Oralidad y escritura

Por Karen valiente[1]

 

Para abordar el tema de la oralidad y la escritura, considero necesario mencionar algunas comparaciones que Cassany hace en su libro Describir el Escribir. Para empezar, Cassany expone la complejidad que tiene adquirir la oralidad, así como la escritura, pues cada una esconde un código que vamos descifrando y mejorando a medida que aumentamos el flujo del uso. Cassany va a exponer, entonces, que existen dos características para comparar el código oral con el escrito, las características contextuales y las características textuales.

Las contextuales son las que se refieren al contexto de la comunicación (por ejemplo: el espacio, el tiempo). La comunicación oral es inmediata en el tiempo, todo lo que se diga no se puede borrar, puedes retractarte, pero el emisor o emisora recibe el mensaje en el momento que se le da. En cambio, la comunicación escrita es diferida, ya que el emisor o emisora tarda en leer el escrito del autor o autora, también pueden elegir el lugar donde hacerlo y tomarse el tiempo de leer el mensaje de la forma en que prefiera.

Empero, el autor aclara que no existen situaciones de comunicación exclusivas del código oral y del código escrito, ya que el avance de la tecnología ha permitido que la comunicación escrita también sea inmediata, por ejemplo, el teléfono, el fax, la televisión, whatsapp, telegram. Todas plataformas que en su avance tecnológico permitieron que los mensajes escritos sean inmediatos y que no sea necesario encontrarse en un cara a cara para intercambiar un mensaje inmediato a través sólo de la vía oral.

Por otro lado, las características textuales hacen referencia del texto de la comunicación (la adecuación, coherencia, cohesión, gramática, fonología, grafía, etc.) En tanto que, en la comunicación oral, la adecuación es marcada por procedencia dialectal (geografía, social y generacional), está asociada a temas generales, subjetivos y de uso privado. Por el contrario, en la comunicación escrita tiende a marcar una procedencia estándar y neutral, con un alto grado de formalidad, siendo objetiva y de uso público. En cuanto, a la coherencia, en la comunicación oral ésta es menos rigurosa, puede cambiar de tema, repetir el mensaje, decir datos irrelevantes, ser redundante. A diferencia de la comunicación escrita, que es muy rigurosa, ya que selecciona la información relevante y tiende a buscar ser menos redundante. En referencia a la cohesión, el código oral presenta pausas, entonaciones, utiliza códigos no verbales (moverse, hacer gestos), recursos paralingüísticos (entonaciones, velocidad, variaciones de tonos). Mientras que en el código escrito es más gramatical (signos de puntuación, pronominalizaciones, sinónimos, enlaces). Los recursos paralingüísticos que se utilizan son: cursiva, mayúsculas, negritas, etc.

En ese sentido, me gustaría agregar, a manera de conclusión, algunas reflexiones que me surgieron a medida que iba elaborando el texto. En primer término, me parece prudente traer la posición de Chomsky sobre las competencias lingüísticas que son innatas al ser humano, ya que nace con la capacidad de poder hablar y escribir. Pero, la interacción social nos aporta nuestro vocabulario y formas de expresión del mismo, el cual puede ser interpelado y cambiado constantemente por la globalización y el avance tecnológico.

Además, el perfeccionamiento y la mejora de la comunicación escrita implica la interacción con otros y otras, no sólo a la hora de leer al autor, sino también de descifrar el código escrito. Aprendemos más rápido a descifrar la escritura cuando un tema nos interesa y nos gusta. Por eso, dentro de las propuestas didácticas para iniciación de la lectura y la escritura hay que ofrecer a los y las estudiantes textos que les dé placer leer, con el fin de que el hábito de la lectura y la escritura sea de interés personal y no por una imposición institucional o curricular.

A su vez, el progreso de ambas competencias lingüísticas tiene un carácter social, político y económico. La desigualdad pone en evidencia la falta de oportunidades que tienen los sectores más vulnerados al acceso del desarrollo constante y sustancial de las competencias orales y escritas. Las políticas educativas y la inversión del 0,6 por ciento del PBI para la educación, no son suficientes para poder incluir a todos y todas dentro del sistema educativo. Miles de niños, niñas, adultos y adultas no están alfabetizados y alfabetizadas, quedando por fuera del desarrollo óptimo de las comunicaciones orales y escritas.

[1]  IG: Karpinvaliente

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2 Comentarios

  1. Excelente réflexion. Pues todo tiene relación y hay que buscar diferentes maneras para proporcionar de hecho la inclusión a partir de la oralidade y la escritura.

  2. Interesante exposición por parte de la autora. Me queda la duda con relación al innatismo en la adquisición del lenguaje postulado por Chomsky. ¿La autora se adscribe a dicho postulado y, por ende, su expresión: «Pero, la interacción social nos aporta nuestro vocabulario y formas de expresión del mismo» es complemento de tal postulado o, por el contrario, la expresión citada es una crítica que presenta la adquisición del lenguaje como un fenómeno social no innato?

    Gracias por compartir el texto.

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