Encontrando la salud mental entre cantos y plumas de colores

Imagen de Efraín Morales Ortiz

Por Lucía Muñoz Gallart y Liliana Reyes Grande

El ser humano ha observado aves desde sus inicios, los coloridos plumajes, los hermosos cantos y la gracia que tienen al volar nos atraen. En esta época moderna que va a un ritmo acelerado, las personas en constante estrés por el día a día pueden descargarlo observando aves desde su ventana, ya que realizar esta actividad alivia la ansiedad y la depresión. Según los científicos, el hecho cotidiano de mirar pájaros en su entorno, como árboles y arbustos, mientras paseamos, vamos a realizar compras o nos desplazamos a diferentes lugares puede mejorar la salud mental de las personas.

C:\Users\kokia\Downloads\pexels-suncana-sweat-and-yoga-1895405.jpg De acuerdo con la Secretaría de Salud, se reconoce que las condiciones neuropsiquiátricas tienen una alta prevalencia a nivel global incluso más que los problemas cardiovasculares o el cáncer. En México, las estadísticas de salud pública indican que dentro de las principales causas de mortalidad se encuentran enfermedades crónicas como la diabetes, problemas cardiovasculares y enfermedades hipertensivas, las cuales son agravadas por los niveles de estrés.

Desde el área de la psicología se han realizado estudios que evidencian la vinculación entre la presencia de áreas verdes y la salud mental, que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) se define como el estado de bienestar que permite a los individuos realizar sus habilidades, afrontar el estrés normal de la vida, trabajar de manera productiva y fructífera, y hacer una contribución significativa a sus comunidades.

Se sabe que la presencia de la naturaleza puede marcar la diferencia en el bienestar físico y mental en poblaciones urbanas, sitios que ejercen un mayor estrés sobre los individuos, ya que se encuentran sometidos a grandes presiones laborales e incluso malos olores. Los resultados de diversos estudios han encontrado que aquellas personas que viven en áreas construidas con acceso a jardines o espacios abiertos con cobertura vegetal tienen una menor prevalencia de desórdenes mentales en contraste con personas en áreas construidas sin tales accesos.

Los espacios abiertos urbanos desempeñan funciones esenciales en el bienestar y calidad de vida. Dichos beneficios se obtienen al interactuar directamente con el medio natural. En los espacios urbanos los dos elementos naturales más evidentes son la vegetación, que reduce el estrés al promover la restauración de la fatiga mental, y las comunidades de aves, ya que su avistamiento ha demostrado ser bueno para la salud mental de las personas, además, escuchar el canto de las aves ayuda a mejorar la atención y la recuperación después de estar expuesto al estrés.

Imagen2.png La observación de aves consiste en avistar aves en su hábitat natural, algunas veces se utilizan herramientas como binoculares o telescopios, o se reconocen los llamados, cantos e incluso aleteos de las aves. También se utilizan guías de campo que permiten el reconocimiento de cada especie. De esta manera, el avistamiento de aves permite apreciar la naturaleza, socializar, mejorar la condición física y mental, además de promover la economía a través del ecoturismo.

En México, el avistamiento de aves se favorece de la gran diversidad de ecosistemas presentes en el país, como bosques, praderas, selvas y humedales, así como los espacios modificados por el ser humano, las zonas urbanas y agrícolas. Por lo anterior, el país está en el lugar 11 de riqueza de especies de aves a nivel mundial, además el 10% de ellas son endémicas.

Los aficionados de esta actividad son conocidos coloquialmente como “pajareros”, los cuales realizan caminatas en senderos de zonas naturales, jardines o parques y diferentes áreas verdes urbanas.

Imagen3.png En un estudio publicado en la revista Bioscience se entrevistó a 263 personas de diferentes edades, ingresos y etnias, de 3 municipios en el Reino Unido, a los que se les realizó una evaluación de salud mental y el grado de contacto con la naturaleza que tenían. Se encontró que los niveles más bajos de depresión, ansiedad y estrés se asociaban con el número de aves que la gente podía ver durante la tarde.

Algunas de las especies que se contaron en las áreas urbanas de estudio incluyen los petirrojos, mirlos, herrerillos y cuervos, sin embargo, sin importar la especie, la simple interacción con dichos animales mejoraba el estado psíquico de las personas. Al mismo tiempo, los investigadores de la universidad de Exeter que realizaron el estudio, descubrieron que las personas que pasan menos tiempo al aire libre, en comparación a las que salen más al campo, son más propensas a sentir depresión o ansiedad.

Imagen4.png Por eso es tan importante conservar y fomentar el desarrollo de áreas naturales urbanas que sean habitables para estas comunidades de aves, como explica Daniel Cox, líder del equipo de investigadores: “Las aves alrededor de los hogares, y la naturaleza en general, muestran grandes promesas en la salud preventiva ya que hacen ciudades más saludables, lugares más felices para vivir”

En otro estudio realizado por expertos del Senckenberg Biodiversity and Climate Research Centre y la Universidad de Goethe, Alemania, recopilaron información de más de 26 mil ciudadanos europeos de 26 países, encontrando que la riqueza de especies de aves está relacionada con la sensación de satisfacción o plenitud que sienten las personas con respecto a la vida.

Los investigadores responsables de este estudio, compararon el incremento en la sensación de satisfacción por un aumento de sueldo con el mismo sentimiento por la riqueza de aves en el entorno, y descubrieron que si hay 10% más especies de aves (aprox. 14 especies) en el entorno, se eleva a su vez el sentimiento de satisfacción una y media veces más que un aumento de sueldo del 10%. Cuando se trata de la diversidad de mamíferos o de árboles, los científicos encontraron que no había un incremento significativo, a diferencia de las aves.

En México todavía faltan estudios similares a los ya mencionados, que podrían brindar una nueva perspectiva al cuidado de la salud mental y la planeación de las áreas urbanas, promoviendo una vida más sana y feliz para las personas que habitan en ellas.

 

 

Bibliografía.

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