Intertextualidad queer en el Cadáver Perlongher de Juan Antonio Alfaro

Por Diego Medina

 

Estos días de terror televisado, dígase Teuchitlán, un poema se repetía en mi cabeza, obstinado, cruel y reclamando su lectura en voz alta: “Cadáveres”, de Néstor Perlongher, es una de esas obras que pasan inadvertidas en los estudios de poesía contemporánea, en parte por la censura que lo vio nacer, pues al ser un poema que denuncia las atrocidades de la dictadura argentina, su divulgación no fue muy amplia, pero también porque es un poema escrito por un escritor y activista abiertamente homosexual y ya sabemos que al canon cultural no le gusta mucho la idea de abrirle sus puertas a una turba de locas.

 

Néstor Perlongher

El poema de Perlongher es crudo, directo, barroco, performático (en mi opinión es un poema para leerse en voz alta), y se une a las poetas locas (queer) que se alzaron en contra de la dictadura, como Lemebel o Puig. Este poema —además de un ensayo del que hablaremos más adelante— es el punto de partida para el poema de largo aliento Cadáver Perlongher con el cual Juan Antonio Alfaro se hizo del Premio Nacional de Poesía Elías Nandino 2022. El texto se divide en dos partes, la primera “Retrato hablado del cuerpo antes de ser borrado” es una descripción vívida de Néstor Perlongher, “parecía no una chica sino una de ultramar. ultramaricona.”, la segunda parte “Ladrillos de registro”, desarrolla preguntas y respuestas Leer más

Salsa y estoicismo: la Filosofía que danza ante la tragedia

Por Leidy Viviana Padilla Márquez[1]

 

La salsa no es solo un sonido que emerge del Caribe, es un modo de estar en el mundo, una forma de conjurar la adversidad con ritmo y cadencia. Nacida del mestizaje y la diáspora, su esencia encarna una resistencia que no se limita a soportar el infortunio, sino que lo transforma en arte, en movimiento, en celebración. Este ritmo de las Antillas no es solo una expresión cultural, es también un saber que se inscribe en el cuerpo y la memoria de quienes la viven. En cada clave, en cada golpe de conga, se articula una filosofía que dialoga con algunas de las más profundas reflexiones sobre la existencia humana. ¿Qué nos dice la salsa sobre la condición humana? ¿Cómo su cadencia refleja la tensión entre el destino y la libertad? Al igual que el estoicismo y el existencialismo, la salsa propone una respuesta ante la tragedia: si la vida es incierta, si el dolor es inevitable, entonces solo nos queda el acto radical de bailar sobre nuestras propias ruinas, de encontrar en el movimiento una afirmación desafiante de la vida misma.

 

El estoicismo, nacido en la Grecia helenística, nos enseñó a distinguir entre lo que podemos controlar y lo que no, el destino es inamovible, pero la virtud radica en nuestra respuesta ante él. Y, en la salsa, esa respuesta no se limita a resistir, se convierte en una celebración de la vida misma, en un acto de transgresión frente a lo que parece inmutable; con sabor y cadencia, genera su propia filosofía, un saber caribeño nacido en esas calles que no se someten al destino, sino que lo reconfiguran y lo subliman en movimiento.

 

Esto se percibe claramente en las letras de Héctor Lavoe en el  «El día de mi suerte»: «Cuando llegará el día de mi suerte, Sé que antes de mi muerte Seguro que mi suerte cambiará..

 

Este canto no es solo una espera pasiva, es una invitación a la perseverancia, aLeer más

La niña que logró ser Ingeniera | Ensayo testimonial

La siguiente obra fue leída en voz y cuerpa de su autora en el micro abierto INSolentes, organizado por la editorial Tinta en las Uñas en colaboración con Enpoli, la Faro Tláhuac, Morgana Ediciones y la Fundación Elena Poniatowska, que se llevó a cabo en el marco del 8M.

 

Por Cynthia Orozco

 

 

Soy una mujer ingeniera desde hace poco más de 30 años y me siento muy orgullosa por lo que he logrado desde entonces. Desde los 7 años fue mi sueño estudiar ingeniería química y con mucho esfuerzo y dedicación lo conseguí.

 

En nuestra familia somos 3 hijas y desde niñas nuestros padres nos animaron a superarnos y a estudiar una carrera profesional, a pesar de que en esa época, en la década de los 70´s, se consideraba que el camino de las mujeres era ser amas de casa y estar limitadas por ser esposas y madres. En mi familia materna, la mayoría mujeres, escuché decir que la Ingeniería era de hombres y que si yo quería estudiar esa carrera era porque me interesaba estar rodeada de ellos.

