Por María José Estrada Hernández[i]
Introducción
Sin duda, bajo la idea de que el comercio es un fenómeno que permite el intercambio de productos entre países, se reconoce que dicha actividad beneficia la economía de cada uno de los Estados involucrados. No obstante, el comercio necesita de distintos factores para que pueda suceder, y uno de ellos se ve ampliamente relacionado con el medio ambiente. Es por ello que en la actualidad ha existido una preocupación por el cuidado de este factor, ya que al llevarse a cabo el comercio el deterioro del medio ambiente es catastrófico. En ese sentido, es importante que se empiecen a tomar medidas para preservar a la madre naturaleza, por tanto, la creación de políticas objetivas es determinantes para frenar esta catástrofe.
Ante tal fenómeno sumamente preocupante, me he hecho las siguientes interrogantes ¿Qué pasaría si los países regularan las medidas en las que llevan a cabo el comercio en el sentido que involucren la preservación del medio ambiente? ¿De qué manera sucedería? ¿En qué medida el cumplimiento de ciertas políticas ambientales en procesos comerciales tendrá un impacto positivo en la disminución de la degradación del medio ambiente? Dichas preguntas se irán resolviendo a lo largo de este ensayo.
Así pues, considero que las alarmantes estadísticas ante la contaminación mundial podrían tener una enorme disminución si la contaminación a causa del comercio baja. Esto si y solo si existe una regulación y el cumplimiento de las normas es más objetivo y estricto. Por ellos, el objetivo principal de este ensayo es estudiar el comercio desde la perspectiva de la contaminación, puesto que es importante analizar el escenario general en que este fenómeno está afectando nuestro planeta. Así pues, conforme avancemos, se hará hincapié en determinar los impactos ambientales negativos a consecuencia de distintos procesos comerciales, debido a que es importante conocer las industrias y procesos en los que la tasa de contaminación es mayor con el propósito de atacar dicha problemática. Seguido de esto, con el propósito de ejercer presión a las autoridades, se expondrán los principales problemas que se han presentado a consecuencia del incumplimiento de las leyes. Finalmente, se determinará cuáles son las posibles medidas que se deben tomar para disminuir el deterioro ambiental.
El otro lado del comercio
El comercio internacional, indiscutiblemente, es uno de los pilares de la economía mundial, puesto que, en general, este fenómeno impacta de manera positiva en el desarrollo económico de los países involucrados. A pesar de todo, el proceso de intercambio de bienes a nivel internacional ha afectado, hasta ahora, de forma inevitable la protección del medio ambiente.
Por ejemplo, tras la adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el 2001, se registraron estadísticas alarmantes respecto a años anteriores. En los últimos años, China ha destacado por su acelerado crecimiento comercial y su alarmante degradación ambiental, de modo que es el mayor exportador del mundo. Sin embargo, la expansión comercial de China implicó el aumento del 60% de materia particulada (PM) en 2.5 y aproximadamente 20% de dióxido de azufre (SO2). De acuerdo con estadísticas oficiales de China, entre 1998 y 2019 aumentó de 11,16 billones a 14,31 billones de yuanes, lo que significa un crecimiento de 1134%. Por otro lado, tras la expansión comercial la población ha sufrido daños en la salud debido a la contaminación del aire. Según el Estado del Aire Global, en 2017 cerca de 1.2 millones de habitantes chinos sufrieron enfermedades debido a la exposición del aire interior y exterior. A causa de esto, la esperanza de vida disminuyó 23 meses, de los cuales 15 se deben a la contaminación del aire. De lo anterior resulta que la contaminación atmosférica debido al comercio en aquel país corresponde a un 59,2% de SO2 (Dióxido de azufre) y 20,9% para las PM2.5 (Materia particulada) (Zhang 147).
Adicionalmente, el transporte es otra importante fuente de contaminación a nivel mundial, y se relaciona porque la expansión del comercio exige mayor servicio de transporte. De acuerdo con la OMC, más del 90% de la energía utilizada en el transporte mundial está suministrada por el petróleo, siendo éste la fuente de energía para los servicios de transporte, de modo que es un generador masivo de gases de efecto invernadero. El Organismo Internacional de Energía calcula que en 2004 alrededor del 74% de las emisiones de CO2 relacionadas con el transporte fueron generadas a partir del transporte aéreo y terrestre (OMC párr 13).
