contra las normas de género impuestas, María T-Ta formó a finales de 1987 un proyecto musical integrado exclusivamente por mujeres al que llamó La Concha Acústica, el cual fue recibido dentro de la escena con agresiones físicas y verbales, tal y como lo dejó de manifiesto en una entrevista la investigadora Fabiola Bazo:

La recepción [de la banda] fue terrible. Las agredieron físicamente, las insultaron. Y qué insultos, ¿no? Puta, perra, pacharaca. Eran insultos que tienen una connotación de género, que solo se los puedes dar a una mujer. O si se los das a un hombre es  para feminizarlos, para devaluarlos.[4]

Para el año siguiente, La Concha Acústica desapareció, y sólo un año más tarde, María T-Ta también lo haría, pues decidió cortar con la escena subte al emprender un viaje a Alemania, donde permanecería hasta su muerte en 2012.

Así, es inútil e insultante seguir pensando en masculino al hablar de punk latinoamericano. Las mujeres mucho han trabajado en esta escena como para que se les niegue su lugar en la historia. Como hemos visto, incluso les ha costado sangre.

La mujer punk en la actualidad: El caso de Áspides y La obra del capitalismo.

Los cambios que se generaron en la escena punk, gracias a los esfuerzos que las mujeres de la vieja escuela emprendieron con el fin de generar espacios en los que pudiera discurrir con mayor seguridad, son innegables. No obstante, la violencia de género sigue siendo un fenómeno constante en la escena punk latinoamericana actual; y su erradicación forma parte de la agenda política de las mujeres que en esta escena cada vez cobran más fuerza. Y la evidencia la tenemos con Áspides, una agrupación anarcopunk (conformada mayormente por mujeres) oriunda de Santiasco de Chile, que con su álbum titulado La obra del capitalismo nos recuerdan que el enemigo a vencer sigue siendo la dupla capitalismo/patriarcado. Así, en este material integrado por nueve potentes tracks que hacen honor al viejo adagio de play fast or die, abordan temáticas de suma vigencia y relevancia: la mujer como objeto en la sociedad de consumo, la destrucción de los ecosistemas como consecuencia de la rapacidad empresarial, los estereotipos de género y la zombificación de la sociedad a causa de las redes sociales; cerrando con un tema titulado Kurdistán, dedicado a las mujeres que conforman las Unidades de Protección Popular que luchan contra el Estado Islámico.

En definitiva, considero que estamos ante un trabajo que vale la pena ser difundido y escuchado a todo volumen, hasta que se nos desprendan los prejuicios y los falsos valores que aún nos unen a la moral burguesa. Sin duda, pretender que la mujer dentro del punk se limite a figurar como groupie o simple espectadora es una insensatez. Y aquellos que estamos relacionados de alguna manera con esta escena tenemos la responsabilidad de frenar y evidenciar cualquier atisbo de sometimiento hacia las mujeres. Hay mucho trabajo por hacer. Y podríamos comenzar por hacer eco de la rabia femenina. 

 

[1] Urteaga, Maritza (1996). Chavas activas punks: la virginidad sacudida en Estudios Sociológicos del Colegio de México, Vol. XIV, núm. 40, p. 112

[2] Suárez, Eduardo (2018). Zappa Punk, pionera del punk en México. En Revista Corónica. Recuperado desde https://www.revistacoronica.com/2018/01/zappa-punk-pionera-del-punk-en-mexico.html 

 

[3] Greene, Shane (2012). Hay chicas a las que les gusta tirar: los límites del feminismo punk en el Perú de los ochenta en Revista Tabula Rasa, p. 70           

[4] Rodríguez, Luis (2020). Una transgresión llamada María T-Ta en Garaje del Rock. Recuperado desde https://garajedelrock.com/articulos/una-transgresion-llamada-maria-t-ta/

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