Conoce lo nuevo

Columnas de opinión

Rugido

Por Ana

Redignifica

Bocados Literarios

Por Diana

Degusta

Butaca Violeta

Por Carmina

Mira

Tangueros somos

Por Miguel

Tanguea

La Guerra de las Ideas

Por Ximena

Cuestiona

¿Ya nos sigues?

Alejandro Vázquez | Poemas

Alejandro Vázquez (Ciudad de México, 1989)
He publicado reseñas de cine, ensayos y poemas en varios medios impresos y virtuales entre ellos Laberinto Milenio, Punto de partida, Radiador, y Gamma Arte Studio. Impartí una clase sobre el I Ching, mitología china y literatura latinoamericana en el Centro Nacional de Escritores.

Metro Tlatelolco

cabeza rapada
mancha boreal en aurora de aceite
cabeza constelación rapada
gotea aceite en el carril de baja
o sea se corre como cortina
siete de la mañana diecinueve minutos
el circuito conciencia colectiva en virus y repeticiones
― el amanecer se baña en aceites ― treinta segundos ―
la estrella diamante hambrienta bajo Tlatelolco
juguetea en el ambiente un sin donde rumor de tele sin señal
ventanas que son bocas del aullido
―ciento veinte segundos― colosal chubasco de sesos
concreto y cráneos masticados
dura una nada eterna la mañana
unos comentan la emboscada
otros obvian el tzompantli

Leer más

Sombras en el abismo

Imagen de David Hockey (b. 1937), «An Erotic Etching (Scottish Arts Council 172)»

Por Daniel Jiménez[1]

“Y comprendas que estoy ardiendo por ti,
quemándome
sólo para que veas,
desde tan lejos, esta luz!”
Manuel Scorza
 

Esa tarde supe por qué le dicen calientes a las pistolas que traen un muerto, o varios, tras de sí. Fue, de hecho, la única lección que me dejó la muerte de las dos máximas promesas de la poesía mexicana: Pikachu San y Pimentel Erizo.

 

Luego de que abandoné la vecindad ubicada en la colonia El Sol, de Ciudad Neza, me entuzé el cuete entre los huevos por recomendación del Tamales, quien me lo vendió en 3 mil 500 varos, previo acuerdo por Facebook. A partir de ese momento y hasta que me cambié de ropa, mi entrepierna se convirtió en un sitio caliente y húmedo como si mi orina hubiera salido de la vejiga sin decir agua va.

 

Sin embargo, eso no me detuvo. De modo que, aún con los destos en la garganta, me trepé a la combi que va al metro Pantitlán para trasladarme al cantón del Pikachu, a quien conocí hace 10 meses en el “1er Festival de Poesía Cara de Chancros; fiesta en el infierno; abismo; cumbia y barrio” que organizó el proyecto Alma Aullante, el cual ese cabrón dirigía con la ayuda de una cuantiosa beca cortesía del Gobierno de la Ciudad de México.Leer más

Nace Espacio MonCa

Fotos de Samuel Cahuich 

Por Ximena Cobos CRUZ

Hermosamente, el Centro Histórico cada vez se va llenando más y más de espacios independientes donde jóvenes y no tan jóvenes hallan una oferta cultural alternativa a los grandes centros culturales o a los espacios que han sido institucionalizados a través de financiamiento gubernamental y por ello cierran sus agendas a la vacuidad que lo “políticamente correcto” pone de moda; espacios abierto a colaboraciones colectivas y dispuestos a albergar propuestas que pugnen por sumarse a la creación de nuevas sensibilidades, al regreso de viejos intereses humanos por el arte y la cultura. Sobre la calle de Tacuba, en el número 88, 1er piso, ha abierto sus puertas Espacio MonCa, un proyecto que, tras un largo recorrido de casi siete años, Samuel Cahuich ha logrado concreta.

Sam, este promotor cultural independiente y autogestivo, estudió música por 8 años en la Escuela de iniciación Artística No. 4 y, en la entonces Escuela Nacional de Música de la UNAM, entró a la carrera de Etnomusicología con piano, mas no pudo concluir por lesiones derivadas de la tendinitis. Así, la carrera de Zeta, como muchos lo conocen, tomó una dirección que afortunadamente jamás se alejó del arte. Mientras estudiaba música en la EIA 4 tenía la necesidad de generar ingresos. Esto lo llevó a buscar empleos que le dieran el tiempo necesario para poder seguir estudiando. Comenzó repartiendo propaganda de una tienda de insumos médicos. Al mismo tiempo, descubrió que podía modelar para artistas de distintas disciplinas dentro de las artes plásticas y visuales, así, inició modelando para fotografía y body paint. Dejado atrás el empleo de volantero, necesitaba percibir más dinero, halló entonces una empresa donde podía trabajar muy temprano y salir a una hora razonable para seguir sus estudiando por las tardes. Había llegado al sórdido monitoreo de medios y permanecería allí por 5 años, en una larga oficina llena de computadoras, sueldos algo precarios, roces, disgustos; la realidad de muchos jóvenes que tienen como primera opción, ante su inexperiencia y su corta edad, una vacante en esas empresas que no hacen más que explotar, sobreexigir y denigrar, garantes del moderno esclavismo.Leer más