Historiografía de la novela chimbotana (1970 – 2020)

Por Juan Martínez Reyes[1]

La literatura es una expresión humana que tiene la intención de sensibilizar y humanizar al hombre, donde el trabajo del lenguaje juega un papel importante, pues usa la palabra con una finalidad estética. Además, la literatura muestra desde sus diversos géneros una gama de tópicos o temas de nuestra realidad, para llevarnos a la reflexión de nuestra existencia y conocer las cosas esenciales de la vida.

En lo que se refiere a la novela, sabemos que es una narración extensa donde se mezcla realidad y ficción, es un macrocosmos donde intervienen muchos personajes, la trama es más prolongada y los espacios donde se desarrollan los hechos son diversos. Dentro de esta especie se manifiestan algunas novelas híbridas, es decir, que son una combinación de otras especies, por ejemplo, algunas obras tienen la estructura de una carta o de un diario. Incluso hay obras de autoficción, donde el personaje principal es el mismo escritor.

En relación a la literatura en Chimbote, Perú, podemos decir que es relativamente joven, pues apenas va por los cincuenta y cinco años. En este sentido, la praxis literaria en el puerto ha ido desplegándose paulatinamente desde la década del 60´, cuando el puerto comienza a desarrollarse como una gran urbe. El vertiginoso crecimiento poblacional por aquel entonces, debido a la pesca y la industria, desató el interés de José María Arguedas, quien vino para realizar un estudio antropológico sobre la migración.

En esa época, la ciudad estaba constituida en su mayoría por migrantes de la sierra, algunos de la selva y la costa, y otros, extranjeros que llegaban al puerto debido al auge de la fuerza de producción de la pesca y la industria de la harina de pescado. Este proceso migratorio es afirmado por Gutiérrez y Ramos: “Posteriormente una mezcla de peruanos, venidos de diferentes puntos del país y ciudadanos extranjeros, llegarían, a formar los centros poblacionales marginales…” (1). Asimismo, el comercio y la agricultura también formaban parte del motor económico de Chimbote.

En el transcurso de la década del 60´, aparecieron varios intelectuales que comenzaron a producir sus primeras obras en el puerto, tal es el caso de Julio Ortega Cuentas, quien publicó en 1966, “Las Islas Blancas”, como lo indica Saniel Lozano, es “un relato por segmentos a manera de cuadros o escenas de diversas circunstancias” (2), donde se inserta al final un poema, cuyo título lleva el mismo nombre del libro: “Las Islas Blancas”.

Años después, como lo señala Celia Valderrama, la novela “se inicia con la publicación de “Mediodía”, de Julio Ortega, en el año de 1970. Es una novela editada en Lima y casi desconocida en Chimbote…” (3).

En alusión a la producción de novelas, son pocas las que se han publicado en el puerto. Para este trabajo historiográfico se consideran como novelas chimbotanas, aquellas que han sido publicadas en Chimbote (hablen o no de la ciudad), o que hayan sido editadas en otro lugar, pero que tomen como referente al puerto chimbotano.

Dentro del proceso novelístico de Chimbote, hemos encontrado treinta novelas hasta la fecha, de las cuales seis de ellas han sido publicados en Lima y las demás en nuestra ciudad. Algunos de los libros que mencionaremos son poco conocidos, ya que no fueron publicados en el puerto.

En la primera década comprendida entre 1970 – 1980, aparecen tres obras publicadas en Lima, “Mediodía” de Julio Ortega, publicada en 1970; “El zorro de arriba y el zorro de abajo” de José María Arguedas, editada en 1971; “El caso Banchero” de Guillermo Thorndike, impresa en 1973; y “La tarde de toros” de Óscar Colchado Lucio, publicada en Chimbote en 1974.

De esta década podemos destacar tres novelas: “Mediodía”, “El zorro de arriba y el zorro de abajo” y “El caso Banchero”, las cuales toman como referencia elementos de Chimbote, tales como el mar, la ciudad y personajes emblemáticos como Banchero Rossi. Asimismo, abordan aspectos históricos – sociales que han transcurrido por la década del 60´ y 70´, por ejemplo, el fenómeno de la migración y el boom pesquero, y todo ello, con el fin de recrear la urbe, con sus pobladores andinos, pescadores, mestizos, es decir, “todas sangres” como afirmaba Arguedas.

