Feminismo y entornos digitales.

Foto tomada de Infolítica

Por Angélica Mayoral Campillo[1]

Cuando comencé a escribir esta reflexión tenía la idea de contribuir a un pequeño cambio positivo. De pensar en el feminismo y en las posibilidades que brinda el ciberespacio para la lucha. Sin embargo, me di cuenta que poco conocía. Que hablar de feminismo y de la “Era de la información” era hablar de miles de ideas y conocimiento. Así que las siguientes palabras son una humilde invitación. La idea es mostrar que existen espacios que visibilizan y apoyan, invitar a la reflexión. Saber que la información, aprender y desaprender, está a nuestro alcance y decisión cada que iniciamos “sesión”.

Si escuchamos la palabra feminismo nos vienen inmediatamente a la mente ideas que muchas veces se relacionan con el movimiento social y algunas veces con filosofía política. Considerando ambas ideas podemos encontrar un concepto: “El feminismo es un discurso político que se basa en la justicia. El feminismo es una teoría y práctica política articulada por mujeres que tras analizar la realidad en la que viven toman consciencia de las discriminaciones que sufren por la única razón de ser mujeres y deciden organizarse para acabar con ellas, para cambiar la sociedad” (Varela, 2008; 10)

La sociedad se transforma y con ello cambia la forma en que los movimientos sociales, como el feminismo, muestran las sombras existentes de injusticia. El uso de redes socio digitales forma parte de esas transformaciones y va en aumento, lo que interviene directamente en las maneras de llevar a cabo acciones sociales que dirijan a la sociedad a un país sin violencia. Lo anterior tomando en cuenta los datos del Estudio Global Digital (2019) en el que 7.676 billones de personas en el mundo utilizan internet. Es decir, las maneras en que el mundo se transforma coexisten con nuevos sitios con características que favorecen luchas necesarias.

El derecho a la información es fundamental para que los sujetos sociales  tomen decisiones óptimas y acciones desde un criterio amplio, crítico y no sesgado. Así, visibilizar la violencia machista que viven las mujeres sólo se puede lograr desde espacios en los que la libertad de expresión sea la característica fundamental. Es, precisamente, en los entornos digitales donde también la información fluye con mayor libertad (aunque algunos sitios web cuentan con políticas de contenidos) y seguridad para evitar represalias. Partiendo de lo anterior, podríamos ahondar un poquito más y cuestionarnos sobre la navegación anónima de internet. Sin embargo, en países como México, las persecuciones políticas hacia activistas existen, por lo que generar páginas feministas en las que se difunda información sin temor se convierte en una ventaja tomando en cuenta la privacidad en la navegación.

“La privacidad en la navegación es un principio que tiene muchas aristas. Por un lado, preserva la libertad de los ciudadanos y permite el libre crecimiento personal, cultural y político, sobre todo en aquellos países en los que existen regímenes represivos” (De Salvador,2012; 2).

Lo anterior se convierte en una de las principales razones por las que colectivas feministas apropian dichos espacios digitales. La “Colectiva Aysel Denuncias Facmed”, creada en agosto del 2019, menciona sobre el origen de su página de Facebook “necesitábamos un espacio seguro en el cual tuviéramos la certeza de no ser víctimas de persecución política.”

A diferencia de los medios de comunicación tradicionales como la radio o la televisión, ahora es más común observar que en las redes digitales, personas de distintas partes del mundo comparten información e ideas entre sí. Internet, entre otras cosas, permite conectar y crear grupos en que se compartan ideas desde distintos puntos de vista y lugares, trascender territorios y asegurar la inmediatez de los mensajes. Además, al navegar tenemos la posibilidad de ser creadores de nuestro propio contenido y compartirlo con el resto de la comunidad. Un caso es el de las dos estudiantes de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma de Yucatán quienes tuvieron la idea de informar sobre el feminismo desde una visión diferente y menos teórica creando memes en su página de Facebook “Somos violetas” y haciendo podcast  donde también abordan el tema del feminismo. 

Como hemos visto, las posibilidades que ofrece internet son canalizadas por el movimiento feminista que cada vez busca nuevos espacios para levantar la voz y luchar contra la indiferencia hacia la violencia de género que día a día rompe todas las fronteras. Indudablemente, los cambios en las formas de comunicar y difundir mensajes transforman las formas de participación social, es ahí donde, por ejemplo, el ciberactivismo y, en especial, el ciberactivismo feminista toman lugar.