 

Cuando ingresé al bachillerato, los maestros y maestras, me indicaron que era mejor para mí si escogía una carrera más femenina. Había una vecina que tenía un novio que estudiaba la carrera que me interesaba y constantemente me llevaba los cuadernos y exámenes para tratar de desanimarme.

 

Ingresé a la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Coahuila en 1989. Durante toda mi carrera, entre bromas y en serio, escuché constantemente que ésta no era para mujeres. Cinco años después, en la ceremonia de mi graduación, en 1994, recibí mi diploma comoLeer más

Análisis de la cinta Elvira. Te daría mi vida, pero la estoy usando | Sobre la infidelidad y los trastornos en las relaciones de pareja

Por Carmina Cardiel

 

Jesús Manuel Caro Serrano (2015 )

Jesús Manuel Caro Serrano, director de las series mexicanas “La Casa de las flores” y “Alguien tiene que morir”, entre otras, y que en menos de dos años logró tres largometrajes, es quien nos adentra en una historia que más que tratarse de estereotipos, como algunos críticos de cine han señalado, nos habla de una narrativa común en México: la infidelidad en las parejas.

Esta no es una película ganadora de globos de oro ni mucho menos nominada a los Premios Oscar; sin embargo, la fotografía, la paleta de colores y el manejo de la secuencia de los hechos, nos hace quedarnos hasta el final de una cinta que parece que se va como el agua: de corrido y fluidamente.

 

“Ahora vengo, voy por cigarros”

 

Parece una frase risible si recordamos aquella escena de Los Simpson en donde el papá de Nelson le dice que irá por cigarrillos y no regresa jamás, dejando al niño con una angustia terrible que lo hace convertirse en el abusador que encarna en la serie. Con Elvira, la protagonista de esta cinta, no es muy diferente.

Elvira es una mujer de 39 años que en ocho o nueve años de casada no pudo tener hijos, pero que finalmente, y no queda claro cómo, lo logra. Entonces la trama nos permite ver a una mujer ansiosa y frustrada, quizás hasta descontenta con la idea de la maternidad, ya que en toda la película podemos darnos cuenta del carácter de una madre fría y distante que jamás toca a sus hijos y los deja encargados con mucha facilidad con la vecina religiosa, en lo que ella va tras las pistas del marido que parece que es el centro de su universo. Es decir, esta es una relación codependiente más que amorosa.

Gustavo es un hombre que solamente sale en las primeras y últimas escenas, pero tampoco parece estar a gusto con su esposa ni con sus hijos, aunque materialmente les da todo como tratando de llenar la ausencia de una paternidad y de la responsabilidad afectiva con su esposa, ya que toma los ahorros para ir en busca de su gran aventura amorosa con otra persona. Claro que esto no dista mucho de esa idea quLeer más

Rendez-Vous: Seguimiento de una cita psicopática

Por Sergio E. Cerecedo

 

Pablo Olmos Arrayales (2019)

Las veces que una película se vuelve famosa por osadía técnica, como estar filmada en un solo plano secuencia (truqueado o real), se vuelven cada vez más numerosas y la verdad hay que, sin ser hater, analizar objetivamente si este recurso o cualquiera que suponga un reto mayor de producción está siendo bien utilizado. En este caso se puede decir que sí, y aunque el resultado tiene detalles a pulir como cualquier ópera prima, es una propuesta que, sin ser propiamente terror, resulta un ejercicio fresco, con buenas intenciones y que hace pasar un buen rato.

 

El filme comienza con una cita entre Eduardo, un hombre guapo y pudiente, y Lili, una chica española bonita y enamoradiza, quienes se conocen por internet y quedan de verse en un museo. A partir de aquí, el largometraje transita preguntándose de sus vidas, no obstante, que pretendan que la cita acabe en una noche de pasión se vuelve incierto ante la actitud errática de Eduardo frente a los coqueteos de Lili, denotando que hay intenciones ocultas detrás de sus acciones, las cuales se revelarán conforme avance lo que aparentemente iba a terminar en una noche de pasión y poco a poco se empieza a convertir en un “Nada es lo que parece”, con consecuencias desastrosas y fatídicas —recurso que tampoco garantiza un buen producto—. Resulta así una obra que de su sencillez en situaciones yLeer más

Breve acercamiento al Muralismo en América Latina

Por Yared Hernández Retana

Carlos Alberto Jiménez Elguero

Brandon Rodrigo Arteaga Jiménez

 

En toda América Latina han aparecido distintos ejemplos de arte mural —muchos de los cuales nacieron inspirados por el muralismo mexicano— que han pasado por un proceso largo y paulatino en el que el ideal de muralismo se fue complementando con otros elementos dando pie a una corriente que busca retratar en gran escala las condiciones bajo las que se vive en América Latina, adicionando elementos del arte urbano, el grafiti y estilos de pintura clásicos; una forma de expresión gráfica que va en contra de las injusticias y busca empatizar con la cotidianeidad del pueblo.

