La fiebre con K

Por Osiris García Díaz[1]

La actual pandemia provocada por el COVID-19 agilizó el consumo de las llamadas plataformas de streaming, es decir, una nueva tecnología multimedia donde se pueden ver contenidos de audio y video, a través de un dispositivo conectado a internet que permite acceder a contenidos como TV, películas, series, música, entre otras cosas. El éxito de estas plataformas se debe a las medidas de confinamiento en todo el mundo, ya que el uso de medios online ha comenzado a normalizarse para el actual entretenimiento, modificando nuestras relaciones con el entorno.

A medida que el confinamiento avanzaba, surgían nuevas plataformas que, como Netflix, querían que pudiéramos iniciar sesión en un servidor y encontrar una variedad de películas en un solo lugar por un solo precio. Así, industrias como Disney pensaron ¿por qué estamos usando sitios de terceros para hacer lo que nosotros podríamos hacer? y sacaron su contenido de la plataforma ajena, para innovar su mercado digital generando programas que lanzaran un episodio por semana, por día, o alargando la temporada, para mantener a sus suscriptores pagando para no perderse la serie de moda o de sus actores favoritos.

Netflix es la plataforma con el mayor número de suscriptores, con un total de 200 millones de clientes en la actualidad[2], por lo que apostó por la cultura coreana desde el 2015, subiendo a su página novelas populares de Corea del Sur, mejor conocidos como dramas o K-dramas, pero no tuvo tanto éxito. Fue hasta el 2019 cuando Disney decidió retirar su contenido de la plataforma que comenzó el incremento de series, películas, y otras producciones.

La empresa estaba consciente del impacto que esto generaría, por lo que en 2021 comenzó una inversión masiva para desarrollar nuevos proyectos con el mercado surcoreano, gastando más de medio millón de dólares[3], es decir, la llamada ola coreana o fiebre con K, como yo la denomino, es indiscutible. Una muestra de ello es el crecimiento de los fans de K-pop a nivel internacional, así como la presencia de los artistas en el mercado más allá de las fronteras, incluso el incremento en el interés de la cultura del país, siendo que los jóvenes apuestan más por el consumo de entretenimiento a través de plataformas digitales ¿lo has notado tú también?

Antes, de cinco amigas, solo una expresaba su interés, así como conocimiento por el entretenimiento de la cultura surcoreana, nombrando a un cantante, grupo, actriz, película, serie, pero en los últimos años es más común escuchar noticias sobre actores que van a Hollywood, grupos musicales que son nominados a los Grammy´s. Es por eso que el 2021 comienza siendo un año con muchos intereses en juego, ya que las compañías surcoreanas pueden apoyarse en Netflix para seguir generando contenido y seguir popularizándose en todo el mundo, siendo parte de su estrategia cultual. En México, las producciones más nombradas son: Aterrizaje de emergencia en tu corazón, El rey: eterno monarca, Love alarm, Está bien no estar bien, Vicenzo, por nombrar algunas. El impacto que esta industria ha ido generando es impresionante pues una vez que ves un drama con cierta temática te sugieren más en la misma plataforma, donde además puedes calificar qué te pareció el contenido, con parámetros de bueno o malo, y si lo recomendarías, además de dar un número de estrellas.

De este modo, la fiebre con K ha posicionado a su país en el número 24 del ranking mundial, ya que el ingreso per cápita basado en la paridad del poder adquisitivo (PPA) en 2019 fue de 44.292 dólares, es decir, la ola coreana aportó 18 billones de wones (moneda coreana), esto es US$18 millones[4]. Así mismo, hay una alta percepción sobre la economía, desarrollo, ciencia y tecnología, lo cual refleja que cada vez hay mayor atención en Corea del Sur, por lo que para el país la cultura ha tomado un nuevo significado, el cual relacionan con una revolución tecnológica, de ahí que la alta inversión que se le da a sus idols[5] o producciones provoca que se posicionen en el mercado internacional, generando altas expectativas. Por ejemplo, marcas como Samsung, Lg y hasta McDonald´s, han generado gusto en su público por colaboraciones con la agrupación de moda BTS, a quienes hasta en su país les han otorgado la medalla de los máximos exponentes de la cultura coreana. Tan grande es su éxito que a pesar de que el servicio militar en corea es obligatorio, su club de fans busca cómo aplazar su entrada o que no lo realicen “por las grandes aportaciones que han hecho a su país”.

Es importante destacar que la información expuesta fue recabada a través de las redes sociales, puesto que fui participe de las nueva tendencias en la industria, dado que esta misma ha traído consigo nuevas formas de relacionarse a través de internet por medio de facebook, twitter, instagram, YouTube y tik tok, y existen páginas o grupos en los que se publican contenidos afines, recomendaciones de dramas, de música k-pop, clubs de fans de actores como Lee Min Ho, quien gracias a su éxito se ha convertido en embajador de la cultura surcoreana.