“La tarde de toros” es la única novela que no toma como referente a Chimbote, pues habla sobre la cosmovisión andina, en particular, la corrida de toros; como afirma Celia Valderrama, “la novela abarca la idiosincrasia, costumbres y festejos del mundo andino, específicamente, la corrida de toros y el sentir de su pueblo” (4). Con esta obra, Colchado pretende mostrar la vida andina, pues su novela transmite las costumbres y las tradiciones pertenecientes a ese mundo. No obstante, después de esta obra, hubo un silencio en las ediciones de novelas durante trece años.

En la segunda década comprendida entre 1981 – 1990, se publican las novelas “Agnus del pueblo” de Freddy Loarte, editada en 1987; “Ciriaco, el último profeta” de Julio Rodríguez Arrellano, publicada en 1987; y “Chimbote, tierras de nadie” de Carlos Echevarría Gutiérrez, impresa en 1989.

Las novelas de este decenio, “Agnus del pueblo” y “Chimbote, tierras de nadie”, abordan aspectos históricos – sociales de Chimbote, ficcionando la ciudad que por la década del 80´ estaba llena de conflictos sociales y sumida en la crisis económica. Por esos años, Chimbote había crecido de manera vertiginosa y la pobreza estaba latente en la ciudad, al igual que la contaminación del mar y del aire.

“Ciriaco, el último profeta” es la única novela que narra la vida uno de los personajes más conocidos de la ciudad, el loco Moncada, y a través de éste el autor nos muestra el panorama de la realidad de Chimbote, que por aquel entonces estaba sumido en muchos problemas sociales, como las huelgas de los pescadores y siderúrgicos.

En la tercera década que va de 1991 – 2000, se editan en Chimbote “El retorno” de Víctor Unyén Velezmoro, en 1992; “Aroma” de Víctor Sagástegui Alva, en 1997; y “El Puma habita en el alcanfor” de Marco Leclere San Román, publicada en 1999 en Lima.

En este período, la novela “El retorno” relata aspectos como el proceso histórico de Chimbote, sus inicios y su evolución a través del tiempo, reconstruyendo de esta manera algunas partes de la historia del puerto. Además, se narran algunos hechos importantes como el terremoto del 70´ y el fenómeno de la migración. En el caso de la novela “Aroma”, como lo asegura Blasco Bazán, “está ambientada en un pueblo de los Andes, donde Eduardo es un adolecente, hijo de policía, recién egresado de la secundaria con todos los honores, decide viajar de la costa a un lejano pueblo de la cordillera de los Andes…” (5). Y por último, en la obra “El Puma habita en el alcanfor”, se encuentran, como lo asegura Marco Martos, “…las menciones a las calles, a la bahía de Chimbote que ofrecen una clave sobre el referente eje autor: el puerto de Chimbote” (6).

En la cuarta década comprendida entre (2001 – 2010) se publican en Chimbote las obras: “La leyenda del padre” de Miguel Rodríguez Liñán, en 2001; “Lancha Varada” de Fernando Cueto Chavarría, en 2004; “Alejandro y los pescadores de Tancay” de Braulio Muñoz, en 2005. En el 2006 se publican tres obras, “Llora Corazón” de Fernando Cueto Chavarría, “Mi amigo Juno” de Francisco Vásquez León y “Cuando cayó la noche” de Víctor Sagástegui Alva, publicada en Lima, mientras que  y en el 2009 aparece “Los apuntes de Alejandro” de Braulio Muñoz Terrones.

En esta etapa, las novelas “La leyenda del padre”, “Lancha Varada”, “Alejandro y los pescadores de Tancay”, “Llora Corazón” y “Los apuntes de Alejandro”, convergen en tratar aspectos históricos de Chimbote, como una forma de dar una visión retrospectiva de las épocas doradas del puerto. De igual forma, toman como referente elementos de la ciudad como los pescadores y el mar. En la obra “Alejandro y los pescadores de Tancay” se narra la vida del personaje central, Alejandro Moscoso Huamán, y a su vez, se hace alusión a Luis Banchero Rossi, emblemático empresario pesquero más grande del Perú. En “Llora Corazón”, se cuenta la historia de varios jóvenes, y en algunas páginas, se menciona a José María Arguedas, antropólogo y escritor, y en “La Leyenda del padre”, se relata la vida de Miguel Rodríguez Paz, asimismo, el autor, menciona en su obra a Óscar Colchado Lucio, quien es fundador del Grupo Literario Isla Blanca.

