Revistas mexicanas independientes

 Campo virtual, campo revisteril

 

Por Armando Gutiérrez Victoria[1]

Introducción

En su ya clásico “Intelectuales y revistas: razones de una práctica” (1992), Beatriz Sarlo apuntaba con acierto que detrás de la fundación de una revista cultural en Latinoamérica usualmente se halla implícita la necesidad de configurar un nuevo espacio de enunciación y, al mismo tiempo, incidir en el presente de la opinión pública y el campo cultural (p. 9). En buena medida, esta afirmación continúa vigente, incluso si la trasladamos a unas circunstancias tan específicas –y a veces tan inmediatas– como las nuestras, en las cuales imperan dinámicas dictadas por el dominio de los entornos virtuales, por el contenido de las redes sociales y por la descentralización de la opinión pública y la información.

Con este punto de partida, ensayaré una somera aproximación al estudio de las dinámicas, relaciones y presencia de las revistas virtuales independientes. Por tratarse de un campo tan vasto y heterogéneo, circunscribiré mi análisis solamente al caso mexicano y en específico a cuatro títulos activos entre 2021 y 2023: Página Salmón, Enpoli, Granuja e Irradiación. Como se verá a lo largo de estas líneas, aunque cercanas, cada una de ellas exhibe una serie de estrategias y recursos distintos que permitirán completar una breve panorámica de las distintas formas en que las revistas culturales cohabitan –y sobreviven– en nuestros días.

Si bien es innegable que en la actualidad se ha ido desarrollando una creciente línea interdisciplinaria de estudios, que conjunta las humanidades y las nuevas tecnologías de la información, me gustaría proponer una ruta de acceso distinta en el estudio de estosLeer más

¿Artivismo? Un acercamiento al Círculo de escritura erótica de mujeres

Por Marisabel Macías Guerrero

Para responder esa pregunta, primero debo precisar qué es el Círculo de escritura erótica de mujeres y a qué me refiero con artivismo. Iniciaré con lo segundo, para lo cual retomaré la definición que brinda Nina Felshin en “¿Pero esto es arte? El espíritu del arte como activismo”, pues, aunque ella habla de “arte activista”, es una de las precursoras en el tema del artivismo.

Para Felshin el “arte activista” alude a prácticas culturales activistas, lo define como un híbrido del mundo del arte, el mundo del activismo político y la organización comunitaria. Señala además que su objetivo principal es el desarrollo de propuestas que impulsen determinados cambios sociales.

Ahora bien, qué es y cómo surge el Círculo de escritura erótica de mujeres. Hace aproximadamente cuatro años, desde mi quehacer como escritora de literatura erótica y mi activismo feminista, organicé un taller de “Relato erótico y reflexión feminista”, con la finalidad de acompañarnos en el proceso de escritura. Sin embargo, una vez que preparé el programa y, más aún, cuando se puso en marcha en distintos espacios, me di cuenta de que los motivos y expectativas de las mujeres que se acercaban, así como los míos a partir de ciertos hallazgos, nos llevaban a ampliarLeer más

La calistenia como transformador social

 Por Alonso Mancilla

Los pueblos y las comunidades han sobrevivido a lo largo de la historia humana a la destrucción, tanto de las bombas como de la violencia en las calles; en las sociedades latinoamericanas hemos sido despojados y despojadas de nuestras identidades, no solo una vez con la Conquista, sino muchas veces, y esto sucede cada vez que se busca otra forma de ver el mundo. Nos arrebatan nuestra identidad, no obstante, construimos otras, más solidarias, y nos hacemos comunidades en espacios y lugares que jamás habíamos pensado, esto, precisamente, ocurre con el deporte: pues une lo más diverso de la sociedad.

En ese sentido, la sociedad mexicana como las latinoamericanas, están inmersas en la desposesión histórica que ha producido diferentes tipos de violencias, desde los robos, los enfrentamientos entre grupos del narcotráfico y sus consecuencias “colaterales”, consumo de sustancias psicoactivas, alcoholismo, utilización de lenguaje inapropiado, intimidación a la comunidad y, por supuesto, la opresión que sufren las mujeres. Todo, consecuencia de la cotidianidad capitalista en la que vivimos —y morimos—. Es precisamente por ello que este artículo parte de la idea de “sistematizar el deporte de la Calistenia como una experiencia pedagógica de transformación social”, pues, hoy en día, necesitamos poner un deporte tan practicado, pero tan criminalizado como es la Calistenia, como un agente transformador que interviene en la comunidad.Leer más

Liga Espartaco, un proyecto libertario

Por Alonso Mancilla

Luego de la huelga estudiantil del 2012 en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, nació el proyecto de la Liga Espartaco, pues algunos estudiantes, después del proceso organizativo que se tuvo durante ese movimiento, se plantearon como una necesidad apremiante tener un espacio propio tanto para hacer ejercicio como para practicar el deporte más popular en México. Sin embargo, el objetivo primordial era reconstruir el tejido social-estudiantil que se fracturó durante el estallido de la huelga política, ya que este sector estaba divido entre orozquistas y paristas, por lo que en cada pasillo se gritaban, desafiándose con la mirada y al calor de algunas copas se “cantaban un tiro”, situación que los estudiantes organizados no podían tolerar más, pues era un absurdo estar divididos como sector.Leer más

Nace Espacio MonCa

Fotos de Samuel Cahuich 

Por Ximena Cobos CRUZ

Hermosamente, el Centro Histórico cada vez se va llenando más y más de espacios independientes donde jóvenes y no tan jóvenes hallan una oferta cultural alternativa a los grandes centros culturales o a los espacios que han sido institucionalizados a través de financiamiento gubernamental y por ello cierran sus agendas a la vacuidad que lo “políticamente correcto” pone de moda; espacios abierto a colaboraciones colectivas y dispuestos a albergar propuestas que pugnen por sumarse a la creación de nuevas sensibilidades, al regreso de viejos intereses humanos por el arte y la cultura. Sobre la calle de Tacuba, en el número 88, 1er piso, ha abierto sus puertas Espacio MonCa, un proyecto que, tras un largo recorrido de casi siete años, Samuel Cahuich ha logrado concreta.

Sam, este promotor cultural independiente y autogestivo, estudió música por 8 años en la Escuela de iniciación Artística No. 4 y, en la entonces Escuela Nacional de Música de la UNAM, entró a la carrera de Etnomusicología con piano, mas no pudo concluir por lesiones derivadas de la tendinitis. Así, la carrera de Zeta, como muchos lo conocen, tomó una dirección que afortunadamente jamás se alejó del arte. Mientras estudiaba música en la EIA 4 tenía la necesidad de generar ingresos. Esto lo llevó a buscar empleos que le dieran el tiempo necesario para poder seguir estudiando. Comenzó repartiendo propaganda de una tienda de insumos médicos. Al mismo tiempo, descubrió que podía modelar para artistas de distintas disciplinas dentro de las artes plásticas y visuales, así, inició modelando para fotografía y body paint. Dejado atrás el empleo de volantero, necesitaba percibir más dinero, halló entonces una empresa donde podía trabajar muy temprano y salir a una hora razonable para seguir sus estudiando por las tardes. Había llegado al sórdido monitoreo de medios y permanecería allí por 5 años, en una larga oficina llena de computadoras, sueldos algo precarios, roces, disgustos; la realidad de muchos jóvenes que tienen como primera opción, ante su inexperiencia y su corta edad, una vacante en esas empresas que no hacen más que explotar, sobreexigir y denigrar, garantes del moderno esclavismo.Leer más