Las historietas y novelas gráficas como transporte de ideas políticas y sociales

Por Christopher Medina González[1]

Introducción

Vivimos en un mundo “moderno” y tecnológico, donde los medios digitales controlan la mayor parte de las vidas de jóvenes y adultos, dando camino al estancamiento de los medios físicos, como los libros, los periódicos o las propias historietas y novelas gráficas impresas. El hecho de que los medios impresos ahora pueden ser adaptados digitalmente no propicia, a pesar de todo, que los jóvenes actuales generen más interés por la lectura, a pesar de la facilitación que se les otorga.

Es evidente que vivimos en un mundo que no gusta ni acostumbra de leer por motivos variados, por ello es importante tratar de crear un interés por esta sana actividad, ya sea de la manera convencional (físico) o por la manera digital: desde los famosos PDF’s hasta formatos tan conocidos en la comunidad lectora como el cbr.

Por su parte, miles de autores e íconos en el mundo del cómic han hecho trabajos tan rescatables e importantes que resultó una tarea complicada elegir el o los puntos de partida que inspiraron la realización de este trabajo. Por autor, hay mínimo 10 historietas que vale la pena leer y son completamente dignas de analizar; sin embargo, por el espacio, decidí elegir algunas de las obras que más me han dejado a lo largo de mis más de 10 años de experiencia leyendo historietas.

Cabe recalcar que, como en todos los medios de comunicación, hay múltiples tipos y géneros dentro de la historieta que hacen muy rica y dinámica la apreciación de estos mismos. Evidentemente, se trató de utilizar las obras con las características menos reconocibles, en cuanto al género, en este ámbito, que abordan temas serios y no tan dirigidos para el público más juvenil porque, precisamente, el objetivo es poder abrir el panorama para cualquier tipo de persona con gustos variados, encontrando historias tan maduras y críticas que vale la pena hacer el reconocimiento.

Se busca y se espera que este trabajo pueda generar un interés por la lectura y, al mismo tiempo, se quite el estereotipo en las historietas como un medio meramente para niños y con temas muy genéricos. Hay aprendizaje en este tipo de medios y, sobre todo, hay representaciones de una sociedad completamente política.

Marco teórico.

Joe Simon mostró el lado más nacionalista de la historieta clásica dando las bases para un personaje mediático y popular que se convertiría en el favorito de muchos. En sus viñetas mostraba un orgullo americano desde el diseño de su traje hasta los enemigos nazis que combatía. En los diálogos se notaba cierta sutileza cuasi estratégica: “El sueño de Bucky se cumple cuando lucha codo con codo con el Capitán América contra los malignos agentes que intentan derrocar al gobierno de los Estados Unidos.”.

En Batman: TDKR de Frank Miller, observamos cómo un símbolo puede hacer cambiar la ideología de la gente para un bien común. Batman regresa del retiro debido al caos, y guiará a una ex pandilla delictiva a usar sus fuerzas para reformar la sociedad. “Aquí comienza… un ejército… para dale sentido a un mundo plagado por algo peor que ladrones y asesinos…”.

Por su parte, Mark Millar nos relata Superman Red Son, una historia donde este héroe, ahora soviético, se ve influenciado por Stalin, a tal punto de querer lograr una utopía sin darse cuenta que se convierte en un dictador, hasta que llega a sus límites y se da cuenta de su equivocación. Por sus poderes sobrehumanos, llega a creer débil a la gente. “Soy solamente otro extraterrestre que molesta a una especie menos desarrollada y es moralmente injustificable.”.

Las ideologías de Alan Moore en V For Vendetta aportan destellos del anarquismo, eliminando estereotipos de maldad, terrorismo o egoísmo englobándolos en un antihéroe que ha traspasado la realidad. Con una frase, el autor nos deja ver una concepción ante las dictaduras opresoras y el fascismo: “Anarquía significa ‘sin líderes’; no ‘sin orden’.” En esa misma línea se halla Watchmen, una crítica social ambientada en un mundo al borde de una guerra nuclear. El borde entre la moralidad y el actuar sobre decisiones políticas.

Sumada a las anteriores, las obras y caricaturas de Eduardo del Río, “Rius”, están llenas de humor crítico que pega a la religión, a la política y a la sociedad. Una de sus famosas creaciones es un simple recuadro de dos hombres hablando, algo tan simple que refleja la verdad con su característico estilo. El primer hombre pregunta: “¿Y usted todavía espera algo de este gobierno?”; el segundo sujeto contesta: “Sí: que se acabe…”. Este chiste es más que eso, resulta en una triste realidad de México sobre tumbas de malos gobiernos y esperanzas decaídas en una democracia turbulenta.

