EL IECM promueve proyectos de Supermarket

Por Alonso Mancilla

Hay muchas formas de hacer proyectos sociales, sin embargo, lo que pretende hacer el Instituto Electoral de la Ciudad de México es llevar todas esas ideas, nacidas de un verdadero interés social por transformar el entorno, a los súpermercados; y así, los inversionistas podrán asistir a “dichas tiendas” para comprar proyectos. No obstante, cuando se acude a esta clase de eventos, la gente, los ciudadanos, se olvidan de los contextos concretos y particulares de cada comunidad, calle, colonia, alcaldía o estado, que reclaman una verdadera participación para la transformación social.

Lo que deberían hacer estos órganos “autónomos” es promover la participación social y ayudar a que los ciudadanos tomen sus propias decisiones, pues lo que están promoviendo instituciones como ésta no es otra cosa que la ignorancia, en vez de saber cómo funciona la realidad para la posterior resolución de problemáticas sociales.

Lo que realmente trata de hacer esta gente planteando un taller de prototipos es eliminar el diálogo entre ciudadanos que piensan distinto; además, promueve la desigualdad política por medio de lo económico, indignificando, así, al ser humano y lo político, ya que al eliminar el conflicto es como se clausura el diálogo y la lucha por la dignificación humana del buen vivir.Leer más

La sexología desde la perspectiva de género: Un análisis histórico-social

Por Viridiana Gómez[1]

Durante el desarrollo de mi profesión, siempre había tratado la sexualidad humana desde el punto de vista genético, anatómico, hormonal y psicológico, dejando de lado la gran influencia que tienen sobre la sexualidad los factores sociales, históricos y culturales de las personas como grupo y como sociedad. Comprendiendo ahora la masculinidad y la feminidad como expectativas construidas socialmente (estereotipos y practicas supuestas) y no solo como categorías determinadas biológicamente, se pueden abordar los problemas sexuales (tanto individual, como de pareja) desde otra perspectiva.

Podemos comprender desde la perspectiva histórica la manera en que la socialización del género como forma de opresión de hombres hacia mujeres ha dejado un impacto tremendo en nuestro modo de vida, baste con subrayar cómo en países “civilizados e industrializados” se siguen cometiendo infinidad de discriminaciones hacia la mujer en todos los ámbitos y, todavía peor, la violencia que existe hacia la mujer por el simple hecho de serlo; a tal grado que fue necesario crear el término “feminicidio” para nombrar y visibilizar la violencia extrema hacia las mujeres. No obstante, es triste encontrarse, cada día, en cualquier medio de comunicación, con al menos una noticia relacionado a ello.Leer más

Claudia Sheinbaum, exigir justicia JAMÁS será una provocación

Foto tomada de La Neta Noticias

Por Ximena Cobos CRUZ

Repudiada y tibia Claudia Sheinbaum:

Exigir justicia no es provocación. De verdad que no tengo ni idea en qué cabeza cabe eso que has declarado firme e impávida ante las cámaras si no es en una mente clasista y falta de consciencia de género. Sin embargo, desde la digna rabia, voy a dirigirme a ti aunque no escuches, porque últimamente has demostrado que no sabes hacerlo.

En el mundo entero existe una deuda histórica con las mujeres que se quiere resarcir desde un discursito caído en el lugar común, en la fórmula, sobre todo cuando lo usan servidores públicos en mensajes fabricados para ser televisados y cubrirse la espalda o limpiar la mierda que hay detrás, y no desde la auténtica reflexión sobre el problema de violencia estructural, antes bien, para mantener contentos a sectores que parecen representar un riesgo para esa estabilidad que tanto les gusta aparentar que existe. Justo como tú, Claudia, lo hiciste luego de que muchas, todas, gritáramos en nuestras casas, en redes y en muchos lados, enojadas y ofendidas por tus palabrasLeer más

Universidad Autónoma de la Ciudad de México: de la huelga a la institucionalidad, la resolución de un conflicto.

Foto tomada de Telediario

Por Alonso Mancilla

La controversia sobre la elección al puesto de rector para la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, en la cual el V Consejo Universitario eligió a Galdino Morán como representante legal de dicha institución, como conflicto que se desata a siete años de la huelga del 2012 de esta casa de estudios, llamó la atención de la comunidad y la llevó hacia el debate entre la legalidad y la ilegalidad de la elección. Esta no es la primera vez que la elección se da de esta manera; como si fuera un copiar y pegar, el antagonismo estalla, sin embargo, la resolución es diferente.

