Columnas de opinión
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Café para un velorio
Preparación recomendada por doña Flor y sus dos maridos, novela de Jorge Amado
Por Diana Peña Castañeda[1]
En homenaje al día de los difuntos
Cuando una alumna de la escuela de cocina “Sabor y Arte” le preguntó a su propietaria Florípedes Guimarães, ¿Cuándo y qué servir en un velorio? Ella respondió que la honra al difunto se corresponde con el cuidado de la moral y del apetito de los concurrentes.
“No por ser desordenado día de lamentación, tristeza y llanto debe dejarse transcurrir el velorio a la buena de mi Dios. Para que una vigilia tenga animación y realmente honre al difunto, haciendo más llevadera esa primera y confusa noche de su muerte, hay que atender solícitamente a los circunstantes, cuidando de su moral y de su apetito.”
Doña Flor sabía muy bien que compartir comida durante el rito fúnebre no es solo cortesía es más que un acto fisiológico, tiene un carácter simbólico porque propicia la fraternidad y la empatía. Es tal vez la traducción más hermosa de reconocer el dolor propio e íntimo en la emoción del otro. Aunque, esta práctica con los años se ha disipado debido a la higienización de la muerte, el café como alimenLeer más→
La espera del mar | Narrativa
Por Cielo Pérez
Yo llegué a ese lugar como unos veinte años después que ella. Era la mujer que más llamaba mi atención, no sólo porque era quien estaba frente a mi celda, sino porque tenía un cuerpo muy grande en altura y en peso, le habían arrimado dos camas para que durmiera. Tenía su cabello chino, cortito y color negro como de luto. También, tuve tiempo suficiente ahí para darme cuenta de sus tantos lunares que hacían parecer que ese era su tono de piel.
En mi primer viernes, el día de la semana que ponían música en los altavoces, fue cuando descubrí lo que Ofelia más anhelaba. Levantó su cuerpo de la cama con las fuerzas que sacó y se puso a bailar con el ritmo de la canción Mares de Amaral, haciendo movimientos como los de una sirena o un delfín, con tal ligereza que su cuerpo no correspondía para el momento. Confirmé lo de la sirena o el delfín porque una guardia del pasillo no tardó en susurrarme lo que ya no era un secreto.
—Hace eso porque sueña con volver al mar. Nunca le Leer más→
Menila Sánchez | Poemas
Melina Sánchez. Docente y comunicadora afroindígena. Militante de pueblos originarios desde cuando decir eso en Buenos Aires causaba risa entre los que oían. Hija de una familia migrante del litoral argentino. Nací, crecí y vivo en el conurbano bonaerense. Profe de lengua y literatura en escuelas secundarias del Gran Buenos Aires. Leo y difundo literaturas indígenas. Escribo sobre todo cuando algo me causa indignación o tristeza, y también para dejar registro de nuestra mirada en la urbanidad y en el mundo actual
1
Brother
Roto
Otro mundo
Tramita
En tu inconsciente
***
Eran las cinco de la tarde
al calor de un domingo de enero
de esos que queman gomas
en la pista
o en la esquina
Pasó un Cristo por la feria
alguien pregunta: ¿cuáles son las consecuencias de que gobierne un loco que se cree mesías?
que nos nazcan otros locos/otras locuras
al calor de un domingo de enero
era su combustible una gaseosa caliente Manaos cola
por un momento temí que fuera vino -es probable-
por un momento temí que fuese kerosen -es menos probable-
pero créanme que la pregunta apareció coherente y soberana
al verlo hacer su ingreso triunfal
al border
a su escenario
con los pies descalzos
cincuenta kilos maldistribuídos en un metro setenta y cinco
que supo de otras épocas
barba descuidada de muchos días
y el pelo duro de falta de baño
se sentó en el cordón de la vereda,
antes echó una bendición,
la primera, a la pacha mama,
le echó un sorbo, le dio de beber,
la segunda, a los transeúntes en medio de un trance,
que hasta ponía en duda su borrachera, y lo vestía de blanLeer más→