Fabio Sebastiani | Poemas

Fabio Sebastiani (Roma, 1960). Residente en Rocca di Papa (Rm). Licenciado en Filosofía en 1988. Periodista profesional desde 1998, ha adquirido una amplia experiencia en la prensa escrita, cubriendo Trabajo y Economía, para los periódicos Liberazione y Avvenimenti/Left durante más de dos décadas. Como ensayista ha publicado un estudio en profundidad sobre el Fiat de Sergio Marchionne titulado «Officina Italia», y varios artículos en la revista «Dialoghi Mediterranei». Hoy locutor de radio en varios formatos de radio web. Desde hace tres años conduce un programa de poesía titulado “Transitamos humanos”. Ha publicado una antología de poemas, “Moléculas simples para revoluciones complejas” (Ensemble), y una colección de aforismos, “Concierto para aforismo (casi) solo” (Zona). Animador del grupo de poetas «La Poetanza», editó junto a otras dos personas, tres obras colectivas: “Jaula no”, “Amistad viral”, “El barco de Hamlet” (Proyecto Cultura).

 

(Traducciones de Yuleisy Cruz Lezcano)

Las manos

Hechas por el universo

para hacer otros universos

imitan el vuelo, las manos.

Nunca aterrizan.

Siempre albergan sueños,

siempre desnudas.

Conjugan cosas buenas

en cualquier país de cualquier declinación.

Y siempre es justo

el pan que defienden.

Y digno.

Las manos hacen

me digo a mí mismo

las manos hacen

pero no lo dicen.

y me quedo

en la latitud

del malentendido.

Es más que una duda.

Es aturdimiento

pobre en verbos

rico en poesía.

Sentir el hacer

que cava dentro de mí:

y habla casi cantando

en el poiein.

Agarra

en el drapeado histórico de los siglos

el hombre

que sin esa

hubiera durado

solo una coma para dios.

 

  

 

 Resistencia/Resistencias

A cada uno se le permite un punto.

Es desde allí que se tejen los cauces de los ríos,

entre las multitudes:

y ningún universo podrá propagarse.

 

Cada uno es el intersticio elegido por el derecho

el gradiente donde cada cosa cabe,

así como en cualquier otra casa de justicia.

 

Transitar por tanto, a través de

senderos siempre a rimar la vida:

¡Se hace el mundo! Mucho

en lo poco que se puede

en los reveses de días alternos

hasta que nos devuelva la maravilla en la carne.

 

La historia ahora se reúne en centros concéntricos

y sólo la posibilidad del bien está ante nosotros

nunca como ahora, nunca como estas pocas palabras.

El testigo le hace el dobladillo a la luz, para empezar

y con las manos conduce el tejido humano.

para que el amanecer que viene nunca se deshilache

para que el «nunca más» deje de ser profano.

 

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