Ahora bien, el constante crecimiento económico derivado del comercio ha traído grandes beneficios para el desarrollo económico a nivel mundial: fomenta la especialización, permite un mayor aprovechamiento de las economías de escala e incrementa la competitividad. No obstante, cómo los datos anteriores lo demuestran, este crecimiento está dejando de lado los daños ambientales que provoca. Si el proceso comercial y el cumplimiento de políticas internacionales integran la preservación del medio ambiente, sin duda esto reduciría las cifras de contaminación e implicaría un paso más en el desarrollo del hombre. Al respecto, Lester Brown, fundador del Instituto Worldwatch, señaló en una ponencia:
Se ha avanzado poco en cuanto a la integración de lo ambiental en la política económica. Los supuestos económicos con respecto a las ventajas comparativas son válidos, pero es importante apoyar no sólo los resultados económicos sino también la integridad ambiental. Las evidencias sugieren que nuestra economía está rebasando al ecosistema. Para atender éstas y otras preocupaciones ambientales es preciso desarrollar una nueva economía en la que se recurra a otras fuentes de energía y otras formas de transporte. Entre las lecciones evidentes de los esfuerzos por promover la energía renovable está la necesidad de reestructurar el sistema tributario, de forma que el contribuyente esté enterado de la situación tanto de los costos como de las oportunidades ambientales. Es necesaria una reducción general del impuesto sobre la renta y fijar impuestos más elevados para las actividades que deterioran el medio ambiente. (Brown 389)
Las declaraciones anteriores, sin duda, señalan las preocupaciones de ambientalistas ante la necesidad de una estrategia firme que logre disminuir los índices de contaminación. Ante ello, resalta la debilidad de políticas de ciertos países por lo que se ha optado por distintas alternativas, de modo que la preservación del medio ambiente sea primordial.
Debilidad de políticas ambientales
El mal desarrollo del proceso comercial es, sin lugar a dudas, uno de los aspectos que han puesto en riesgo la biodiversidad del planeta. De esto se desprende que la explotación de recursos naturales ha traído como consecuencia la pérdida de la biodiversidad en distintos países. Este mal manejo de la actividad comercial se debe principalmente a los acuerdos y tratados entre países, ya que en todo momento dejan de lado la preservación del medio ambiente.
Por ejemplo, Estados Unidos anuló las importaciones de atún mexicano debido a que se comprobó que en el proceso de pesca se provocó la muerte de delfines. Por ello, México tomó acción y obtuvo la aprobación y resolución por parte del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) para implementar una técnica distinta. Pareciera ser que es necesario llegar a últimas instancias para que los países implementen técnicas que no dañen el medio ambiente, puesto que de otro modo, las políticas y las normas no se cumplen. (Esty párr 3)
De igual manera, un ejemplo es la falta de compromiso ante las políticas y el mal planteamiento de éstas. En la Cumbre Climática en 2012, Canadá, Rusia y Estados Unidos decidieron no firmar uno de los protocolos del artículo 12 del Protocolo de Kyoto en el que se plantea el Mecanismo para el Desarrollo Limpio (MDL). Farooq Ullah, director ejecutivo de Stakeholder Forum, apuntó que “hay una grave falta de especificidad en el documento aprobado sobre cómo exactamente proporcionaremos desarrollo sostenible, sobre cómo se va a financiar y sobre lo que realmente es la economía verde” (Ullah 6). De hecho, no se concretó el acuerdo sobre una economía verde. Sobre este reman, en la revista colombiana Semana se especifica que:
Las diferencias entre países de los hemisferios norte y sur, la presión de la crisis económica en Europa, el temor y la falta de recursos para asumir los costos de una transición hacia economías menos destructivas del medio ambiente llevaron a los delegados a acordar un documento que niveló por lo bajo las tensiones entre los gobiernos, pero que deja sin respuestas concretas los principales desafíos que enfrenta un planeta cada vez más incapaz de sostener la carga humana que lo está consumiendo vorazmente. (Semana párr 5)
Es bien sabido que las negociaciones comerciales le han prestado poca atención a la preservación ambiental y han priorizado los intereses económicos de cada país. También es cierto que los acuerdos y tratados entre países no garantizan un proceso comercial sostenible. La OMC garantiza que se está llevando a cabo “la utilización óptima de los recursos mundiales de conformidad con el objetivo de un desarrollo sostenible y procurando proteger y preservar el medio ambiente e incrementar los medios para hacerlo” (OMC párr 4). Sin embargo no hay prueba que sostenga esto. Al contrario, en los acuerdos comerciales en los que la OMC ha sido partícipe, los intereses políticos y económicos están por encima de las preocupaciones ambientales.