  1. La historieta, un arma de dos filos.

La historieta es un medio gráfico que se empeña en transmitir historias que muchas veces vienen plagadas de diferentes tipos de símbolos. Las posturas de los autores son evidentes cuando nos muestran obras con temas que, en este caso, serán muy reales, enfocándolos sobre todo en el aspecto social y político. Una historia con un tema en específico puede ser apreciada desde múltiples puntos de vista, a pesar de que haya un punto clave común en cada una de ellas que identifica a la obra en cuestión; cada persona puede llevarse una enseñanza distinta de los cómics, sin embargo, hay uno o dos pilares en esa enseñanza que la mayoría seguramente llevará consigo.

Una historieta puede funcionar de diversas formas, incluso de maneras que resulten completamente contradictorias o que sean ligeramente variables; pero ahí está el punto importante, la oportunidad de poder abrir el diálogo y el debate a partir de una postura que puede ser interpretada desde más de un punto de vista.

Los héroes nacionalistas, orgullosos de su nación y que incluso adoptaron la forma de vida de un país ajeno, en conjunto con otros medios de comunicación, fueron un símbolo de inspiración para cientos o miles de niñas, niños, jóvenes, adultos y ancianos que presenciaron los acontecimientos de las Guerras Mundiales y los conflictos entre naciones que empujaron a esos seres humanos a defender con “orgullo” a sus naciones. Estados Unidos se encargó de que Superman o el Capitán América promovieran todas estas ideas de una manera digerible y fantasiosa a sus habitantes. La portada del Capitán América golpeando a Hitler junto con el tono característico del cómic llegó justo en el momento exacto para inyectar de la emoción y el sentimiento en contra de los nazis.

Independientemente de la campaña anti-nazi que ya todos conocemos, está el otro lado de la moneda, el otro punto de vista en este tipo de prácticas y mensajes que se siguen emitiendo en los cómics actuales, y hasta en otros medios, aunque de una manera más sutil, claro. Se trata de cómo todos los aspectos englobados en ese tipo de historietas funcionaron como medios controladores que hicieron ver a las personas lo que al gobierno, al país, o hasta al mundo entero le convenía, según ellos mismos. Ellos decretaron lo correcto y lo incorrecto, y provocaron que la gente sintiera la necesidad y hasta el deber de salir a defender a su país de cualquier manera posible. Sinceramente, suena a un método peligroso que tanto puede ser usado para fines benéficos, como también puede transmitir ideas manipuladoras que hagan parecerlas como lo correcto; y claramente ha sido un método muy utilizado por los gobiernos, donde el dueño o productor de los mensajes en los medios actúa a su favor, a veces haciendo ver mal a alguien que no lo es. Así, el “villano” sería de medio oriente o específicamente de Rusia, y el héroe de Estados Unidos.

  1. El caos como libertad; sin líderes.

Cuando se habla de política, nunca se llegará a un momento donde todas las opiniones concuerden o puedan convivir entre ellas sin confrontar a las demás; es por eso que es un tema excesivamente delicado. La política permea muchas cosas: desde el presidente de la nación con sus gobernantes, hasta las y los vecinos. La política somos y la hacemos todos, porque nos afecta a medida que nosotros la afectamos a ella, y realmente no ha sido tan satisfactoria como uno lo esperaría, con toda la organización o el trabajo detrás de nuestros “líderes”, los que nos representan, que han abandonado a grupos enteros de la sociedad.

La libertad debería significar un ambiente donde se pueda desarrollar la vida a gusto, ideas que han ido atribuyéndose a la rebeldía gracias a que cada vez nuestra libertad se reduce más por medidas tanto de represión como de miedo.

En la novela gráfica V For Vendetta de Alan Moore, se observa cómo una Inglaterra ficticia ha sido dominada por un gobierno opresor, que toma medidas agresivas contra la gente que está en contra de éste. Las libertades, así como la expresión, no son una opción en ese mundo. Sus habitantes conocen la situación, pero no pueden hacer nada por miedo a que les golpeen, les encarcelen o incluso les maten. Pero nuestro personaje principal es diferente, nos da una reflexión de la defensa de los ideales correctos y de una revolución anárquica como solución. Para este personaje, la anarquía no se distingue por el caos ni por la falta de orden, la anarquía simplemente es la ausencia de los líderes; y pareciera ser la mejor opción cuando esos mismos no cumplen sus funciones o las cumplen de una manera indebida, cuando el poder los corrompe.