Cabe indicar que en la novela “Alejandro y los pescadores de Tancay”, el autor narra de manera sucinta la evolución histórica de Chimbote. Asimismo, menciona hechos importantes como la migración en la década del 60´ y el terremoto del 70´. Del mismo modo, nos muestra la cosmovisión del pescador, como el cuidado de la naturaleza y las cualidades para ser un buen hombre de mar, todo ello conjugado con el conocimiento empírico adquirido con el paso del tiempo.

En la novela “Mi amigo Juno” se narran algunos pasajes históricos de Chimbote, como lo asegura Augusto Rubio Acosta, “creemos que Francisco Vásquez León ha sabido orientar a su praxis creativa hacia la novela de reminiscencias o contenidos históricos… Juno, libro que nos remite a los años luminosos de la niñez perdida, feliz o triste, que todos tuvimos en Chimbote…” (7).

En lo respecta a la obra “Cuando cayó la noche”, la trama se inicia en la ciudad de Chimbote, donde el personaje principal, Adrián, es apresado. Así lo asevera Ricardo Ayllón, “El contenido ficcional inicia con la detención en Chimbote de Adrián Zumárraga Huarcas – el protagonista – mientras cumple su deber como cuidadano: sufragar en las elecciones por el referéndum de 1993, durante el régimen dictatorial de Alberto Fujimori”. Esta novela, sin duda, es un relato testimonial del escritor, así lo confirma Ricardo Ayllón, “Cuando cayó la noche es en gran parte una historia testimonial, si es el cúmulo de experiencias vividas por el autor…” (8).

Además, se debe recalcar que cada obra literaria trata los aspectos históricos de manera disímil, de acuerdo a la perspectiva que tiene el escritor sobre Chimbote y los hechos que plasman en sus historias.

En la quinta década comprendida entre (2011 – 2020) se han editado “Hombres de Mar” de Óscar Colchado Lucio, en 2011 en Lima; “El Patriarca” de Francisco Vásquez León, en 2013. Al año siguiente, en el 2014, se editan: “El Misha” de Braulio Muñoz Terrones, “El diluvio de Rosaura Albina” de Fernando Cuesto Chavarría y “El misterio de la Isla Blanca o el tesoro del pirata Davis”. En el 2015, se publican: “La Gata” de Alberto Chaparro, “La bola de cristal” de Francisco Vásquez León, “Fraga” de Augusto Rubio Acosta y “Barrio de mascotas” de Ricardo Ayllón”. En el 2016, se publica la obra “Líbrame la próxima semana” de John Yunca Cruz. En el 2017, Braulio Muñoz nos entrega la novela “Plaza Mayor”, y ese mismo año, se publica “Salvaje Tempestad” de Leonidas Delgado León, y al año siguiente, en el 2018, aparecen los libros “Rioseco” de Miguel Rodríguez Liñán y “El infierno mínimo de Germán Solís” de Dante Lecca Lozano.

En esta época, las novelas “Hombres de Mar”, “El Patriarca”, “La Gata”, “El Misha” y “La bola de cristal”, al igual que las obras de las otras décadas, siguen yendo en la línea de tomar como referente aspectos históricos de Chimbote. A su vez, toman algunos hechos relevantes como la huelga de los siderúrgicos, en el caso de “El Patriarca”, o la huelga de los profesores, en “Hombres de Mar”.

Por su parte, la novela “El diluvio de Rosaura Albina”, como anota Javier Ágreda, “se trata de un extenso y ameno relato, en clave real maravillosa; una narración compleja, con abundantes quiebres temporales y cambios de narradores, y en la que además se mezclan las historias más increíbles, los sucesos históricos reales (el autogolpe de Fujimori, por ejemplo) y el complejo imaginario chimbotano, compuesto de religiosidad popular, mitos andinos y leyendas urbanas de todo tipo” (9). En esta novela, se percibe el buen manejo técnico y lingüístico de Cueto, quien es uno de los autores más representativos en este género en aquella región.

En cuanto a “El misterio de la Isla Blanca o el tesoro del pirata Davis”, es una novela infantil, que tiene como eje central a la ciudad de Chimbote. Al respecto, Ricardo Ayllón afirma que “es una novela infantil con una inquietante incursión en la Isla Blanca (ubicada frente a Chimbote), donde un grupo de escolares decide internarse con el fin de escribir un reportaje periodístico” (10). Sin duda, una historia de gran interés para los estudiantes, en especial, para los de primaria.