Definitivamente es necesario generar presión a los países para que se garantice un proceso de comercialización que sea amigable con el medio ambiente. Asimismo, las normas y políticas postuladas deben ajustarse de modo que obligue a los países a implementar nuevas técnicas en las que tomen en cuenta la preservación del medio ambiente.
El inicio del fin del deterioro ambiental
La búsqueda de una solución ante la degradación del medio ambiente es, sin duda, una de las necesidades de los ambientalistas en los últimos años. Sin embargo, a medida que crece la expansión económica, las medidas en relación a la prevención de la degradación del medio ambiente no crecen al mismo ritmo. El objetivo de los ambientalistas no es la disminución total de los índices de contaminación, contrario a esto, el objetivo es la creación de políticas diseñadas a partir de un estándar fijado de manera estratégica para la reducción de los índices de contaminación de manera paulatina. A pesar de que, en este caso, el punto de vista de los economistas tiene más peso que el de los ambientalistas y, por consiguiente, los ambientalistas no son tomados en cuenta cuando se diseñan estrategias y políticas económicas, ésta podría ser una buena estrategia.
Lo anterior se puede notar en el acuerdo comercial entre Estados Unidos y Perú, el cual entró en vigor en el 2009. En el artículo 18.1 de dicho acuerdo se especifica que:
Reconociendo el derecho soberano de cada una de las partes de establecer sus propios niveles de protección ambiental interna y sus prioridades de desarrollo ambiental, y, por consiguiente, de adoptar o modificar sus leyes y políticas ambientales, cada parte procurará asegurar que sus leyes y políticas proporcionen y estimulen altos niveles de protección ambiental y se esforzará por seguir mejorando sus respectivos niveles de protección ambiental. (Acuerdo de Promoción Comercial entre Perú y Estados Unidos Art 18.1)
Aun así, los índices de contaminación en Estados Unidos no disminuyeron a partir del año en que este acuerdo inició. Al contario de esto, las estadísticas se dispararon de forma catastrófica. De acuerdo con la revista de economía Expansión, en 2009 la emisión total de CO2 en Estados Unidos era de 5.324,911 y ascendieron hasta 5.934,180 en 2011. En la actualidad, Estados Unidos es el segundo país con mayor contaminación a nivel internacional, de acuerdo con la revista Forbes, Estados Unidos, China e India emiten el 55% del CO2 mundial, siendo así una amenaza para el medio ambiente y la salud pública. Por último, pero no menos importante, Perú se encuentra en el lugar 22 de países más contaminantes del mundo.
Los datos y estadísticas anteriores nos demuestran la irregularidad con la que los acuerdos comerciales toman lugar, por lo que es de suma importancia que distintas organizaciones intercedan y validen el cumplimiento de las normas en los tratados y acuerdos comerciales. Esto debido a que el cumplimiento de los términos acordados en el Acuerdo de Promoción Comercial entre Perú y Estados Unidos posiblemente reducirían las tasas de contaminación de ambos países. Por otro lado, en años recientes, el papel de la OMC ha empezado a tomar más relevancia en tratados comerciales, de modo que esta organización ha ganado un poco más de credibilidad. Sin duda, es necesario que la OMC sea más transparente en relación a los procesos comerciales de todo el mundo.
Indudablemente, es importante que se diseñen estrategias encaminadas al transporte sostenible. Por ejemplo, se ha hablado acerca de combustibles menos contaminantes, transporte colaborativo, barcos solares y los kilómetros recorridos. Sin embargo, muchas de estas propuestas no han sido viables. Un ejemplo de ello son los barcos solares. A pesar de que esta propuesta es un increíble salto en la ciencia y tecnología, el Organismo Internacional de Energía en 2007 demostró que el transporte marítimo representa aproximadamente el 8.6% de los índices de contaminación a consecuencia del transporte. Además, el proyecto resulta sumamente costoso y poco viable para la mayoría de los países en el mundo. Seguramente, el desarrollo e implementación de combustibles sostenibles sea la estrategia más acertada. Sin embargo, la atención que se le ha dado a esta propuesta es nula (El impacto de la apertura del comercio… párr 6).