El ciberactivismo “es una forma de participación social que se da por medio del uso de las TIC (tecnologías de la información y Comunicación), distinguiéndose porque persigue cambiar la situación actual a través de la movilización y la militancia.” En él, “los jóvenes usan la tecnología, en especial internet, para organizar actividades, discutir, compartir  información, participar y expresar su descontento sobre temas con los que se identifican” (Gónzalez, 2016; 48)

Las formas en las que actualmente el feminismo hace uso de dichos espacios, especialmente en redes digitales como Facebook, es variado y ha adquirido cada vez más presencia y visibilidad. Se trata de sitios gestionados por mujeres y colectivas que a partir de diversas acciones velan por informar, generar conocimiento, incentivar a la acción y visibilizar la lucha feminista para que, algún día, las mujeres vivamos sin miedo y con libertad.

En las redes digitales se difunden mensajes que, desde las cuentas y páginas, convocan a las mujeres a reuniones en espacios físicos. El uso es sumamente importante y útil debido a que, dadas las condiciones de internet y a diferencia de otros tiempos, la propagación es mayor así como el alcance. Manifestaciones, espacios de reflexión para mujeres, talleres, son solo algunas de las acciones a las que se convocan, se invita a la participación social.

El contenido que se reproduce a través del ciberespacio es de apoyo a las mujeres e informativo. Dichas publicaciones pretenden, entre otras cosas, visibilizar el feminismo, su lucha constante y las acciones que se realizan en torno al movimiento. Así, la página de la Colectiva Aysel de la Facultad de Medicina UNAM nació con el  objetivo justo de visibilizar la violencia, mostrar a las compañeras que no están solas generando espacios de apoyo, y para constituirse como un medio independiente que se aparta de los denominados “amarillistas”.

En ese sentido, el blog “Violetas Libres y Sororas” también dirige sus contenidos a ese rumbo. Tienen como finalidad difundir publicaciones que generan indignación y polémica, diría, para romper con la burbuja en la que pensamos “No pasa nada”. Creció con la idea de brindar información objetiva y pública que genere en sus seguidores (ya sean feministas o no) reflexión y debate, así como comunicar que las mujeres tenemos derecho a la libertad y que la sororidad entre nosotras es una gran arma.

Encontramos, muchas veces (sobretodo antes del impacto digital) que es a través de los mensajes y las versiones emitidas por los medios masivos de comunicación que nosotros, como audiencias, conocemos la realidad que nos rodea aunque esta sea sesgada. Lo anterior también representa un obstáculo para erradicar la violencia de género pues dicha información, en ocasiones, no es tratada con perspectiva de género o es minimizada, normalizada, negada. Entonces, crear espacios que muestren el problema en la gran escala que hoy se vive es más que necesario para darnos cuenta que existen cosas que no deberían pasar.

Las publicaciones en páginas feministas revelan por ejemplo: casos de feminicidio, recuentos de eventos, videos, reportajes, libros, reflexiones o infografías. Comunican, además, sobre desapariciones y acciones políticas que se llevan a cabo para obtener resultados más rápido. La información que se genera desde los sitios y páginas también  brinda datos sobre lugares que apoyan a las mujeres en materia de aborto o denuncia de violencia de género, una cuestión sumamente importante de viralizar y visibilizar. La información también abarca las actividades que desarrollan fundaciones, asociaciones civiles y otras organizaciones en materia de violencia contra la mujer y que pueden tener un alcance mayor si llegan a los ojos de quienes lo necesitan.

Un ejemplo es la página de Facebook de la “Colectiva Aysel Denuncias Facmed” de la Facultad de Medicina de la UNAM. En ella, mujeres estudiantes y combativas comparten que el contenido que generan y que reproducen son, justamente, notas e infografías relacionadas con la violencia de género, pero, sobre todo, su página es además el vehículo de apoyo a denuncias anónimas de mujeres violentadas dentro de la institución.

Con respecto a la ayuda entre mujeres que se genera a través de la web también encontramos la plataforma digital “Sorora” quienes, además de compartir información que visibiliza el problema e invita a la reflexión, brindan, en sus propias palabras, “orientación y acompañamiento virtual a casos relacionados con la violencia machista”. A través de sus redes y espacios digitales, las mujeres que la administran vinculan y canalizan a mujeres que sufren violencia de género a los servicios psicosociales más cercanos.

A su vez, en los entornos digitales, existen acciones que se convocan y desarrollan únicamente en espacios digitales y que logran trascender a los espacios físicos o como dicen, “hacer ruido”. En ese sentido, cabría mencionar el uso de los famosos “Hashtags”. “Se usan en servicios web tales como Twitter, Instagram, Facebook, FriendFeed, o en mensajería basada en protocolos IRC para señalar un tema [clave] sobre el que gira cierta conversación” (Feixa, 2016; 108) Su uso constituye una herramienta para el feminismo porque sirve como grito de batalla.

