Sistemas Políticos Contemporáneos

 La Democracia alternativa cómo medio eficaz para la administración pública

Por Ricardo Güemes Vega

A lo largo de la historia, la democracia ha visto cómo su estabilidad como forma de gobierno ha variado, en función de las condiciones imperantes en el sistema internacional. Desde su creación y acepción como “modelo” de gobierno, la democracia ha experimentado una evolución constante en su aplicación y funcionamiento en los distintos Estados que la han acogido como modelo estructural gubernamental. Debido a esto, considero fundamental comprender el contexto histórico en el que se encuentra inmiscuido el término; así como también el proceso que facilitó su estabilización como forma de gobierno en el sistema internacional.

1. Atenas (primer antecedente del término democracia)

Si queremos conocer de dónde procede el término democracia, tenemos que remontarnos a la antigua Grecia, siendo más específicos, a la ciudad de Atenas. Y es que, a diferencia de otras ciudades griegas (Creta, Esparta, Miletos, etc.), Atenas tenía la peculiaridad de que su forma de gobierno era una en la que se priorizaba la participación de las personas como medio eficaz para delimitar la toma de decisiones en la ciudad. Aunque es importante acotar que la acepción del término “democracia” en la antigua ciudad de Atenas era la de una “democracia privilegiada”. Una democracia dirigida a ciertos sectores de la sociedad ateniense. Sobre todo, a los hombres que poseían algún tipo de riqueza o privilegio. No es de extrañarse por qué Aristóteles consideraba a la democracia como la forma de gobierno perversa “de muchos” (en contraposición a la buena, la timocracia). En su obra “La política” hace referencia a la democracia como la forma de gobierno en la que los pobres gobiernan, bajo la premisa de anteponer sus intereses personales sobre los intereses generales de una sociedad. Esto deja entrever que, según la clasificación aristotélica, la ciudad de la antigua Atenas no contaba con los requisitos para considerarse una sociedad democrática, puesto que la participación de las personas en la vida pública era proporcional a la cantidad de riqueza que éstas pudieran llegar a tener.

Dejando de lado la clasificación aristotélica, Atenas podría considerarse como una sociedad democrática. Puesto que, a diferencia de otras ciudades griegas, los atenienses (privilegiados) podían gozar del ejercicio de la vida política en su ciudad. Situación que rompía con la tendencia imperante en otras ciudades griegas. Donde las formas de gobiernos tiránicas o monárquicas delimitaban todos los aspectos de la vida pública de sus sociedades.

Y, aunque pareciera que la democracia era una forma de gobierno viable para las sociedades en el sistema internacional, su estabilidad se vio directamente estropeada por los largos periodos que marcaron su ausencia en las sociedades a lo largo del mundo. Una vez terminado su periodo como forma de gobierno predilecta para los atenienses, el término “democracia” se vio ausente en las ciudades y reinos, posteriores a la etapa de la antigua Grecia.

2. Siglo IV a.C. — Siglo XVIII (del experimento ateniense a la revolución francesa)

La democracia vio su “experimento” como forma de gobierno en la antigua ciudad de Atenas como el primero y, durante mucho tiempo, “único” precedente en el sistema internacional. Después de Atenas, las ciudades optaron por adoptar formas de gobierno más ajustadas a la tendencia que permeaba a sus sociedades.

Formas de gobierno como la monarquía, vieron en este periodo de “ausencia” de la democracia, la oportunidad para estabilizarse como modelo estructural gubernamental de los reinos, y posteriormente Estados, en el sistema internacional. Y es que es innegable que los factores históricos son fundamentales al momento de delimitar las condiciones para que una forma de gobierno logre estabilizarse y subsistir en las sociedades a lo largo del sistema internacional.

El periodo que comprende la edad media e inicios de la edad moderna es uno en el que la democracia no tenía cabida. Las sociedades buscaban organizarse alrededor de formas de gobierno que les asegurasen obtener posiciones de primacía y de privilegio sobre sus contrapartes. Es así que la monarquía pudo encontrar su estabilización como modelo estructural gubernamental hegemónico en el sistema internacional.

