El miedo urbano en la alcaldía de Tláhuac

Por María de Jesús López Salazar

 

Al finalizar el 2017 la Ciudad de México experimentó un sentimiento negativo ante el cual sus habitantes se consideraban inmunes: el miedo urbano, sobre todo porque: “El supuesto oasis que durante años representó la capital Ciudad de México frente al crimen organizado ha terminado por evaporarse con acciones inéditas como el operativo militar de este verano en el sur de la ciudad para liquidar a un capo mediano” (Marcial Pérez, 2017: página Web).

Efectivamente, durante los últimos años –por lo menos desde que Miguel Ángel Mancera Espinosa relevara a Marcelo Luis Ebrard Casaubón en la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal el 5 de diciembre de 2012– los capitalinos han vivido ese miedo urbano entendido como el resultado de la manera negativa en que las personas experimentan e interpretan el espacio urbano. “La idea que subyace es que los individuos ‘leen’ el espacio y calibran los factores protectores, así como los de riesgo. En esta postura es donde con mayor claridad se ancla el miedo a la ciudad, al espacio urbano, (…) en el significado que al espacio urbano le otorgan los sujetos que la habitan” (Filardo y Aguiar, 2010:263-264).

Más aún, el miedo urbano se ha vivido de forma más intensa en la zona oriente de la Ciudad de México. “De acuerdo a la Encuesta Nacional de Seguridad Pública presentada en enero de este año [2017] por el INEGI [Instituto Nacional de Estadística y Geografía], un 95 por ciento de los habitantes de la zona oriente de la ciudad (Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco) se sienten inseguros” (Salazar, 2017: página Web).

De las demarcaciones territoriales antes señaladas, la que mayor sensación de temor tiene es Tláhuac, ya que el 20 de julio de 2017 se llevó a cabo un evento inédito para la cotidianidad de sus urbícolas: la Secretaría de Marina y la Policía Federal desplegaron un operativo de seguridad en esta Delegación Política argumentando la existencia de grupos de narcomenudeo que, además de dedicarse a esta actividad delictiva, también habrían realizado ejecuciones y trata de personas (El Universal, 2017; Excélsior, 2017). Tal evento fue registrado de la siguiente manera: “Un día después del operativo y enfrentamiento que dejó ocho muertos en Tláhuac, entre ellos el líder Felipe de Jesús Pérez Luna, alías ‘El Ojos’, las colonias de la demarcación amanecieron fuertemente vigiladas. Los vecinos hacen su vida normal, pero con el temor de que se presenten nuevos acontecimientos, como los de ayer” (Excélsior TV, 2017: página Web).

A partir del evento antes citado, la información fue ambigua; sin embargo, el miedo urbano se expandió rápidamente. Varias fuentes independientes de información asumieron el papel de generadores del miedo urbano entre los mexiqueños, sobre todo entre los tlahuaquenses. Las clases se suspendieron en las escuelas aledañas a la demarcación, los comercios dejaron de brindar sus servicios a la población y la gente se resguardó en sus viviendas u optó por irse a vivir con otros familiares –preferentemente fuera de Tláhuac y, si era posible, de la Ciudad de México–.

En definitiva, la amenaza estuvo allí, pero nadie supo dónde, cómo ni por qué a ciencia cierta estaba sucediendo lo antes dicho. Las colonias de Tláhuac, sobre todo La Conchita Zapotitlán, súbitamente pasaron a la posmodernidad por medio de lo que Zygmunt Bauman denominó como miedo líquido: “ignorancia con respecto a la amenaza y a lo que hay que hacer –a lo que puede y no puede hacerse– para detenerla en seco, o para combatirla, si pararla es algo que está ya más allá de nuestro alcance” (Bauman, 2008:10).

Ciertamente, todas las personas sabían que algo grave había ocurrido en Tláhuac, pero pocas podían decirlo a detalle, describirlo, ni mucho menos explicarlo a profundidad. Indiscutiblemente las redes sociales virtuales, sobre todo Facebook, y en mejor grado Twitter, así como los Smartphone llevaron a cabo lo suyo: potenciaron rumores, aumentaron la incertidumbre. Concretizaron, a través de mensajes de texto y llamadas telefónicas a familiares, amigos y conocidos, el miedo urbano. Resultaron infructíferos los esfuerzos, durante los días posteriores, de otros pocos urbícolas de los barrios y colonias aledañas a Tláhuac interesados en convencer –a través de recorridos videograbados desde automóviles y subidos a YouTube o compartidos solamente entre los tlahuaquenses– que la Alcaldía había regresado a una tranquilidad socio-urbana, que no había razón para preocuparse o sentir temor, que todo regresaría a la normalidad en pocos días; la violencia simbólica de lo que la gente cuenta consiguió sus propósitos: objetivó y ancló el miedo urbano al interior de la sociedad capitalina, sobre todo de aquella población que residía en el oriente de la ciudad, quien no confiaba en la información oficial y gubernamental dada a conocer por los medios de comunicación masiva convencionales.

Empero, no todas las personas se guarnecieron en sus viviendas. En algunas partes de Tláhuac, familiares y vecinos se organizaron para hacer frente a la situación. “Algunos vecinos se mostraron tranquilos pese al operativo de vigilancia, sin embargo, señalaron que éstas acciones debieron suceder tiempo atrás, antes de que el grupo delictivo se instalara en la colonia” (Ruiz, 2017: página Web).

Días posteriores al citado operativo: “Elementos de Fuerzas Federales y de la Secretaría de Seguridad Pública local [realizaron] recorridos de vigilancia en la Alcaldía Tláhuac, luego de que el pasado jueves fuera abatido (…) el líder del Cártel de Tláhuac, Felipe de Jesús Pérez Luna, ‘El Ojos’” (Cortés, 2017b: página Web). Mientras tanto la violencia real, material y diaria no cede en Tláhuac ni mucho menos en el resto de la Ciudad de México.