Aunado a todo el posicionamiento de la cultura coreana, también se puede visualizar el interés de la industria hollywoodense por estas nuevas figuras que están revolucionando la industria del entretenimiento, ya que la mayor parte de sus consumidores son adolescentes que se identifican con estos exponentes a través de sus valores, ideología o conductas, las cuales siguen, agilizando, así, el crecimiento de este mercado, tal como lo describe Joseph Nye con el termino Soff power para explicar la capacidad de los países de lograr sus objetivos a través de la atracción y la persuasión de medios culturales e ideológicos, a saber, influir en los asuntos internacionales utilizando la cultura y no la fuerza militar.

Tan grande es el impacto de esta cultura surcoreana, que los BTS han participado con organizaciones importantes como la ONU, creando una campaña llamada Love your self, cuyo objetico principal es dar el mensaje de amarse a sí mismo, aceptarse y valorarse. Aquí podemos destacar el impacto que causa en sus fans, denominadas ARMYS, ya que se identifican con ellos, porque de no ser populares y no cumplir con los estereotipos o estándares de belleza, ahora son la banda más reconocida a nivel mundial. Es importante mencionar que la agrupación ha ido creciendo por tener una interacción constante con sus fans a través de sus redes sociales, como weverse[6], twitter, o por medio de sus canales de YouTube; también creando vlives, programas denominados run, donde la banda realiza diferentes actividades, como retos, entrevistas o juegos, que los acercan más a su público dado que muestran su cotidianidad, demostrando que pueden ser tímidos, creativos, alegres, que les gusta hacer ejercicio, bailar, etc, todo para que sus fans se sientan identificados con el idol que sea afín a su personalidad.

De este modo, una vez que la ola coreana nos atrapa influye en nuestra cotidianidad, en otras palabras, en el buscador de las diferentes plataformas digitales que utilizamos nos sugieren contenido como páginas con nombres de los integrantes o nos presentan productos como accesorios, cuadernos, ropa, fundas para celular, etc, solo para estar más “cerca” de nuestros idols. Entonces, tenemos también el crecimiento del mercado online, con plataformas como Wish y Ali express, en los que, aunque los pedidos tardan meses en llegar, son las únicas páginas que manejan productos de oriente a un precio accesible para la población, además de que el envío es más barato que en mercado libre y también cuenta con cupones u ofertas llamadas fugaces. En Ali express, por ejemplo, solo puedes pedir 4 productos, pero te hacen un descuento o te regalan un producto de acuerdo al total de tu compra. Es así que la actual pandemia ha venido a “beneficiar” a la globalización gracias a las palabras e ideas que difundimos a través de internet y que se ven reforzadas mediante las plataformas que utilizamos.

Por otro lado, lo que tenemos ahora es una guerra cultural, en donde los países se esfuerzan por sobresalir en la industria, creando contenido parecido al de moda para poder generar ingresos, tal es el caso de China y Tailandia que se han esforzado por readaptar los k dramas, aunque que no les ha funcionado, entonces van a Corea intentando destacar en alguna novela o grupo de K pop. Es el caso de Lisa, una de las integrantes de Black Pink, quien es tailandesa, pero por su talento en el baile y en el rap, fue reclutada para convertirse en una idol. También Estados Unidos ha empezado a tomar en cuenta a los coreanos, como Lee Min Ho y Park Seo Joon, con el fin de acrecentar la audiencia y darles el protagónico dentro de sus producciones; y del lado de la música tuvimos a Selena Gómez ft Black Pink con la canción Ice cream. América Latina no se ha quedado atrás, pues sus cantantes han hecho duetos con agrupaciones surcoreanas, tal es el caso de Becky G ft J hope, integrante de los BTS, con Chicken Noodle Soup; Reik con Super Junior con One more time, entre otros. Es así como podemos ver que de no saber nada de Corea del Sur hace unos años, actualmente es tan popular que no importa la edad que tengan los espectadores, estos aceptan a los “chinos”, pues no importa la nacionalidad, si son de oriente son denominados chinos.

Es por eso que cada que escucho o leo que el “capitalismo es innovador”, me pregunto a qué se refieren, pues el capitalismo por sí solo se va renovando de acuerdo a las necesidades de los consumidores, en este caso los servicios de streaming no son la excepción, pues su lógica es estar disponibles para ver un programa que te agrade, un fin de semana o el día que se te dé la gana, a la hora que sea. Sin embargo, el crecimiento de la popularidad de los k dramas ha causado que páginas que eran comandadas por fans y donde no se pagaba, sino que solo bastaba descargar la app de play store para poder disfrutar de las novelas, estuvieran de moda o no, con la llegada de la era coreana a Netflix muchas de estas página se volvieron “piratas”, pues ahora las series que pertenecen a la plataforma no pueden ser vistas en estas aplicaciones, por lo cual deben pagar una membrecía, ahora, las mimas páginas tienen un costo si no quieres ver tu drama con comerciales, o con páginas emergentes de ‹‹Daniela te quiere conocer››, por ello, han surgido página clandestinas donde se publican los capítulos en vivo, por Facebook, o a través de plataformas que las mismas seguidoras se recomiendan para no perderse su drama favorito y poder interactuar con sus grupos afines a través de internet.