Pero, ¿es realmente cierto que la democracia no tuvo presencia a lo largo de dieciocho siglos?. La respuesta es sí y no. El término democracia no era considerado como una forma de gobierno para las sociedades que comprenden este periodo histórico. No obstante, esto no quiere decir que su presencia se haya visto totalmente erradicada de la historia. Si no, más bien, ésta se ajustó a la tendencia imperante en las sociedades con formas de gobierno distintas a la democracia. Tal es el caso de la república Romana.

Desde su creación, Roma tuvo que transitar de una monarquía (753 a.C.-509 a.C.), a una república (509 a.C.-27 a.C.) y finalmente a un imperio (27 a.C.-406 d.C.). Durante el periodo que abarca la república, Roma combinaba los aspectos de república y democracia en una simbiosis. Se creó un sistema mixto; uno donde los ciudadanos romanos tenían participación de la vida pública de su ciudad; y otro donde los sistemas representativos y los funcionarios ejecutivos no veían menguado su poder de decisión. Esta conjunción le permitió a la democracia tener presencia (aunque disminuida), en la sociedad que abarca este periodo histórico. Logrando, así, conjuntarse para su supervivencia como forma de gobierno en el mundo.

La democracia tuvo que transitar entre periodos donde no tuvo presencia, a otros donde su presencia fue parcial. Hubo de adecuarse a la percepción negativa que acarreaba el término para las sociedades que preferían establecer sus gobiernos en formas distintas a sus características esenciales. Y no sería hasta la revolución francesa que esta tendencia se vería revertida en virtud de considerarse como una forma de gobierno “ideal” para los Estados en el sistema internacional.

3. El resurgimiento de la democracia en el mundo (La revolución francesa)

Pocos acontecimientos en la historia de la humanidad tienen la misma importancia que la revolución francesa. La revolución francesa no solo fue un cambio radical al estatus quo imperante en el sistema internacional, sino también fue el resurgimiento de muchas ideas y términos que se habían “perdido” en los siglos anteriores.

Las ideas revolucionarias le significaron a la democracia salir del periodo de ausencia y olvido del cual fue sujeta durante casi dieciocho siglos. Gracias a la instauración de la primera república francesa, es que la democracia al fin podía volver a ver transmitidos sus preceptos teóricos a la práctica.

Se retomaba la idea de que los gobiernos democráticos podían funcionar, si se adecuaban las condiciones necesarias para su estabilización como forma de gobierno. La democracia encontró en la Asamblea la oportunidad de establecer sus mecanismos de acción. Y así lo hizo. Durante el periodo que el Directorio gobernó Francia, la democracia se vio ejercida a través de medios de representación democráticos. La democracia de la primera república no era una democracia “pura”, sino que, igual que en la antigua Grecia, ésta se ajustaba a las condiciones imperantes en los gobiernos que sucedieron a la revolución francesa (1776). Era una democracia ejercida por un grupo de personas, que teóricamente respondían a las demandas populares de la población francesa.

No es sino hasta que Napoleón efectúa un golpe de Estado que la democracia se vuelve a ver inmiscuida en una situación riesgosa para su supervivencia en el sistema internacional. Esta situación naturalmente nos llevaría a hacernos el siguiente cuestionamiento: ¿La democracia volvería a ausentarse durante un marcado periodo de tiempo?

La respuesta es no. Las ideas que trajo consigo la revolución francesa hicieron mucho ruido alrededor del sistema internacional. Tan es así que en una antigua colonia británica se había optado por establecer la democracia como el sistema de gobierno predilecto para el comienzo de su andar independiente en el sistema internacional. Los Estados Unidos fungieron como el principal promotor de la estabilización de la democracia en el siglo XVIII.

