La salud de los policías: ¿a quién le interesa?

Por Luis Alberto Reyes Rojas[1]

Sobre la policía, en general, pesa la sombra de la corrupción y el abuso. Los más recientes datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2022 lo confirman: todos los cuerpos policiales, llámese de investigación, estatal, preventivo o tránsito son señalados con amplios porcentajes de corrupción. Muy probablemente la apreciación ciudadana en muchos casos sea correcta, pero lo que aquí quisiera reflexionar va en otro sentido.

Uno de los datos que más tenemos a la mano sobre los policías, es decir, que más se mediatizan, a través principalmente de la ENVIPE o la Encuesta de Seguridad Urbana (ENSU), elaboradas ambas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, son percepciones de corrupción policial y la interacción negativa entre ciudadanos y elementos, traducida en experimentar actos de corrupción policial.

Sin embargo, más allá de estos resultados —casi siempre negativos— sobre cuerpos policiales ¿qué más sabemos sobre esta institución? El propio INEGI hizo un ejercicio muy interesante en 2017 al presentar los resultados de la Encuesta Nacional de Estándares y Capacitación Profesional Policial (ENECAP) 2017. Justamente en esta medición se incluye un apartado sobre los antecedentes médicos y hábitos de salud de los elementos policiales que inciden en el desempeño de sus funciones.

El universo de esta encuesta contempla la ahora ya extinta Policía Federal, Policía Federal Ministerial, policía estatal, municipal y policía estatal ministerial o de investigación. Algunos de los resultados del rubro mencionado son:

  • 53% de los elementos uniformados sufrió alguna afectación a su salud derivado de sus actividades laborales.

Dentro de las afectaciones a la salud derivadas del trabajo policial encontramos: aumento o disminución de peso (30%), irritabilidad o enojo (23.3%), problemas estomacales (18.6%), falta de apetito (10.1%) y estrés (8.6%).

  • 79.4% de los policías a nivel nacional tuvieron algún grado de sobrepeso u obesidad
  • 19% de elementos padecieron alguna enfermedad crónica

Es decir, el policía promedio en México, sale a cumplir sus funciones con problemas de peso, irritado, con problemas estomacales y estresado. No obstante que la ENECAP arrojó cierta luz sobre una problemática que no es frecuente que se mencione, es decir, la salud en las fuerzas de seguridad, se deben generar más productos de investigación sobre esa línea por diversos motivos. Algunos de ellos son:

  • Es riesgoso que elementos que salen a prevenir el delito y a interactuar con la ciudadanía tengan problemas de salud, particularmente estrés. Por ejemplo, ¿cómo reaccionará un elemento estresado ante un reclamo ciudadano o una situación límite?
  • El que 53% de los policías señalen que su trabajo policial está afectando su salud es grave y nos lleva a la siguiente pregunta ¿qué medidas están tomando las corporaciones para atender la salud de sus elementos? ¿Los elementos están comunicando efectivamente a la institución los problemas de salud o hay temor de represalias?
  • Aunque el INEGI exploró de manera general las consecuencias para salud del trabajo policial, ¿cuáles son específicamente las fuentes del estrés? En el ámbito de su trabajo, ¿qué factores les generan trastornos físicos y emocionales a los elementos?
  • ¿Qué acciones están tomando las corporaciones para identificar, dimensionar, tratar y dar seguimiento a esas fuentes de estrés?

De suyo, el trabajo policial es complejo: integra situaciones de alto riesgo, probabilidad de enfrentamientos armados, sobrecarga de trabajo, tensiones con mandos y compañeros, interacciones problemáticas con la ciudadanía, descontento con situaciones laborales, y a esto hay que sumarle problemas de salud.

A pesar de que éste se aun tema controversial, volvemos al enunciado de inicio: es frecuente conocer las percepciones sobre los cuerpos policiales, pero es menos común saber de las problemáticas que enfrentan día a día los agentes de la ley. Si queremos una mejor policía, más profesional, mejor entrenada, que atienda de mejor manera las tareas diarias, es hora de voltear a ver las condiciones en que se desempeñan. Poner a discusión el tema de la salud en las fuerzas de seguridad es un primer paso.

En ese sentido, habría que llevar a cabo ejercicios similares a la ENECAP en las instituciones de seguridad. ¿Cómo está la salud de las personas que cuidan de nuestra seguridad? Es una pregunta que es urgente comenzarse a plantear. La respuesta es importante y nos interesa a todos.

 

Fuentes:

ENVIPE 2022, presentación ejecutiva.

 (Principales resultados con corte a septiembre de 2022)

ENECAP 2017

 

 

[1] Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública. Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos (ambos grados por la UNAM). Alumno de la especialidad en Seguridad Pública dentro del Programa Único de Especializaciones en Ciencias Políticas y Sociales (FCPYS-UNAM). Me interesan los temas sobre seguridad pública, particularmente los asociados a profesionalización y desarrollo policial.

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