Corrientes teóricas para el estudio de la ciudad y lo urbano

Por María de Jesús López Salazar

No obstante que pensadores de lo urbano como Tom Angotti (2013) señalen mediante el concepto de la falacia urbana –la idea de que el problema es en la estructura física de la ciudad, y que la solución consiste en cambiar la estructura urbana– que ni el problema ni tampoco la solución de los problemas de la humanidad son las ciudades, sino las relaciones económicas y sociales capitalistas que son su fundamento, habrá que advertir que la ciudad se hace presente a cada instante entre nosotros, es la ciudad que nos delinea como sujetos políticos, que nos define como agentes de economía; es decir, “el espacio, la ciudad, son significativos, importan, son factores explicativos, de los fenómenos y de las conductas humanas, sociales, que tiene lugar en la ciudad, y la ciudad importa como territorio, importa como espacio, importa como ambiente construido” (Lezama, 2014: s/p.).

Para fundamentar lo anterior, se deberá dar cuenta en primer lugar de las posiciones teóricas de tipo nostálgico que criticaban a la ciudad industrial a finales del siglo XIX, pues éstas tienden a idealizar la ciudad histórica y se proponen el retorno de la comunidad frente a la sociedad que consideran generadora de sujetos individualistas, a raíz de la dinámica del mundo industrializado. Éste es el caso de la corriente culturalista de la ciudad que tiene en Ferdinand Tönnies y Georg Simmel a dos de sus principales representantes.

Ferdinand Tönnies (1855-1936) en Comunidad y sociedad obra de 1887, en donde planteaba que para superar el malestar generado por la metrópoli era necesario retomar a la ciudad tradicional, escenario histórico de la vida comunitaria. (…) A diferencia de Tönnies, Georg Simmel (1858-1918) no criticó la ciudad industrial, pero trató de describir su funcionamiento explicando objetivamente la evolución histórica que ha dado lugar a la sociedad contemporánea. De esta manera reconoció las formas de adaptación desarrolladas por los habitantes de la gran ciudad para lograr superar la tormenta de impresiones e impulsos Leer más

El miedo urbano como representación social de la inseguridad urbana en los habitantes de la Ciudad de México

Reflexión epistemológica

Por María de Jesús López Salazar

Este ensayo es de carácter epistemológico, elige un aspecto específico de la ciudad actual y lo urbano: la representación social de la inseguridad urbana, y lo aborda bajo el enfoque de formular una hipótesis principal y dos hipótesis secundarias, pensando a la par cómo podrían refutarse siguiendo el método hipotético-deductivo, el cual debe su designación a que dos de sus principales etapas son la elaboración de la(s) hipótesis y la deducción de las consecuencias que deberán ser contrastadas con los datos empíricos (Popper, 1980, 1994); pues, una “teoría que no es refutable por ningún suceso concebible no es científica. La irrefutabilidad no es una virtud de una teoría (como se cree a menudo), sino un vicio” (Popper, 1994:61).[1]

En seguida, la propuesta presentada es referida a los fines amplios indicados por los teóricos de la Escuela de Frankfurt, recuperando para ello la polémica sobre el positivismo en la confrontación entre Karl Popper y Theodor W. Adorno, así como los señalamientos que Jürgen Habermas realiza al primero (v. Adorno, 1973a). Posteriormente, se consideran los aspectos sociales de la propuesta aquí expuesta, con la recuperación de los planteamientos del sociólogo Pierre Bourdieu (2000). Al final, se incorpora la pluralidad de ideas en la propuesta presentada, a la manera como fue expuesto por Paul K. Feyerabend (1989).