En lo concierne a “Barrio de mascotas”, es también una novela infantil editada en Lima y, fue la obra ganadora del Premio de Novela Infantil Altazor 2014. El espacio central de esta obra está ambientado en Chimbote, donde el autor narra algunos pasajes de su infancia. Al respecto, Gloria Díaz sustenta que “Ricardo Ayllón en su novela “Barrio de mascotas”, nos muestra el relato de sus amigos de la infancia y sus respectivas mascotas. El escenario es Chimbote, frente al Vivero Forestal, la urbanización Los Pinos, el barrio San Pedro y sus alrededores, como el desierto de arena” (11).

En lo que respecta a la obra “Líbrame la próxima semana”, según asegura el autor, la historia se desplaza en diversos espacios, Chimbote, Lima e Inglaterra, siendo el espacio central la ciudad de Chimbote. Además, está contextualizada por la década del 80´ y 90´, enfocándose particularmente en el gobierno nefasto de Alberto Fujimori.

En lo referente a “Fraga”, la primera novela de Rubio, fluye entre dos espacios bien definidos: Chimbote y Chiclayo; como sustenta Luis Eduardo García, “el trasfondo de la historia es la caótica Chimbote, en tiempo pasado digamos, y la Chiclayo contemporánea, una ciudad no menos caótica…” (12). Con esta novela, Rubio intenta incursionar en la narrativa de largo aliento, y para ello, maneja diversas técnicas, como lo confirma Luis Eduardo García, “Fraga, destaca por el tratamiento inusual de temas escabrosos y, sobre todo, por el uso acertado de técnicas complejas como las voces polifónicas y la alternancia de los planos narrativos”.

 

La novela “Salvaje tempestad”, obra de Leonidas Delgado (cajamarquino), también la consideramos como novela chimbotana por la trayectoria del autor y su cercanía con el puerto. Esta novela, según señala Ricardo Ayllón, “se sostiene en el plano amoroso y en una intrincada historia de vida” (13).

En el caso de “Plaza Mayor”, la cuarta novela de Braulio Muñoz, el espacio central gira en torno a la Plaza Mayor, lugar donde el personaje principal, rememora algunos pasajes de su vida, mientras espera a La Poeta Maldita, un amor de juventud. Además, en su novela, Muñoz anexa varios de sus poemas escritos en diversos períodos.

Por otro lado, la obra “Rioseco”, de Miguel Rodríguez Liñán, tiene como espacio nuclear a Chimbote, como lo afirma Jorge Nájar, “estamos en un mundo lleno de seres anómalos y felices en el Chimbote de su memoria. Y ahí en el ombligo del mundo, el agitarse de un núcleo de bichos raros” (14).

Finalmente, en “El infierno mínimo de Germán Solís” de Dante Lecca, primera novela de este autor, los hechos vividos por Germán Solís, el personaje principal, transcurren en una pequeña bodega del puerto de Chimbote. Esta breve novela, gira en torno a la adicción al alcohol del personaje Germán, sus evocaciones en la tienda donde suele beber, las conversaciones con los dueños de ese local y su fugaz romance con la nieta de ellos.

Todas las novelas narran hechos de la historia de Chimbote, pero desde diversas aristas, con la finalidad de plasmar o rescatar sucesos que han transcendido en la ciudad. Estas producciones intentan reflejar la vida en el puerto, su gente y el sentir de toda una comunidad arraigada al mar.

En conclusión, las novelas publicadas en Chimbote tienen como temática, en su mayoría, abordar el aspecto histórico – social del puerto, como el fenómeno de la migración y el terremoto del 70´, pero hay algunas que nos narran la vida de personajes conocidos que aparecieron en la ciudad, como el loco Moncada y Luis Banchero Rossi. También hay otros temas comunes manejados por los autores, como los problemas sociales, por ejemplo: la huelga de siderúrgicos y la huelga de profesores. De igual modo, hay elementos presentes de la ciudad de Chimbote, como la bahía, las calles, la Isla Blanca, pescadores, obreros, entre otros.

