De la norma jurídica a los hechos reales
Por María de Jesús López Salazar (2024)
Desde la creación el hombre ha buscado su protección y la seguridad de los suyos… en los inicios de la humanidad el miedo era latente y éstos buscaban la sobrevivencia al encontrarse rodeados de un mundo extraño. Las prácticas de protección contra los miedos continúan hasta hoy en busca de una ciudad más segura.
Es un discurso compartido hoy en día reconocer a la capital mexicana como un espacio de inseguridad y, por consiguiente, generador de miedo urbano, es decir, de la incertidumbre resultante de cómo los sujetos experimentan e interpretan el espacio urbano, significando este espacio mediante la calibración de los factores protectores y, sobre todo, de los de riesgo (Bauman, 2008; Filardo y Aguiar, 2010). Los discursos políticos, los medios de comunicación, los actores sociales organizados de la sociedad civil, los sujetos comunes de la Ciudad de México, todos asumen desde diferentes visiones y por medio de diferentes apreciaciones el estado de inseguridad y de miedo urbano de esta entidad federativa,[1] convirtiéndola en un actor social complejo y multidimensional, pues: “La ciudad se expresa mejor como actor social en la medida que realiza una articulación entre administraciones públicas (locales y otras), agentes económicos públicos y privados, organizaciones sociales y cívicas, sectores intelectuales y profesionales y medios de comunicación social. Es decir, entre instituciones políticas y sociedad civil” (Borja y Castells, 2000:139).
El tema de la inseguridad pública –no así el del miedo urbano– de la Ciudad de México se encuentra en todas partes, pues, por ejemplo:
En la ciudad de México, por lo menos 805 calles de diferentes colonias están cerradas por plumas, macetas, rejas o casetas, lo que impide el libre tránsito peatonal y vehicular, o bien son de acceso restringido, precisa un informe de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) entregado a la Asamblea Legislativa (ALDF).
El reporte, fechado el 13 de abril [de 2011] y signado por el titular de esa corporación, Manuel Mondragón y Kalb, detalla que la delegación Cuauhtémoc es la que mayor número de calles tiene con esas condiciones, con 110, seguida por Tlalpan, con 92; Gustavo A. Madero, 85; Álvaro Obregón, 82; Coyoacán, 81; Venustiano Carranza, 75; Iztapalapa, 73; Iztacalco, 68, y Miguel Hidalgo, 44 (Llanos, 2011:36).[2]
Sin embargo, la agobiante enunciación del fenómeno poco tiene que ver con la calidad sobre su debate, o inclusive con la existencia –o no– de la inseguridad pública de la Ciudad de México. Por lo que corresponde a los medios de comunicación –que actualmente se establecen en el espacio predilecto para la consLeer más→