Para comenzar, hay que señalar que la “inseguridad urbana” –diferente al concepto tradicional de “inseguridad ciudadana” y que por lo mismo no debe emplearse como sinónimo del primero–[2] se entiende como la falta de “intervenciones que tienen por objeto garantizar la libertad y evitar agresiones entre las personas y contra sus bienes públicos y privados, así como el uso en contra de la ciudad, su equipo y los espacios públicos por sus residentes o visitantes a la ciudad” (United Nations Human Settlement Programme, UN-HABITAT; 2007:3)–.[3]

Ahora bien, conforme al método hipotético-deductivo, el primer paso a ejecutar consiste en el descubrimiento de un problema, mismo que parte de hechos problemáticos, o en otras palabras, hechos que contradicen una teoría aceptada o que no pueden ser explicados de forma adecuada por ésta. Para el caso de esta propuesta, la que aquí escribe centra la atención en la cuestión del imaginario “sin adjetivos” –que al igual que con la distinción entre “seguridad urbana” respecto de la convencional “seguridad ciudadana”, tampoco el imaginario “sin adjetivos” debe de confundirse con el convencional “imaginario social” propuesto por Cornelius Castoriadis–.[4]

Así, definido mínimamente el imaginario como “la estructura interna de relación dLeer más

Mantas de protección contra la delincuencia en el Barrio San Lucas-Iztapalapa

Experiencia de intervención abordada desde el esquizoanálisis

Por María de Jesús López Salazar

Los símbolos dentro de la ciudad nos indican formas de lenguaje que al parecer pueden no decir nada, pero dicen más de lo que pensamos, muestra de ello son letreros, grafitis y mantas en la ciudad que hablan por la ciudad misma.

 

El objetivo del presente artículo es analizar la colocación de mantas de protección mediante las cuales los vecinos del Barrio San Lucas de la Delegación Iztapalapa advierten a los ladrones lo que les pasará si roban en su barrio, considerando tal fenómeno como una experiencia de intervención relacionada con el esquizoanálisis, pues este corpus teórico y práctico creado por los franceses Félix Guattari y Gilles Deleuze investiga los dispositivos de enunciación colectivos e individuales, y la que aquí expone aprecia que las citadas mantas de protección son precisamente eso, dispositivos de enunciación de personas –quienes habitan el Barrio San Lucas– que están pretendiendo incidir sobre producciones semióticas y subjetivas en un contexto dado.

Antes de realizar el análisis de la experiencia de intervención en cuestión, es importante, por una parte, cuestionar la necesidad de la intervención en el ámbito de las ciencias sociales, para lo cual se acude a la exposición del filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900) y el filósofo francés Michel Foucault (1926-1984) en torno a la verdad en relación con el poder; así como, por otro lado, mostrar las principales corrientes de métodos de investigación-intervención existentes, a fin de argumentar por qué la colocación de mantas de protección contra los ladrones en el Barrio San Lucas se suscribe al esquizoanálisis –una de las corrientes de los métodos de investigación-intervención–.

Así, se muestra como necesario un cuestionamiento acerca de las condiciones que darán lugar al surgimiento y eventual consolidación de los métodos de intervención que buscan la unión entre teoría y praxis Leer más

La ciudad, el espacio, lo urbano, el lugar y el territorio

Los miedos urbanos del Barrio San Lucas y la Colonia Centro

 

Por María de Jesús López Salazar

 

¿Hacia dónde vamos?, en ¿qué momento perdimos la convivencia en la ciudad? Se acabaron los recorrido nocturnos e incluso matutinos. Los días donde los lugares no tenían nombre y apellido ahora resulta que caminar ya no es bien visto, porque puedes encontrar personas que sientan que partes de la ciudad les pertenecen….

 

El presente artículo se propone, en primer lugar, realizar una reflexión teórica acerca de cinco conceptos que son esenciales para todo estudioso de la ciudad, a saber: el espacio, lo urbano, la ciudad, el territorio y el lugar, explicando cómo estos términos se conciben en el tema de investigación particular de quien aquí escribe, titulado: Los miedos urbanos del Barrio San Lucas y la Colonia Centro. En segundo lugar, el artículo también se propone abordar el concepto de espacio público para relacionarlo con el tema de investigación antes mencionado, recurriendo para esto principalmente a los aportes realizados por Emilio Duhau y Ángela Giglia (2016), en su capítulo “Los avatares del espacio público: del tipo ideal a los microórdenes contemporáneos”.