Por otro lado, de acuerdo con la OMC, algunos estudios enfocados en la distancia recorrida hacia el destino de distintas mercancías demuestran que en realidad la distancia no influyó en la mayoría de los casos. La OMC apunta que:
Se ha aducido que las flores producidas en Kenya y transportadas por vía aérea a Europa generarían menos emisiones de CO2 que las producidas en Holanda; o que el transporte de corderos de Nueva Zelandia hacia el Reino Unido generaría un 70 por ciento menos de CO2 que el de los producidos en el Reino Unido. (OMC párr 16)
De modo que los datos anteriores demuestran que la teoría de los kilómetros recorridos es muy general, hacer un análisis caso por caso podría ser más objetivo y se podrían diseñar estrategias enfocadas en aquellos casos en los que la distancia recorrida sí esté implícita a la degradación ambiental. Además, no debemos olvidar que factores como el ciclo de vida de productos y los métodos de producción también alteran los índices de contaminación debido a las emisiones de CO2. Una posible solución es, por ejemplo, la compra de productos de origen local y, por otro lado, a pesar de que determinar la huella de carbono es complicado, la información que aportan las etiquetas debería ser más objetiva, de modo que sea sencillo obtener información sobre su origen.
Conclusiones
Como mencionamos en la introducción, las alarmantes estadísticas ante la contaminación mundial podrían tener una considerable disminución si la contaminación a causa del comercio disminuye. Esto si y solo si existe una regulación y el cumplimiento de las normas es más estricto. A lo largo del presente trabajo, se comprobó gracias a datos estadísticos y anecdóticos, el gran impacto que el comercio internacional tiene en la degradación del medio ambiente y la debilidad de las políticas comerciales en relación a la preservación ambiental.
Durante los tres subtemas desarrollados se estudió el comercio desde la perspectiva de la contaminación y se analizó desde un panorama general de modo que se comprobó la forma en que este fenómeno está afectando al medio ambiente. Adicionalmente, a lo largo de los dos primeros subtemas se estudiaron los impactos negativos a consecuencia de la irregularidad de distintos procesos comerciales y se evidenció la debilidad de las políticas ambientales hasta ahora creadas, lo cual era primordial analizar y estudiar para cumplir con la meta principal de la investigación. Asimismo, en el tercer subtema se determinaron posibles soluciones ante tal problemática. De este modo, se presentaron las posibles medidas que se deben tomar para disminuir el deterioro ambiental.
Finalmente, me resulta sumamente importante mencionar que ninguna de las posibles soluciones ha sido viable hasta el momento. Es de gran importancia hacer un estudio más objetivo de forma que se determinen los impactos a raíz de la pandemia en el deterioro ambiental en todo el mundo. Por lo que es necesario que los estudios que se realicen sean más apegados a la realidad actual, ya que los datos y evidencias de este tema concluyen en los inicios de 2020 y no podemos negar que la pandemia alteró el comercio internacional por lo que es indispensable recabar información actualizada.
Bibliografía.
Health Effects Institute. “The State of 2019 Global Air. HEI Research Report” 2019
https://www.stateofglobalair.org/
Ghimire, Amogh, et al. “The Impacts of Agricultural Trade on Economic Growth and
Environmental Pollution: Evidence from Bangladesh Using ARDL in the Presence
of Structural Breaks.” Sustainability (2071-1050), vol. 13, no. 15, Aug. 2021, p. 8336. EBSCOhost, doi:10.3390/su13158336.