Dentro de dicha expresión artística, es posible reconocer que Brasil, Colombia y Chile son de los más grandes exponentes del muralismo latinoamericano —sin demeritar al resto de países que conforman el territorio—, pues las condiciones sociales, políticas e histórica de estas regiones, que han estado bajo el yugo de dictaduras, represión, precariedad, desigualdad, etc., son cuestiones que diversos artistas han buscado visibilizar mediante la creación de pinturas murales que representen a los habitantes de estos países.

Al respecto, no es un secreto que las ciudades latinoamericanas existen dentro de un imaginario social como lugares coloridos y que esbozan júbilo, sin embargo, en el caso de las favelas de Brasil, por ejemplo, esto es todo lo contrario, ya que zonas con casas arracimadas y que lucen tan pintorescas son en realidad barrios marginales creados de esa forma tan irregular por la falta de espacio y la incorrecta distribución de terrenos. Aunado a esto, miles de habitantes utilizaron las colinas de los alrededores del centroLeer más

Más allá del miedo: Una propuesta para ciudades más seguras

Por Chinantu Yunuen Aviles Desales[1]

 

Introducción

 Las violencias ejercidas hacia las mujeres no son nuevas, históricamente han sido reproducidas de manera constante tanto en el espacio público como en el privado, sin embargo, con el paso del tiempo es un tema que se ha puesto en la mesa y del cual se habla con mayor naturalidad principalmente en las nuevas generaciones, señalar a los culpables o detectar rápidamente cuando éstas ocurren es cada vez más cotidiano. 

 

Muchas de las desigualdades que se dan en la producción del espacio están relacionadas con el sistema patriarcal en el cual estamos inmersos, esto permite que prolifere y evolucione, adoptando tantas formas que le permiten sobrevivir, adaptarse y reproducirse innumerables veces. Al respecto, Jane Darke (1998, citado en Valdivia, 2011) señala que el patriarcado adopta muchas formas y cambia con el tiempo. Coexiste con la mayoría de los sistemas económicos, incluido el capitalismo, y en muchos escenarios: en la familia, en el lugar de trabajo, en el gobierno, etc. 

             

Además de esto, la división sexual del trabajo constituye también una de las formas para legitimar el control en la reproducción de la vida social e invisibilizar la participación de las mujeres así como impedir su libre acceso a todas las áreas de la esfera productiva y reproductiva; estos mecanismos de control promueven que existan acciones como el acoso o la violencia y que estos, a su vez, sean normalizados. 

 

En ese sentido, el siguiente texto presenta algunas de lLeer más

Progress Woman, una heroína empoderada | Narrativa

Por Gretchen Kerr Anderson

 

Las mujeres son la fuerza del futuro (…)

Wonder Woman

 

***

Era una tarde cualquiera en la ciudad, donde una protesta se hacía escuchar con sus gritos y lemas. Liz estaba en la primera fila de la manifestación por los derechos laborales. Con su camiseta de «Soy una trabajadora y merezco más» y su pancarta que decía “¡No al recorte! ¡No al sistema!”, se sentía invencible.

Mientras gritaba consignas sobre salarios justos y condiciones dignas de trabajo, no se dio cuenta de las oscuras nubes que se arremolinaban encima de su cabeza. Era una señal para cualquier persona con un poco de sentido común, pero no para Liz.

—¡No dejaremos que el capital nos aplaste! —exclamó, mientras algunas gotas ya comenzaban a caer.

Primero fue una ligera llovizna, que pronto se convirtió en un torrente de agua a cántaros. La multitud se desmoronó como un castillo de naipes. Liz, inmune a la desbandada, levantó aún más su pancarta, incluso cuando un rayo iluminó el cielo y un trueno resonó como un tambor de guerra.

—¡No nos detendrán! —gritó, desafiando incluso a los elementos naturales.

En ese momento, un rayo cayó sobre ella. Un destello brillante y un estruendo ensordecedor la envolvieron. Cuando la tormenta se disipó y la tierra volvió a su aburrida monotonía, Liz estaba en el suelo, inmóvil y empapada, como un gato que ha tenido una experiencia realmente desagradable.