Al final, la gente no debería vivir con miedo. La democracia ocupa ir más allá de simplemente escoger un hombre o una mujer que nos gobierne; la democracia debería consistir en que el pueblo pueda elegir sus modos de vida desde la política per se para existir en un mundo donde la gente pueda estar consciente de sus actos y no tenga miedo de las personas que se supone deben proteger tanto los intereses como los ideales.

Por su parte, Superman Red Son, escrito por Mark Millar, relata una historia alterna donde Superman se cría y crece en la Unión Soviética. El gobierno de Stalin lo adopta como un aliado militar y político, y con su muerte, Superman toma el mando, convirtiéndose en un líder inestable. Superman no sólo cuenta con el poder político, también dispone de sus poderes sobrehumanos, por lo tanto nadie o casi nadie puede hacerle frente. La mezcla del poder, el exceso y su abuso llevan a nuestro personaje a un punto donde cree que protege a la humanidad, cuando realmente sólo la está reprimiendo; no tolera otro tipo de opiniones y hace callarlas. Realmente sólo es un ser que posee diferentes manifestaciones del poder para usarlas a su favor, dominando a una especie que él cree como inferior; pero no tiene ningún derecho de dirigir un mundo que no le pertenece, un mundo y una sociedad que es de todas y todos. Él tendrá que tomar la decisión de seguir con su tiranía o dejar en paz a un pueblo que ni siquiera le es propio.

Los regentes, entonces, deberían darse cuenta cuando no le están haciendo un bien a su comunidad. Dejar el asunto antes de empeorarlo más. El problema es que los privilegios son más atractivos para ellos y nunca querrán dejar de gobernar cuando ya están al mando, desde lo personal o desde un partido. El mundo podrá hablar de la libertad y la democracia vista en estas obras cuando las decisiones de todo un pueblo las tome la gente y no recaigan en una sola persona que, seguramente, actuará para su beneficio.

  1. “…Algo peor que ladrones y asesinos…”

Al final del cómic Batman: The Dark Knight Returns, escrito por Frank Miller, aparece un diálogo, en voz del propio héroe, muy interesante: “Para darle sentido a un mundo plagado por algo peor que ladrones y asesinos… “. Esta frase invita a la reflexión. El cómic se remonta en una época futurista, con un Batman viejo y veterano que debe regresar del retiro por el panorama destructivo de su ciudad. Bruce Wayne, Batman, conoce el mundo que le rodea, sabe lo que pasa y por qué pasa; es consciente de que no sólo combate un par de criminales, sino que está combatiendo la corrupción y la suciedad que existe en la sociedad en todos los ámbitos. Es un símbolo con ideales de lucha, de defender lo que es correcto, a pesar de que el gobierno esté en su contra. “Algo peor que ladrones y asesinos” es la propia gente en general; nosotros mismos creamos a los villanos de nuestro mundo real al ser indiferentes ante nuestros problemas, al aceptar la corrupción del día a día y al no hacer nada cuando nuestro gobierno es deficiente.

Misma crítica que vemos en Watchmen, de Alan Moore, donde la sociedad se muestra como un mundo corrupto; al final son sólo seres humanos, pero quizás las decisiones de cada uno son lo que rigen nuestros caminos y la forma de vida que llevaremos a través de éstas. No se trata de una bondad o maldad.

Basándonos en todo lo recopilado y analizado a lo largo del texto, evidentemente la idea de ir en contra de las reglas o de desafiar un sistema por sus modos sugieren cierto temor como el expuesto en el apartado anterior, donde no hay un atrevimiento por parte de las masas por diversos factores. Empero, muchas veces se requiere un líder para encabezar un tipo de movimiento que sea, en realidad, social, más que político; el problema empieza desde la simple premisa del liderazgo, puesto que contradice la ideología que también se analizó en el punto anterior acerca de la ausencia de los líderes para un mejor rendimiento de las decisiones de una comunidad; y no tanto del rendimiento general de la comunidad per se. Pudiera haber una alternativa en la que un líder de movimiento lograse dejar su puesto jerárquico para que el proceso, cuasi utópico, pudiera concretarse de una manera en que no haya esta contradicción. Un último factor influyente sería el punto acerca del poder, pues un líder que no pueda ser apto, tarde o temprano, tendrá los llamados “delirios de grandeza” y el exceso de poder confundirá sus ideales, cayendo en un círculo sin final y regresando a lo que se quería destruir. Lo más apto para que las ideas no se contradigan sería que el líder de un posible movimiento fuera una persona completamente experimentada y con un nivel de valores que pudieran propiciarle una mentalidad fría para que, una vez movilizada la gente, pudiera estar dispuesto a no proponerse como un líder y a dar paso seguro al mundo planteado por estas obras donde la libertad sea una realidad y se pueda buscar, más no garantizar, una sociedad sana, sin que haya sectores más beneficiados que otros, pero tampoco todos se encuentren marginados. Una utopía quizás, pero la esperanza de creer en ello es lo que mantiene vivo el debate y diálogo de estos ideales.