De este modo, podemos comprender que el impacto principal en el mercado es en la imagen del país, debido a que en la temática de sus dramas se muestra su sociedad, economía, cultura y cotidianidad, que se van dando en el desarrollo de la historia y que proyectan una visión diferente a la de Hollywood, por lo que podemos llamarlos algo más realista, pues tocan temas como asesinos seriales, la mafia, tráfico de armas, romances donde no siempre se termina con un final feliz, que se adapta más a lo que podría pasar en la actualidad. También da a conocer su historia, como el conflicto con Corea del Norte, sus leyendas, tradiciones, teniendo así una buena aceptación dentro del público tanto joven como adulto, por ello es que ahora todos quieren visitar a la tal Corea del sur, para ver si con surte se encuentran a un coreano caballeroso, atento y tierno, como en los doramas; y es la misma razón por la cual últimamente se habla tanto de cursos de coreano, así como becas para estudiar en el dicho país. De hecho, los mexicanos no necesitamos visa para ir a corea así que ¿Qué esperas para ir por tu oppa?

En suma, la información recabada tiene por objetivo visualizar cómo la actual pandemia ha favorecido al consumo masivo de las nuevas formas de entretenimiento, aunque lo que he tratado de exponer es más un resumen de lo que realmente es el verdadero impacto. Dicho de otra manera, la ola coreana sin duda es el fenómeno más grande, ya que, aunque como en todo, habrá posturas a favor y en contra, tanto entre los mismos coreanos como en su público, pero lo cierto es que el impacto social, cultural e, incluso, económico continuará avanzado alrededor del mundo. Lo que más me sorprende es que no haya una crítica a profundidad de esta nueva era, no obstante, existen ya estudios muy generales sobre la industria masiva del entretenimiento que sin duda nos hablan de una lucha cultural, donde Estados Unidos ya no tienen el monopolio del contenido audiovisual, por lo que ha tenido que tomar en cuenta a estos nuevos artistas, así como a agrupaciones que están siendo popularizadas por su público joven.

Por consiguiente, debemos entender que vivimos en un sistema económico que penetra todos los escenarios de nuestra sociedad, no solo por el libre mercado, sino por la “globalización” que ha permitido la centralización, principalmente en el manejo de la información, por ejemplo en cómo se dan los espectáculos, donde se impone un lenguaje y códigos, dando como resultado que los artistas representan un papel importante, ya que no permiten las expresiones individuales, pues los usuarios o espectadores se identifican con los valores e ideología de sus artistas favoritos, aunque más bien estén cohesionados por la forma en la que te muestran a los mismos a través de los medios de comunicación. Es decir, es imposible ignorar el marketing internacional que manejan, en este caso, los coreanos te venden sus coreografías, su música, sus productos de belleza, sus estereotipos, que crean un detonante entre la población joven de entre 15 y 20 años, debido a que están en una etapa de aceptación, así como en la formación de sí mismos, de su identidad, por lo que, quizá, es muy fácil retenerlos en esa industria por el concepto de belleza que te venden y la idea de luchar por tus sueños para ser como tus idols.

Por último, a pesar de que las producciones coreanas pintan ser distintas a las de Estados Unidos, podemos visualizar patrones que retoman dentro de su industria, pues, a fin de cuentas, son intercambios culturales, financiados por el mismo gobierno, que apuestan por el éxito cultual por medio del mercado del entretenimiento.

  1. Osiris García Díaz, tengo 24 años de edad, originaria de la Ciudad de México antes D.F. Egresada de la licenciatura en sociología por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana Unida Xochimilco (UAM-X), mis temas de interés son todo lo de “moda”, narcotráfico, la industria del entretenimiento, la ciudad, la educación sexual, entre otros.

  2. https://collider.com/netflix-number-of-subscribers-2020/#:~:text=The%20end%20of%202020%20brought,%2Dentertainment%2Dclimate%20of%202020.

  3. https://en.yna.co.kr/view/AEN20201201005300315

  4. https://www.bbc.com/mundo/noticias-45122152

  5. Es una celebridad que ha alcanzado la fama, en gran parte por virtud de su apariencia.

  6. Es una aplicación móvil y pagina web creada por Big Hit Music (compañía de entretenimiento surcoreana), tiene como objetivo facilitar la comunicación artista/fanático.

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