Comenzando por el concepto de espacio, de este término interesa específicamente la simbolización del espacio urbano, la cual consiste en un proceso remitente al establecimiento de límites, fronteras y umbrales; asunto sumamente vinculado a la identidad y a la diferenciación, a la relación del sí mismo y del nosotros con los otros (Augé, 1995). Con relación al miedo urbano se puede señalar que hay una topología que va, de manera general, desde la seguridad del espacio privado de la casa, hacia la inseguridad generalizada e ignota del espacio público. Para el caso de la ciudadanía de la Ciudad de México –de la cual las personas del Barrio San Lucas de la Delegación Iztapalapa y la Colonia Centro de la Delegación Cuauhtémoc forman parte–: “El Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) alertó al Senado que los niveles de inseguridad, que los mexicanos perciben igual que antes, llevaron a la sociedad a incrementar su aislamiento, porque se siente vulnerable de ser víctima de algún delito y prefiere mantenerse en su casa, hablar lo menos posible con las personas, porque no le tiene confianza” (Robles Rosa, 2016: s/ p.).[1]

Más allá de las diferencias de edad, género y clase social, la casa aparece como el espacio de seguridad urbana, repitiendo su posición estratégica en cualquier topofilia (Bachelard, 2000). “En resumen, en la más interminable de las dialécticas, el ser amparado sensibiliza los límites de su albergue. Vive la casa en su realidad y en su virtualidad, con el pensamiento y los sueños” (Bachelard, 2000:28). Las sociedades occidentales se han conformado con base en la delimitación entre el espacio privado y el público. Frontera que, como tal, distancia y a la par articula, siendo precisamente la puerta el dispositivo que impide o permite traspasar dicha frontera, “dentro del espacio que los dos términos delimitan, desde el momento en que este espacio es ocupado totalmente (no existe una tercera posibilidad), a su vez ellos se delimitan mutuamente, en el sentido de que el espacio público llega hasta donde comienza el privado y viceversa” (Bobbio, 1992:12 cit. por Treviño Carrillo y De la Rosa Rodríguez, 2009:28).[2]

Empero, a toda frontera hay que contextualizarla y analizar su comportamiento a través del tiempo, más si se considera que “el espacio es una construcción social” (Lindón, 2012:509). De esta forma, los testimoniosLeer más

Y a los árboles ¿quién los cuida?

El mantenimiento del arbolado urbano

Por Liliana Reyes Grande

Los árboles son mejor conocidos como los pulmones verdes de nuestras ciudades porque purifican el aire que respiramos además de brindarnos sombra y dibujar paisajes que nos regalan tranquilidad al verlos.

Sin embargo, estos grandes seres vivos también requieren mantenimiento que involucra las podas, riego, un buen suelo donde echar raíces, control de plagas y un espacio para poder crecer.

Pero en nuestras ciudades, cuántas veces nos hemos encontrado con árboles desmochados, encalados, con raíces que levantan las banquetas o hasta doblados casi a punto de caer producto de la mala planeación a la hora de plantarlos, además de la mala selección de especies en el momento de hacer una forestación.

Formato de dictamen técnico para arbolado urbano CDMX; disponible en el anexo 1 de la norma NADF-001-RNAT-2015

Los diagnósticos del arbolado urbano son dados a partir de un dictamen técnico realizado por especialistas en el tema, donde deben describirse las características del individuo arbóreo como su altura, follaje, estado de las raíces y si tiene plagas.

A partir de este dictamen se determinará el estado del árbol y esto llevará a la toma de decisiones respecto al tipode mantenimiento requerido como poda de raíces o copa, fumigación, reubicación o el retiro completo del individuo.

Cuando los árboles se encuentran en espacios públicos, el mantenimiento debe ser llevado a cabo por el gobierno de la ciudad o bien por la alcaldía, quienes deberán atender las necesidades de las áreas verdes. Asimismo, los ciudadanos pueden solicitar el dictamen de un árbol cuando crean que es necesario o que podría causar algún problema en alguna estructura o incluso a las personas.