Resultados y análisis.

Las ideologías de todos los autores que sirvieron de apoyo para este trabajo muestran una clara inconformidad con nuestro mundo actual y nuestros sistemas políticos; son conscientes de los problemas sociales y los reflejan en obras de ficción gráficas, como las historietas, que son tan comparables con novelas no gráficas del mismo género.

Las historietas van más allá de lo que aparentan, pueden tratar temas demasiado reales y crudos que desafían el estereotipo de un medio únicamente destinado al lector o lectora más joven. Este tipo de cómics puede generar el interés de, incluso, los más estudiosos de los temas relacionados a las ciencias sociales y poder consumir de ideologías y puntos de vista tan importantes en un mundo como en el que vivimos actualmente para crear un debate constructivo de las críticas que los autores plasman en historias que parecieran tan simples de primera vista, incluso, dándose la libertad de utilizar a los personajes más reconocidos e importantes de este ámbito, como lo son Batman o Superman. Y como estas novelas gráficas, hay muchas otras más a las que vale la pena dar un vistazo por sus contenidos igual de interesantes.

Estas obras pretenden inculcarnos el espíritu de la defensa acerca de los derechos y de nuestros ideales; nunca serán un llamado a la violencia y al terrorismo, como muchos podrán confundir. Por el contario, los ideales pueden ser lo más importante que una persona le puede dejar al mundo y a sus semejantes.

Si se analizan las increíbles historias, se pueden interpretar como propuestas peculiares y diferentes acerca de un cambio en nuestros modos de vida basado en pelear por lo que merecemos; es completamente normal que esto represente un riesgo para todas las estructuras que ya existen actualmente, y se tendría que tener cuidado si se llevara a la práctica una revolución basada en el anarquismo plasmado en V For Vendetta o el liderazgo que vemos en Batman: The Dark Knight Returns para organizar un movimiento de esas magnitudes.

Quizás, la verdadera violencia sea innecesaria, pero a veces tenemos que arrebatar lo que no quieren darnos y nos pertenece; los métodos son los que se convierten en debatibles y cada quien deberá usar su criterio para juzgar la moralidad de lo que podrían significar esas prácticas para lograr cambios reales.

Conclusiones.

Pues, en efecto, el análisis de las obras y de sus mensajes demuestra que las historietas sirven como un transporte al conocimiento y a historias que pueden ser de mucha ayuda para la creación y/o reforzamiento de un criterio político y social, sin contar la infinidad de géneros que se pueden encontrar.

También, está claro que vale la pena introducirse al mundo de la lectura, y sobre todo de las historietas si es que se quiere buscar una alternativa que pueda resultar más agradable para el público en general y menos arraigada al estilo convencional de los libros (que también son necesarios sobremanera).

Finalmente, en cuanto a los contenidos de las historietas, es necesario tomar sus ideas muy en cuenta en nuestra actualidad, donde quizás faltan más personas que levanten la voz sin tener miedo a la represión, en un mundo que realmente lo necesita. Queda en el criterio de cada quien, pero siempre vale la pena escuchar y analizar el discurso de alguien más, por más contrario del propio que parezca.

 

Bibliografía.

– Hobbes, T. (2011). Leviatán: o la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil. (1ra edición). México: Fondo de Cultura Económica.

– Millar, M., Johnson, D., Robinson, A., Plunkett, K. & Wong, W. (2016). Superman Red Son. México: Editorial Televisa.

– Miller, F. (2017). Batman: The Dark Knight Returns. México: Editorial Televisa.

– Moore, A. & Gibbons, D. (2017). Watchmen. México: Editorial Televisa.

– Moore, A. & Lloyd, D. (2015). V For Vendetta. México: Editorial Televisa.

– Simon, J. & Kirby J. (2017). Marvel Clásicos: Captain America. México: Editorial Televisa.

[1] (Chris Medina G.) es un estudiante mexicano de la carrera de ciencia política. Es director/editor de Iguales Revista, cofundador/escritor de FLOU Magacine y community manager/colaborador de Sonámbulo Publishing. Ha publicado diversos textos con distintas revistas y editoriales. Su texto «Bitacovid» es parte del libro Virus19 Teorías de editorial Librerio.

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