Pero más allá de los datos duros se empieza a reflejar también una percepción de inseguridad y temor entre los habitantes de la [capital] del País, que asisten impotentes al resurgimiento de una problemática que creían olvidada o por lo menos sensiblemente disminuida.

Robos a tiendas departamentales, restaurantes y joyerías perpetrados por comandos armados, asesinatos, agresiones y cobro de piso, son delitos cada vez más presentes en la vida cotidiana.

Frases como “antes esto no pasaba” dejaron de ser simples expresiones en charlas de sobremesa para convertirse en cruda realidad (Salazar, 2017: página Web).

¿Cómo se arribó a la anterior situación? ¿Qué ha tenido que pasar en la Ciudad de México para que ocurriera un fenómeno colectivo como el antes mencionado?

Sin duda las anteriores interrogantes no son fáciles de responder y todavía no se cuenta con suficientes elementos para atenderlas. Empero, se sabe que el evento señalado no fue ajeno al ambiente político de ese momento.

El operativo contra narcomenudistas en Tláhuac está tomando un giro político que afectará a la izquierda social que encabeza el jefe de Morena, Andrés Manuel López Obrador. Inesperado para muchos, pero anticipado por las autoridades, las líneas de investigación abiertas desde principio de año contra el grupo criminal de Felipe de Jesús Pérez Luna, apodado El Ojos y abatido por comandos de la Marina el jueves pasado, conducen al delegado morenista Rigoberto Salgado y a su familia, sobre quienes la Marina, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, están determinando si no tienen nada que ver con ese grupo, o si fueron parte del entramado de protección institucional de los delincuentes (Riva Palacio, 2017: página Web).

Sin embargo, esta respuesta relativamente fácil –la del giro político– no satisface. Para que el ambiente anímico en Tláhuac se mantuviera durante varios días se necesitó que en la memoria colectiva de los capitalinos en general y de los tlahuaquenses en particular se asentaran otros elementos provenientes de la representación social urbana, que posibilitasen dar plausibilidad a lo que en la Delegación Política en cuestión aconteció.

La cuestión es: ¿Cómo es la relación entre el miedo urbano que se representa socialmente en la capital mexicana y la propia Ciudad de México?

El miedo urbano, aparte de ser un sentimiento individual, es construido sociopolíticamente, instituyéndose en un componente a través del cual se organiza la vida cotidiana en la ciudad. En dicho estilo de vida, el miedo urbano es una de las experiencias subjetivas posibles para construir la cotidianidad de la ciudad. En este sentido, el miedo urbano que se representa socialmente en la Ciudad de México perturba a la ciudad capital de forma particular y diferente que el resto de las demás ciudades de la República Mexicana.

 

 

 

 

Fuentes consultadas

Bauman, Zygmunt (2008). Miedo líquido: la sociedad contemporánea y sus temores, Paidós, Buenos Aires.

Cortés, Luis (2017, 22 de julio). “Persiste vigilancia en calles de Tláhuac” en El Universal (periódico), El Universal. Compañía Periodística Nacional, México. Disponible en http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/seguridad/2017/07/22/persiste-vigilancia-en-calles-de-tlahuac

El Universal (2017, 20 de julio). “Abaten a líder del cártel de Tláhuac, ligado a venta de drogas en CU” en El Universal (periódico), El Universal. Compañía Periodística Nacional, México. Disponible en http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/seguridad/2017/07/20/abaten-lider-del-cartel-de-tlahuac#imagen-1

Excélsior (2017, 20 de julio). “Operativo en Tláhuac se planeó con meses de anticipación: Mancera” en Excélsior (periódico), Grupo Imagen, México. Disponible en http://www.excelsior.com.mx/comunidad/2017/07/20/1176916

Excélsior TV (2017, 21 de julio). “Vecinos de Tláhuac viven con temor de nuevos enfrentamientos” en Excélsior TV (vídeo), Grupo Imagen, México. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=og-YWO4xzog

Filardo, Verónica y Aguiar, Sebastián (2010). “Miedos en la ciudad” en El Uruguay desde la Sociología VIII. 8ª Reunión Anual de Investigadores del Departamento de Sociología. El trabajo y sus transformaciones. Desigualdad y políticas sociales. El orden social y los conflictos. Sociedad, desarrollo e integración regional, Facultad de Ciencias Sociales – Universidad de la República, Uruguay, pp. 257-270.

Marcial Pérez, David (2017, 23 de diciembre). “México cerrará 2017 como el más violento en 20 años” en El País (periódico), Ediciones El País, España. Disponible en https://elpais.com/internacional/2017/12/23/actualidad/1513997748_288693.html

Riva Palacio, Raymundo (2017, 25 de julio). “Narcopolítica en Tláhuac” en El Financiero (periódico), Grupo Multimedia Lauman, México. Disponible en http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/raymundo-riva-palacio/narcopolitica-en-tlahuac

Ruiz, José M. (2017, 21 de julio). “Mantiene SSP CDMX vigilancia en Tláhuac” en Quadratin CDMX (página Web), Quadratin. Agencia Mexicana de Información y Análisis, México. Disponible en https://mexico.quadratin.com.mx/mantiene-ssp-cdmx-vigilancia-tlahuac/

Salazar, Carlos (2017, 31 de mayo). “Vivir con miedo” en Reporte Índigo (página Web), Grupo Capital Media, México. Disponible en https://www.reporteindigo.com/reporte/inseguridad-violencia-mexico-ciudades-medidas-justicia/

 

 

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