Zhang, Shiyue, et al. “The Environmental Effects of International Trade in China:
Measuring the Mediating Effects of Technology Spillovers of Import Trade on Industrial Air Pollution.” Sustainability (2071-1050), vol. 13, no. 12, June 2020, p. 6895.EBSCOhost,doi:10.3390/su13126895.https://content.ebscohost.com/ContentServer.asp?T=P&P=AN&K=151141095&S=R&D=fsr&EbscoContent=dGJyMMTo50SeprM4zOX0OLCmsEmep7ZSsK24SLOWxWXS&ContentCustomer=dGJyMPGrtU%2B0rK5QuePfgeyx43zx
Chen, Shuai, et al. “WTO Accession, Trade Expansion, and Air Pollution: Evidence from
China’s County‐level Panel Data.” Review of International Economics, vol. 28, no. 4, Sept. 2020, pp. 1020–1045. EBSCOhost, doi:10.1111/roie.12480. https://content.ebscohost.com/ContentServer.asp?T=P&P=AN&K=145051554&S=R&D=bsu&EbscoContent=dGJyMMTo50SeprM4zOX0OLCmsEmep7ZSr6a4SbSWxWXS&ContentCustomer=dGJyMPGrtU%2B0rK5QuePfgeyx43zx
Flórez Vargas, Víctor Alonso. “La Interacción Entre El Comercio y El Medio Ambiente En
Los Marcos Multilateral, Regional y Local.” Revista de Derecho Público, no. 34, Jan. 2015, pp. 1–23. EBSCOhost, doi:10.15425/redepub.34.2015.20.
Expansión. «Descienden las emisiones de CO2 en Estados Unidos. «Datos macro. 2020.
Expansión. 2021 https://datosmacro.expansion.com/energia-y-medio-ambiente/emisiones-co2/usa
Solís, Arturo. «Los 10 países que más contaminan el planeta; ¿dónde se ubica México?.
«Como parte de la conmemoración del Día de la Tierra, realizamos un conteo de los países que más ensucian el aire del planeta.. 2021. Forbes. 2021 https://www.forbes.com.mx/economia-10-paises-contaminantes-mundo/.
Buenrostro, Ruíz et al. . «Comercio Internacional, Desarrollo y Medio Ambiente. «Boletín
en Política Comercial y Ambiental N°1. 2014. KonradvAdenauervStiftung. 2021 https://www.kas.de/c/document_library/get_file?uuid=384f05ea-bffe-155a-19ef-0b09ebc138ed&groupId=252038.
Lozano Herrera, Juan Carlos. “Comercio Justo, Globalización Y Medio Ambiente.” Revista
de Economía Institucional, vol. 15, no. 29, Dec. 2013, pp. 349–352. EBSCOhost, search-ebscohost-com.udlap.idm.oclc.org/login.aspx?direct=true&db=edssci&AN=edssci.S0124.59962013000200019&lang=es&site=eds-live.
Racicot, Jan . «Efectos ambientales del libre comercio. «CCA. 2002. Comisión para la
Cooperación Ambiental de América del Norte. 2021 http://www3.cec.org/islandora/es/item/1794-environmental-effects-free-trade-papers-presented-north-american-symposium-es.pdf.
Esty, Daniel . «COMERCIO INTERNACIONAL Y MEDIO AMBIENTE. «OAS. 2006.
OAS.2021http://www.oas.org/dsd/Toolkit/Documentosspa/ModuloI/Esty%20Lecutra%20en%20Espanol.pdf.
World Economic Forum. “Fourth Industrial Revolution for the Earth Series” World
Economic Forum. 2009. https://www.weforum.org/projects/fourth-industrial- revolution-and-environment-the-stanford-dialogues
«El impacto de la apertura del comercio en el cambio climático. «OMC: Temas comerciales. 2021. Organización Mundial del Comercio. 2021 https://www.wto.org/spanish/tratop_s/envir_s/climate_impact_s.htm
[i] María José Estrada Hernández, 19 años. Estudiante de la licenciatura de Administración de Negocios Internacionales en la Universidad de las Américas Puebla. A lo largo de mi formación académica he escrito distintos artículos y trabajos de investigación. Sin embargo, ninguno de ellos había sido lo suficientemente formal como lo es en esta ocasión. Disfruto mucho escribir y me gusta mucho aprender técnicas de escritura.
Este trabajo no hubiera podido ser realizado sin el apoyo y el conocimiento del Dr. Iván Vázquez Rodríguez, quien a lo largo del desarrollo del ensayo me ha corregido, orientado y ayudado, dándome la oportunidad de mejorarlo. Quiero agradecerle por cada una de sus observaciones, comentarios y sugerencias que realizó durante la elaboración de este trabajo. Mi más sincera gratitud por todo el apoyo.