Aunque el cuidado de las áreas verdes parece un tema nuevo, la Secretaría de Medio Ambiente de la CiudadLeer más

Las acciones colectivas conflictivas por la seguridad urbana en la metrópoli de la Ciudad de México

Por María de Jesús López Salazar

Jazmin Yatziri Martínez Jiménez 

y Vanessa Lizbeth Martínez Espinoza

 

La intención de este texto es señalar algunas de las características de las acciones colectivas conflictivas[1] o movimientos sociales alrededor de la seguridad urbana en la metrópolis de la Ciudad de México. El análisis del conflicto por la seguridad urbana puede llevarse a cabo tanto en los procesos de su transformación en un servicio público –o privado–, como en sus rasgos inmateriales, no físicos, que la transforman en un bien económico o en un bien de identidad colectiva.

De este modo, en el análisis de los conflictos por la seguridad urbana pueden ubicarse procesos de búsqueda de identidad colectiva,[2] de legitimidad o de pertenencia; asimismo, liderazgos, ideologías y asuntos políticos, que, en suma, pueden estar –y esto es lo que quien aquí escribe sostiene– estructurando procesos de cambio político en o con la transformación del régimen político mexicano contemporáneo.

 

  1. La certidumbre urbana en controversia

Las controversias por el otorgamiento de la seguridad urbana[3] pueden asociarse igualmente con una caída de la participación ciudadana en áreas que carecen de elementos para proporcionar certidumbre urbana,[4] que en ocasiones generan un tipo de prácticas informales. De esta forma, lo que parece una estrategia política en torno al otorgamiento de la seguridad urbana puede entenderse en otros dos diferentes sentidos.

Primero, se prioriza el otorgamiento de seguridad urbana en la ciudad central de la Ciudad de México. Esto puede relacionarse con el crecimiento electoral que ha registrado la votación por los partidos de izquierda durante los últimos años en dicha área. Segundo, se llevan a cabo acciones paliativas en las áreas con un otorgamiento de seguridad urbana deficiente, con el objetivo de construir redes clientelares. Se trata de una disputa entre actores sociales con intereses concretos y que parecen omitir la realización de un diagnóstico sobre las necesidades de la población. En otras palabras, se atiende con más elementos de seguridad urbana y con el mejoramiento de la infraestructura urbana, como mecanismos para promover clientelas políticas.

Empero, posiblemente la acción que articula la práctica informal con un resultado político puede encontrarseLeer más

Miedo urbano y ciudadanía en el espacio urbano de la Ciudad de México

Por María de Jesús López Salazar[1] y Maribel Nataly López Salazar[2]

 

Este sentimiento de seguridad era la posesión más apreciada para millones de personas, el ideal común de la vida.

Stefan Zweig. El mundo del ayer

 

El presente artículo tiene por objetivo reflexionar sobre determinadas problemáticas que históricamente se han venido generando debido a las articulaciones[3] entre miedo urbano[4], ciudadanía y espacio urbano. Se trata de tres conceptos que se hallan sumamente relacionados a partir de una concepción de poder que en la ciencia política refiere a la capacidad para llevar a cabo actos que promueven fuerzas en el espacio vital de una persona (Delahanty Matuk, 1996); o, de manera precisa, como constitución del dato “a través del enunciado, de hacer ver y creer, de confirmar o transformar la visión del mundo y, mediante eso, la acción sobre el mundo” (Bourdieu, 2000:98).

Desde la Antigüedad se presenta el vínculo entre ciudad y ciudadanía, es decir, los ciudadanos como habitantes de las ciudades, con deberes y derechos asignados en tanto miembros de las propias ciudades, de tal forma que: “A lo largo de la historia de la humanidad,  el asunto de las ciudades se ha referido a la existencia de factores que coadyuvan en la fundación  y desarrollo de las mismas” (Espinosa Müller, 2014:76). Relación que si actualmente, debido a  los cambios del espacio público, parece más problemática y compleja que en la Antigüedad, continúa teniendo una fuerte carga simbólica, pues acceder a la ciudad es considerado por diferentes stakeholders[5] como la interpretación territorial del acceso a la ciudadanía, al estipularse que, de acuerdo con el pensador alemán Jürgen Habermas (2013:95-96):