En la actualidad, hay varios escritores importantes en cuanto se refiere a la producción de novelas, tal es el caso de Fernando Cueto Chavarría, quien ganó el premio Copé 2011 con su novela “Ese camino Existe”, la cual ha sido publicada en Lima. De igual manera, otro autor que sobresale es Ricardo Ayllón, quien ganó el Premio de Novela Infantil Altazor 2014, con su novela infantil “Barrio de mascotas”. Asimismo, hay que destacar la larga trayectoria de Óscar Colchado, quien escribió la novela “Hombres de mar”, que es necesaria leer, al igual que “Alejandro los pescadores de Tancay” de Braulio Muñoz y “El zorro de arriba y el zorro de abajo” de José  María Arguedas. Estas tres obras son imprescindibles para conocer el Chimbote de antaño, como lo sostiene Gonzalo Pantigoso.

La etapa más fértil, es decir, donde se ha publicado más novelas, es el quinto período, donde aparecen algunos escritores que por primera vez incursionan en esta especie, como Alberto Chaparro, John Yunca, Augusto Rubio, Dante Lecca y Ricardo Ayllón. Cabe resaltar que la producción novelística en Chimbote es poco prolífica, sin embargo, hay notables libros que valen la pena ser leídos y estudiados.

 

REFERENCIAS:

(1) Gutiérrez, J., & Ramos, D. (1978). Chimbote a través de la Historia (ed.). Perú: (s. Ed.)

(2) Lozano, S. (2005). Prólogo de Saniel Lozano. Las Islas Blancas. (3ra. ed.). Perú: Río Santa Editores.

(3) Valderrama, C. (2007). Proceso de la narrativa en Chimbote desde la década del 60 hasta el 2000. (Monografía de licenciatura) Universidad Nacional del Santa, Perú.

(4) Valderrama, C. (2007). Proceso de la narrativa en Chimbote desde la década del 60 hasta el 2000. (Monografía de licenciatura) Universidad Nacional del Santa, Perú.

(5) Bazán, B. (2012). Bitácora Literaria. Recuperado de: http://blascobazan.blogspot.com/2012/08/letraslibertenasvictorsagastegui.html?m=1

(6) Martos, M. (1999). Reseña de Marco Martos. El puma habita en el alcanfor. (ed.). Perú: Editorial Horizonte.

(7) Rubio, A. (2010). Reseña de Augusto Rubio Acosta. Mi amigo Juno. (2 ed.). Perú: Río Santa Editores.

(8) Ayllón, R. (2006). Tierra de promisión. Recuperado de: http://tierradepromision.blogspot.com/2006/04/cuando-cay-la-noche-sobre-lo-real-y.html?m=1

(9) Ágreda, J. (2015). El Montonero. El primer portal de opinión del Perú.  Recuperado de: https://elmontonero.pe/columnas/chimbote-en-la-narrativa-literaria

(10) Ayllón, R. (2015). Chimbote en Línea. Recuperado de:

(11) Díaz, G. (2015). Santa Rabia Magazine. Recuperado de: https://santarabiamagazine.com/resena-sobre-barrio-de-mascotas-de-ricardo-ayllon/

(12) García, L. (2018). Cuaderno del tribal. Recuperado de: https://sercorriente.blogspot.com/2018/03/fraga-una-novela-polifonica.html?m=1

(13) Ayllón, R. (2015). El navegante. Recuperado de:

(14) Nájar, J (2018). Círculo Dilecto. Recuperado de: http://circulo-dilecto.blogspot.com/2018/04/rioseco-un-tesoro-escondido.html?m=1

[1] Juan Martínez Reyes (Chimbote – Perú). Licenciado en la especialidad de Lengua y Literatura (Universidad Nacional del Santa). Integra el Grupo Literario Isla Blanca (Chimbote). Es coautor en las antologías de cuentos “Desde el silencio” (2016) y “Navío al viento” (2017). Participó en la revista poética Marea N° 23 (2017), Marea N° 24 (2018) y Marea N° 25 (2019). Ha publicado su plaqueta de microrrelatos “Juego Final” (Venezuela – 2021). Sus trabajos literarios se han publicado en revistas de Perú, Chile, Argentina, Colombia, Bolivia, Venezuela, Honduras, Costa Rica, Guatemala, Estados Unidos y España. Además, fue finalista en el II Concurso de Microrrelatos Bibliotecuento, organizado por la Casa de la Literatura Peruana (2017) y finalista en el Primer Certamen Literario Internacional Lone Star, organizado por Poetas Houston (Estados Unidos, 2020).

 

Publicado en Literatura y etiquetado .

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *