Columnas de opinión
De Iztapalapa para el mundo: arte, comic y más
César Granados quería hacer comics de superhéroes cuando era chavito, luego creció y le gustó tomarse en serio el dibujo y estudió artes plásticas en la ENAP, donde aprendió que encuerarse en público también es arte y le gustó. Además, es grabador-impresor de formación.
Un día a César se le partió el cerebro como por un rayo, ahora podía percibir sonidos de otras dimensiones, especialmente claras eran las filtraciones del limbo, de un limbo, del limbo donde Astrochavo tiene su casachueca. El corazón de César también se quedó abierto a los fogones de un infierno y las canciones de Midiablo. Una noche Astrochavo y César hicieron un oscuro pacto de magia lumínica donde intercambiaron cuerpos por unas horas, desde entonces Astrochavo y Midiablo comenzaron a venirse manifestando en cada historia con los monitos que César hace.Leer más→
!Crash¡
Foto de Olmo Calvo
Por José Luis Díaz Marcos[1]
–Por favor. Somos una familia normal
en una casa normal
en un mundo normal.
No busques… extrañezas.
La luz encendida, José Miguel Vilar-Bou
–Y, ya en el ámbito internacional –enuncia la periodista–, la ONG Vergüenza de Mundo libraba de una muerte segura, hace apenas unas horas, a más de cien migrantes en el momento en que su embarcación se hundía en aguas de Hipocresía del Norte. Advertimos que las imágenes pueden herir su sensibilidad.
Arrellanados frente al televisor, Víctor y Sofía interrumpen el aperitivo sobre sus respectivas bandejas.
Mar adentro. La proa de una embarcación se dirige, nos dirigimos, hacia los seres humanos que aún, a duras penas, se debaten sobre las olas. Salvavidas vuelan y caen, «…¡Chof! ¡Chof! ¡Chof!…», entre aquellos. Órdenes. Exclamaciones. Esperanza.
La proa se detiene, nos detenemos. Hijos del pánico, emergen los brazos que aún… Vergüenza les tiende, les tendemos, alguno de los suyos, de los nuestros.Leer más→
Esteban Mofeta y el Do awesome shit
Por Ximena Cobos CRUZ
El viento y el rose de una falda crean un sonido sibilante que cruza la ciudad llena de pelos, como las ratas, son las pierna de Esteban que esta vez no ha salido con Morgan, bello como los agaves y negro como la noche. ―Pero ustedes no tienen a Morgan por eso tienen que salir en bici. Andar en bici es lo mejor, si no lo hacen, deberían. No hay excusa, no existe cosa más eficiente, más punk, más cool, saludable y bonita…― Me recuerda uno de tantos personajes que aparecen en Waking Life monologando intensamente. ―El arte es el hacer, el poner a trabajar la rueda que le da sentido a la vida en general o a nuestra vida en particular, que le da sentido al lugar que habitamos, a lo que deseamos y por lo que luchamos― Mientras habla el escenario gira, cambia, se transforma con la facilidad de la animación digital, corren tazas y tazas de café que entrechocan y se derraman, los ceniceros se vacían y vuelven a llenarse sin saber cuánto tiempo ha pasado y a veces el viento se corta de nuevo por unas ruedas que se inclinan velozmente en el pavimento. La voz no descansa. ―Me dicen Esteban Mofeta… porque durante como 3 meses, hace 9 años, estuve dibujando zorrillos y…. quedó, me gusta y mucha gente cree que es un nombre real por alguna razón― Se enciende otro cigarro, la noche cae y las ruedas no paran. ―Sí, CDMX, el antiguo DF, de Coyoacán― lo señala ―en 1990… 29 años