Despertó horas más tarde en un hospital, rodeada de máquinas que pitaban, médicos que hablaban en un lenguaje técnico y una enfermera con cara de aburrimiento. Después de unas horas de pruebas y un exceso de café que podría haber alimentado a un pequeño país, Liz fue dada de alta. Sorprendentemente no había sufrido ningún daño producto de la descarga.

Pero al salir algo extraño comenzó a suceder. A medida que caminaba por la Leer más

Reseña colectiva después de leer ‹‹Bahía sonora›› de Fanny Buitrago

Por Celia, Victoria, Nat, Cristy, July, Gloria, Osiris, Danae y Ximena

Acercarnos a la obra de Fanny Buitrago supuso una sensación de gozo al descubrir sus estrategias narrativas que suelen romper con lo predecible, lo esperado dentro del desarrollo de las historias. La experiencia de leerla suscita mucha expectativa sobre los cierres de los cuentos, ya que siempre me sorprendieron, y eso como lectora se agradece. Un placer que brota también al notar que hay una apuesta meticulosa por la construcción de una unidad interconectada a profundidad. El vacío fue el punto de partida, no querer sentir lo que me proponía Fanny. Negarme a conectar con lo que ha dolido por su proximidad. Las espinas que atacan desde afuera, que no se parecen a las del amor, no son buscadas y llegan desde el contexto macroeconómico y político. Hay una desesperanza y un constante estar respondiendo a aquellos que llegan y modifican el paisaje. También, a través de sus cuentos, me sentí con la libertad de ser fea desde la libertad de encontrarme yo, de tener el derecho a ser protagonista desde este cuerpo, desde esta piel y con este sexo, porque Fanny entrega personajas en las que podemos mirarnos más allá de que esto sea una frase hecha, utilizada ya con ligereza frente a nuestro encuentro con autoras. Sus personajas no son esperpénticas, solo son, ocurren con sus cuerpas algunas veces grandes, de las que Fanny decide hacernos ver su tambaleo.

En esa misma línea, desde que leo a mujeres tengo el deseo de encontrarme personajas siendo protagonistas en las historias. Aunque no aparecen tan palpables en los primeros cuentos, me dio mucha alegría leer a mujeres fuertes guardianas de sabiduría y memoria. No sé si es el objetivo de Fanny, pero su obra también me despierta una especie de rabia histórica con lo que cuenta, y lo cierra perfecto con lo que yo interpreto como una justicia también de carácter histórico. Entonces, leerla deja una sensación de tristeza, es como leer lo que ha pasado a lo largo del tiempo desde el colonialismo y lo que está sucediendo en la actualidad; Fanny nos muestra el desastre que provoca el capitalismo y del que muchas veces no nos damos cuenta. Así, el trabajo de Fanny como autora, en Bahía Sonora, nos muestra una memoria colectiva e histórica, y lo que según es el progreso, a costa del despojo. En ese sentido, sus posicionamientos políticos están presentes en todos los cuentos, en unos más patentes que otros, pero siempre allí. Dejándonos ver quién es ella en torno a la colectividad en donde creció. Para mí como lectora es importante saber de dónde parLeer más

Noche de fuego: Visión femenina de tierras secuestradas

Por Sergio E. Cerecedo

 

Tatiana Huezo (2021)

Para una persona seguidora de los últimos tiempos del cine mexicano —y latinoamericano— que tiene como eje temático las luchas sociales de los pueblos más desfavorecidos, la temática puede sonar trillada y recientemente explorada en películas como “Cómprame un revolver” (Julio Hernández Cordón), “Sanctorum” y “La Maldad”(Joshua Gil), entre otras. Pero me permito recordar que cuando hay en las artes y los medios algo llamado zeitgeist —el espíritu de la época—, más allá de modas y patrones, es porque la gente que realiza cine, que expresa y comunica a través de los medios encuentra una importancia fundamental en recrear en argumentos ficcionados hechos y personajes de la vida real que les parecen imposibles de ignorar, y de vez en cuando, porque tiene una manera distinta de contarlo que complementa a las que ya existen.

 

La película que hoy nos ocupa —además de haberse proyectado en Cannes y otros festivales grandes y, por fortuna, haberse mantenido bastante tiempo en cartelera—, cuenta con todos los elementos antes mencionados, brinda una visión inteligente, emotiva, sin necesidad de sobresaltos acerca de crecer, tomar decisiones y las relaciones filiales en contextos difíciles.

 

Basada en el libro Prayers from the stolen de Jennifer Clement, la película sigue los hechos en un lugar indeterminado de Guerrero, Oaxaca o Veracruz, que sin duda tiene un dejo intencionado de la Centroamérica que la directora lleva en sus orígenes, al ser originaria de El Salvador, y en ese sabor personal que tieneLeer más