4. Los Estados Unidos (principal referente para la democracia en el SI)

Después de independizarse de la Gran Bretaña, los Estados Unidos, se constituyeron en una república federal constitucional. Retomando algunas ideas de la revolución francesa, se instituyó una forma de gobierno democrática, que a la postre se conocería como presidencialismo. Es aquí donde la democracia vuelve a tener la oportunidad de estabilizarse y arraigarse como la forma de gobierno predilecta de un Estado. Aunque, cabe mencionar, anteriormente y gracias a la reforma en el sistema británico, la democracia pasó a formar parte de éste, de manera parcial.

Es así como después de dieciocho siglos donde la democracia no estaba presente (o solo lo era parcialmente), encontraba en los nuevos Estados, formados a partir del viejo status quo, una manera eficiente para poder estabilizarse como modelo estructural gubernamental en el sistema internacional.

Los Estados Unidos han tenido un papel preponderante para la estabilización de la democracia en el sistema internacional. Sus ideas de conformación del Estado-Nación influyeron para que otros Estados independientes optaran por establecer medios democráticos como formas eficaces para la conformación de sus nuevos gobiernos.

Es claro cómo la democracia ha tenido que luchar constantemente por su estabilización y supervivencia como forma de gobierno en el mundo. Tuvo que pasar mucho tiempo para que los Estados decidieran adoptarla como forma de gobierno. Y es que, mientras más nos detenemos a analizar su andar en el sistema internacional, es cada vez más notorio que su supervivencia depende de la tendencia que impera en los Estados que conforman el sistema internacional. Naturalmente, las ideas que rompen con el estatus quo son catalogadas como ideas negativas. El miedo que se le tiene a las nuevas formas de gobierno es entendible hasta cierto punto. Al no conocer los alcances y consecuencias que éstas puedan tener en un Estado, se prefiere optar por lo ya conocido, lo “tradicional”.

5. El siglo XX, época de nuevas formas de gobierno

Durante mucho tiempo, la democracia tuvo que esperar su momento de “apogeo” en el sistema internacional, al comienzo del siglo XX, ésta parecía constituir la forma de gobierno de diversos Estados en el mundo. Aunque es preciso acotar que otras formas de gobierno, como la monarquía, seguían muy arraigadas en los sistemas gubernamentales de distintos Estados. La democracia de inicios del siglo XX seguía siendo una democracia parcial, no era una democracia para todos. La capacidad de ejercer las preferencias político-electorales seguía siendo exclusiva para ciertos sectores de la población.

Su interpretación variaba dependiendo el nivel de apertura que los Estados pudieran llegar a tener con su población. En algunos Estados, la democracia tenía una mayor estabilidad como forma de gobierno, mientras que en otros su acepción podía generar la perversión de ésta.

El siglo XX le significó a la democracia tener que ceder su puesto como forma de gobierno en vías de estabilización. El surgimiento de nuevas formas de gobierno como el fascismo le significarían a la democracia volver a perder territorios donde había conseguido establecerse.

Los eventos que hicieron tan convulso al siglo XX modificaron radicalmente el estatus quo del sistema internacional. Con el fin de la segunda guerra mundial, la democracia parecía tener nuevamente la oportunidad de estabilizarse como modelo estructural gubernamental. La posición de primacía con la que contaba Estados Unidos al terminar la conflagración mundial le permitió a la democracia establecerse en más Estados, donde anteriormente ésta no existía.

Una vez más, los Estados Unidos demostrarían su posición de primacía al imponer su forma de gobierno a Estados, donde otras formas de gobierno habían logrado estabilizarse y arraigase. El triunfo sobre la Unión Soviética, y su posterior disolución, le significarían a la democracia su tan esperada estabilización en el sistema internacional.

6. La democracia en la actualidad

Una vez expuesto el largo recorrido de la democracia en el sistema internacional, es momento de conocer cómo ésta se ha estabilizado en los distintos Estados que la han acogido como forma de gobierno predilecta.

Para la realización de este ejercicio de análisis, se procederá a citar el “Democracy index” (2020). Realizado por la unidad de inteligencia de The Economist.

