Por Eduardo Soto Borja Quintanilla
Si la primera parte fue una estupenda propuesta al género de Zombies, esta segunda entrega flaquea lo suficiente para simplemente ser considerada «una secuela de entretenimiento puro», ya que no goza de personajes carismáticos o memorables que sí encontré en la anterior, y simplemente se limita a mostrar guerras de pandilleros, narcotráfico, tramas «colaterales» aderezadas con mensajes sobre la culpa, la redención personal en medio de un CGI de zombies tan evidente que parece una secuela sacada de un videojuego y metida con calzador aquí en la entrega. Esta nueva propuesta tiene gratos momentos, sí, pero desafortunadamente no está a la altura de la cinta anterior; por si fuera poco, no tiene relación alguna Leer más