Los ciudadanos deben poder experimentar el valor de uso de sus derechos también en la forma de seguridad social y de reconocimiento recíproco de las diferentes formas de vida culturales. La ciudadanía democrática desplegará una fuerza integradora, es decir, creará solidaridad entre extraños, si se hace valer como un mecanismo con el que seLeer más

 Mantas en contra de la inseguridad urbana en la Ciudad de México

Una muestra de intervención en lo social como dispositivo

 Por María de Jesús López Salazar y Maribel Nataly López Salazar

 Introducción

En este texto se abordan diversos aspectos de la complejidad de una muestra de intervención en lo social como dispositivo que se está dando en la Ciudad de México (CDMX), por lo menos desde la segunda década del siglo XXI: la colocación de mantas en contra de la inseguridad urbana, a través de las cuales quienes habitan la capital mexicana advierten a los ladrones que se abstengan de delinquir, si no quieren poner en riesgo su vida. «Los afectados, hartos, y con la percepción de que la inseguridad rebasó a la policía, se unen para amenazar a los delincuentes que entren a sus calles. Su método: pancartas. Las mantas son por lo regular rojas y amarillas. Se colocan en lo alto para que sean visibles y están detenidas desde ventanas o postes».[1]

De esta manera, la colocación de las mantas en contra de la inseguridad urbana en la CDMX como una forma de intervención en lo social como dispositivo requiere elementos de investigación a fondo que den cuenta de sus posibilidades para hacer frente al miedo y a la inseguridad urbana, pues cuando estos se instauran, arrebatan la seguridad plena de habitar la ciudad; en consecuencia, despojan de la libertad y del derecho a la ciudad, es decir, de la posibilidad de gozar de los espacios públicos, de tener acceso al suelo urbano, de ir y desarrollar condiciones de supervivencia en la vida cotidiana.

Así, la colocación de las mantas en contra de la inseguridad urbana en la CDMX como una forma de intervención en lo social se aborda partiendo del empleo de la noción de dispositivo propuesta por Michel Foucault como una manera de acercarse a dicha complejidad, y desde una mirada que consiente reflexionar la intervención en lo social no únicamente como el continuo de una práctica correctiva, sino también como una opción de resistencia. A la par, se abordan aspectos vinculados con la tensión entre miedo y libertad que atraviesa las prácticas de intervención en lo social que se sustentan en la modernidad, considerando que el miedo “en ciertos periodos se incrementa y en Leer más

Arqueología del Estado contemporáneo

Por José Daniel Serrano Juárez[1]

No es un secreto que, en el funcionamiento del Estado contemporáneo, cada administración eroga grandes sumas para autorrepresentarse. La aspiración justifica cada centavo: construirse como un símbolo que dure para la posteridad. Decía un profesor de la universidad que, durante la época novohispana, los virreyes utilizaban un amplio aparato de escenificación que incluía la elección cuidadosa de sus atavíos, así como de la manera de transportarse por la ciudad, para que no fueran confundidos con cualquier hijo de vecino (calidad social que no era menor en aquel entonces).

Hoy, en la gran capital, heredera de la Gran Tenochtitlán —como la consideran los más prehispanófilos—, los objetos más afectados por el complejo de trascendencia efímera quizás sean los taxis y las bardas. Hasta donde mi existencia es capaz de dar testimonio, aquellos han ido del verde Leer más

Entre baches y coronavirus: la nueva normalidad del transporte público

Por Natalye Reyes Monroy

 

Todos los días, al terminar su turno como conductor de la ruta 63, el señor Ramón Hernández se dirige a su casa, mentalizado para llegar a cambiarse de ropa casi de manera inmediata. Posteriormente, deposita las prendas que porta durante sus horas laborales en un cesto de ropa sucia, y enseguida se quita las botas que utiliza en su labor para limpiar la suela de éstas, dando paso a abrir la llave de la regadera dispuesto a darse una ducha.

En sus casi tres décadas conduciendo, ésta es la primera vez que su trabajo representa un peligro para su familia. Pese a la emergencia sanitaria por COVID-19, los medios de transporte y sus conductores no han parado sus operaciones. Ramón se arriesga diariamente. Desde el momento que sale de su casa, se enfrenta a la posibilidad de ser contagiado, Leer más