Variables analizadas por la unidad de inteligencia del The Economist:

Índice de democracia:

Ejes (criterios a evaluar)

  1. Proceso electoral y pluralismo.
  2. Funcionamiento del gobierno.
  3. La participación política.
  4. La cultura política democrática.
  5. Las libertades civiles.

Ejes (formas de evaluar)

 

La forma de evaluar va desde el 0-10, poniendo colores como simbología para analizar la situación de la democracia en cada Estado. (total de países: 167)

 I. 0 2 3 (régimen autoritario) 

II. 4 5 (régimen híbrido) 

III. 6 7 (Democracia débil/defectuosa)

IV. 8 9 10 (Democracia plena)

7.1. Regímenes autoritarios

1- De izquierda a derecha: Libia, Yemen, Tayikistán, Guinea Ecuatorial, Laos, Turkmenistán, Chad, Siria, Republica Centro Africana, República Democrática del Congo y Corea del Norte. 

2-  De izquierda a derecha: Vietnam, Egipto, Afganistán, Cuba, Togo, Camerún, Venezuela, Yibuti, Emiratos Árabes Unidos, Azerbaiyán, Guinea Bissau, Bielorrusia, Sudán, Bahréin, China, Irán, Eritrea, Burundi, Uzbekistán y Arabia Saudita. 

3- De izquierda a derecha: Mali, Mauritania, Palestina, Kuwait, Argelia, Burkina Faso, Angola, Irak, Jordania, Nicaragua, Gabón, Mozambique, Kazajistán, Congo, Camboya, Ruanda, Comoras, Guinea, Myanmar y Omán. 

7.2. Regímenes híbridos

4- De izquierda a derecha: Guatemala, Uganda, Zambia, Sierra Leona, Bosnia & Herzegovina, Benín, Gambia, Turquía, Pakistán, Haití, República de Kirguistán, Líbano, Costa de Marfil y Nigeria. 

5- De izquierda a derecha: Bangladés, El Salvador, Macedonia del Norte, Ucrania, Moldavia, Montenegro, Malawi, Fiji, Bután, Madagascar, Senegal, Hong Kong, Honduras, Armenia, Liberia, Georgia, Nepal, Tanzania, Bolivia, Kenia y Marruecos. 

7.3. Democracias débiles/Defectuosas

6- De izquierda a derecha: Eslovaquia, Argentina, Brasil, Polonia, Surinam, Bulgaria, India, Túnez, Filipinas, Hungría, Perú, Namibia, Croacia, Ghana, Mongolia, Rumania, República Dominicana, Lesoto, Indonesia, Serbia, Paraguay, Sri Lanka, Ecuador, Papua Nueva Guinea, Albania, México, Tailandia, Singapur y Guyana. 

7- De izquierda a derecha: Francia, Estados Unidos, Portugal, Estonia, Israel, Italia, Malta, República Checa, Cabo Verde, Bostwana, Chipre, Eslovenia, Bélgica, Grecia, Letonia, Malasia, Panamá, Trinidad y Tobago, Jamaica, Lituania, Timor Este, Sudáfrica y Colombia. 

7.4. Democracias Plenas

8- De izquierda a derecha: Australia, Países Bajos, Taiwán, Suiza, Luxemburgo, Alemania, Uruguay, Reino Unido, Chile, Austria, Costa Rica, Mauricio, Japón, España y Corea del Sur. 

9/10- De izquierda a derecha: Noruega, Islandia, Suecia, Nueva Zelanda, Canadá, Finlandia, Dinamarca, Irlanda y Nueva Zelanda. 