Uno de los más grandes ejemplos es el conocido movimiento #Meetoo en el que se denunciaron situaciones de acoso y violencia alrededor del mundo utilizando las redes digitales. Es un ejemplo en el que ya vemos que el uso de estos espacios va más allá, las protestas ya no sólo utilizan el ciberespacio para convocar a la acción física sino que las protestas se realizan desde lo digital e impactan en lo físico desde y sólo desde ese ciberespacio. Recientemente, en Twitter se comenzó a utilizar el hashtag #ComoHombres que obtuvo gran popularidad en la red digital previo al Día Internacional de la Mujer. Este ejercicio social consiste en mujeres sumándose a tweets escribiendo frases que los hombres emplean despectivamente hacia ellas pero dirigiéndose, ahora, a ellos. Un ejemplo de cómo lo digital contribuye a la transformación social mediante la difusión de información, sí, pero, también a través de acciones virtuales directas.

Valga recuperar aquí algunos de los mensajes: “¿Que violaron a ese hombre feo y gordo? Ay, antes di que le hicieron un favor.” (@andreinski)  o “Uy, no, señor; no le puedo tomar su denuncia. Regrese cuando su mujer lo haya golpeado y tenga evidentes signos de violencia” (@IIssues) o “Si un hombre no sabe cocinar jamás encontrará a una mujer que lo aguante” (@domeome) En dichas interacciones se busca visibilizar y tomar conciencia de todos los machismos que construyen una sociedad violenta y feminicida a través de los actos de habla que se enuncian en la cotidianidad, haciendo uso del poder que permiten los entornos digitales para masificar la participación de la gente y el alcance.

Los bots, la censura y la violencia en el mundo digital también existen. Sin embargo, el paso que se ha dado y la información disponible sobre feminismo en la web modifican e impacta en el movimiento de forma contundente a su favor para que más voces sean escuchadas. ¿Cómo colectivamente utilizamos esos entornos?  Con organización social podemos contar con un sin fin de posibilidades: lanzar mensajes masivos a través de redes en señal de protesta o  incluso organizar un “paro digital” en el que ninguna mujer se conecte a la web.

El movimiento feminista se expande. Seguirá convocando en los espacios digitales a la manifestación en las calles. Encontrará cada vez más espacios para difundir ayuda e información. También, continuará con movimientos propios de lo digital que, desde ahí, irrumpan en espacios físicos tales como el paro digital que, algunas colectivas convocaron el pasado 9 de marzo, pues debido al número tan grande que representan las mujeres en la población mundial, no utilizar un día entero las redes sociales, tiene consecuencias incluso económicas.

Malala Yousafzai dijo: “Teníamos dos opciones, estar calladas y morir o hablar y morir, y decidimos hablar”. Así pues, que las protestas también existan desde este entorno digital en el que nos sumergimos. Que así como la publicidad y los intereses políticos se trasladan a este terreno también las voces de las mujeres se alcen. Que se ocupen todos los espacios, que la movilización se traslade también y continuamente a los entornos digitales y que sea muestra firme de que nunca más se callará.

 

Fuentes:

De Salvador L (2012) Redes de anonimización en internet: cómo funcionan y cuáles son sus límites. Instituto Español de Estudios Estratégicos. Documento Opinión. Disponible en: http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2012/DIEEEO16-2012_RedesAnonimizacionInternet_LdeSalvador.pdf

Felxa C et al (2016) Generación Hashtag. Los movimientos juveniles en la era de la web social. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales. Niñez y Juventud, 14, pp: 107 – 120. Disponible: http://www.scielo.org.co/pdf/rlcs/v14n1/v14n1a07.pdf

Kemp S (30 enero 2019) Digital 2019: El uso global de internet se acelera. We are social. Disponible:https://wearesocial.com/blog/2019/01/digital-2019-global-internet-use-accelerates

González M (2016) Ciberactivismo: Nueva forma de participación para estudiantes universitarios. Revista Comunicar. No. 46. Disponible en: https://www.revistacomunicar.com/verpdf.php?numero=46&articulo=46-2016-05

Varela N (2008) Feminismo para principiantes. Primera edición, Ediciones B.S.A, Barcelona España.

*Un agradecimiento especial a “Sorora”, “Somos Violetas”, “Violetas Libres y Sororas” y “Colectiva Aysel Denuncias Facmed”. (“Sobre la combativa y digna lucha feminista, toda mi admiración y respeto”)

 

 

[1] Angélica Mayoral Campillo. Estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. He tomado diversos cursos y talleres en la UNAM tales como: “Gestión Cultural: Desarrollo de Proyectos Artísticos y Culturales” “Historia del Arte” “Creación Narrativa” y “Géneros Fotográficos” entre otros.

 

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