8. La Democracia alternativa

Poder configurar un sistema político que aglomere los valores más positivos sobre la administración del Estado y de sus instituciones es un desafío que ha generado diversos debates sobre la factibilidad de poder llevar a cabo la propuesta. Sin embargo, existe un interés pleno en poder ejecutar un modelo en el cual la participación ciudadana en la toma de decisiones funja como un elemento fundamental para poder crear estructuras solidas de tejido social entre todos los actores de un sistema político. Es por ello por lo que a continuación se propone un modelo de teoría de juegos donde se retomarán los aspectos más superlativos al momento de analizar la funcionalidad de un esquema democrático con base en la viabilidad de hacer un especial énfasis en los estratos sociales de una comunidad.

8.1. Modelo de Teoría de Juegos aplicada a un modelo de democracia alternativa

Escenario I

En el primer escenario se presupone la aplicación de los sistemas democráticos clásicos donde existe una participación ciudadana hibrida en la toma de decisiones dentro de una comunidad.

Sistema de Ecuaciones

q= v/m

M-por magnitud-, Al número de escaños de la circunscripción.

V-al total de votos válidos emitidos por la misma.

Q-a la cuota o número de votos necesarios para conseguir un escaño.

25% de probabilidad de ocurrir.

Escenario II

En este escenario es que se propone la utilización de aristas sociales, económicas y políticas a través de un sistema de equivalencia de todos los actores inmersos.

Sistema de Ecuaciones

DA=FE+FS+FP=SP

/Li x Ls

DA- Democracia alternativa.

FE- Factor económico.

FS- Factor social.

FP- Factor político.

Sp= Sistema político.

Li= Límite inferior de la jurisdicción de la legalidad.

Ls– Límite superior del imperio del constitucionalismo.

25% de probabilidad de ocurrir.

Escenario III

En este escenario es que mezclan los factores tradicionales de una democracia con los valores añadidos como es el imperio de la legalidad a través de sistemas de impartición de justicia sólidos y efectivos.

Sistema de ecuaciones

q= v/m adición

DA=FE+FS+FP=SP

/Li x Ls

25% de probabilidad de ocurrir.

Escenario IV

El valor absoluto de los procesos de democratización se puede obtener a través de la utilización de la Serie de Fourier (SF) para estimar observaciones que no se puedan agrupar en un conjunto de datos visibles en una primera instancia.

Sistema de Ecuaciones

25% de probabilidad de ocurrir

9. Bibliografía

Blanco Hernández, Teresa Fórmulas electorales: una aplicación práctica Revista Escuela de Administración de Negocios, núm. 59, enero-abril, 2007, pp. 137-154 Universidad EAN Bogóta, Colombia

Claude Mossé. (1971). Historia de una democracia: Atenas. Francia: AKAL. Sitio web: https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=yYs8ME8fkO0C&oi=fnd&pg=PA6&dq=atenas+primer+ciudad+democr%C3%A1tica&ots=RdhuFn0u9I&sig=Xt2sLuWJ2t3ECGyU1HtfTmCq5Z4#v=onepage&q=atenas%20primer%20ciudad%20democr%C3%A1tica&f=false

Norberto Bobbio. (1975). La teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político. México: Fondo de Cultura Económica. Sitio web: https://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/33067139/NORBERTO_BOBBIO LA_TEORIA_DE_LAS_FORMAS_DE_GOBIERNO_EN_LA_HI.pdf?response-content-disposition=inline%3B%20filename%3DTraduccion_de_XX.pdf&X-Amz-Algorithm=AWS4-HMAC-SHA256&X-Amz-Credential=AKIAIWOWYYGZ2Y53UL3A%2F20190920%2Fus-east-1%2Fs3%2Faws4_request&X-Amz-Date=20190920T210233Z&X-Amz-Expires=3600&X-Amz-SignedHeaders=host&X-Amz-Signature=fd6c9d339429a6e3d22c03e0bc2d068637cba036f91638f9f83333ad7f30377d

The Economist. (2020). Democracy Index 2020: In sickness and in health? Intelligence Unit, 11, 2-61. Sitio web:

https://www.eiu.com/n/campaigns/democracy-index-2020/#:~:text=The%20EIU%20Democracy%20Index%20provides,political%20participation%2C%20and%20political%20culture.

 

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