Pero, a quién le interesa el conflicto interno de una institución educativa autónoma si no forma parte de su comunidad. Quizá se lo pregunten y por ello, antes de empezar quiero reflexionar sobre el conflicto, pues a lo largo de toda la historia de la humanidad ha existido ―y seguirá existiendo― ya que somos seres diversos, todas y todos con sueños y deseos particulares; somos sociedades diferentes, inclusive dentro de una misma nación ¿a poco en México son iguales la comunidad del norte y la del sur? O ¿la población de Iztapalapa y la de Polanco? Y es que ya desde lo religioso existía el conflicto ¿no se acuerdan que Adán comió la manzana prohibida y lo desterraron de aquel paraíso?Leer más

¿Quién me pela la cabeza de la lira? Breves notas sobre la obra lírica de Orlando Guillén y su importancia para el proceso de renovación de la poesía en México.

Imagen tomada de lospoliticosveracruz.com.mx

Por Rogelio Dueñas[1]

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Es harto sabido que durante décadas las instituciones culturales del Estado mexicano, al igual que el resto del ennegrecido sistema político, se han visto permeadas por una serie de prácticas que distan mucho del ideario democrático del que se han llenado la boca los gobernantes en turno. Cacicazgo, clientelismo, compadrazgo, manejo a conveniencia de los recursos públicos; han sido sólo algunos de los elementos de los que la cultura oficial se ha valido para perpetuar el poderío de la mediocridad. Leer más

Lengua vulgar, a propósito de política y planeación lingüística en México

Imagen de Gerd Altmann

Por José Fernando Castillo Mejía[1]

Desde el principio de los tiempos, todo evoluciona y seguirá evolucionando. Esa es la regla: adaptarse o morir. No es, precisamente, que los organismos tomen la decisión de cambiar, sino que es una necesidad adecuarse a las circunstancias y condiciones nuevas. La lengua, como la literatura, diremos, es un  ser vivo[2] y,  por lo tanto, debe atender a las mismas exigencias de la vida. Entendamos esto al punto; la lengua nació como una necesidad comunicativa del hombre, se desarrolló según las necesidades, maduró hasta el punto de ser norma y comenzó a cambiar para adaptarse a las nuevas exigencias comunicativas… Desde la economía hasta la iteración. La lengua vive y, para hacerlo, necesita reinventarse.

Siempre resulta difícil el tema de la lengua vulgar, la polémica que genera es grande porque ¿es esa lengua vulgar el resultado de la evolución de la lengua culta, o su simple corrupción? ¿Hasta qué punto es lícito el cambio de una lengua? Aún en nuestros días el dilema sigue a medias resuelto. Lo innegable es que el uso y no la norma determina el camino de las lenguas.

Entenderemos mejor esto si damos como ejemplo de norma la literatura. La literatura busca, regularmente[3], la corrección en el habla, por lo cual puede considerarse un buen ejemplo de norma. Sin embargo, podemos apreciar que la literatura no puede transformar la lengua como puede hacerlo el uso. Como diría Fulgencio Planciades (personaje de Alfonso Reyes): Eso que leemos en los libros no es el idioma, sino el retrato o reflejo de un solo momento del idioma. Es la fría ceniza que cae de la combustión de la vida. Es como la huella de los idiomas. Mas éstos siguen adelante y van caminado según las flexiones que les comunica el habla familiar[4]. En resumen, por mucho que una obra literaria pueda renovar la lengua (sea el caso extremo de la poesía, por ejemplo, donde la catacresis[5] intenta crear nuevas formas de designación a las nuevas realidades o, simplemente, a realidades distintas: la constante búsqueda de maneras novísimas para expresar lo subjetivo… Ese amor que no es el amor que todos conocen sino el que conoce el poeta en su individualidad.), no impone nuevas formas de uso sino hasta que el vulgo, mejor dicho, los hablantes en general aceptan y hacen suya la expresión. La lengua vulgar, en cambio, se encuentra en constante muda y búsqueda de las mejores formas de comunicación, conque logra desarrollarse a partir de la “prueba y error” hacia maneras más adecuadas para la expresión de la realidad que encaran los mismos hablantes.Leer más

Pedro Páramo y el estereotipo inconsciente del «padre mexicano ausente»

Imagen tomada de institutoculturaldeleon.org.mx  

Por Alberto Rojas[1]

Juan Rulfo, en su obra más icónica, nos sumerge en un confuso, melancólico y sombrío mundo atemorizante y lleno de penas; todo inicia con aquellas palabras que muchos de sus lectores recordaremos, recitándolas casi como una letanía: “Vine a Comala porque me dijeron que a acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo…”.

Más allá de las referencias históricas a un pasado que dejó heridas en la sociedad mexicana, que aún no cicatrizan del todo, Pedro Páramo está repleta de metáforas ―conscientes o inconscientes, no se puede saber con certeza― sobre las particularidades del arquetipo de la paternidad en México, y sobre sus consecuencias no solo sociales, sino individuales.

Si nos ponemos a buscar, incluso en nuestros conocimientos de cultura pop, seguro encontramos a un personaje varón, mexicano de nacimiento o ascendencia, desventurado en México o en el extranjero, cuyo padre no conoce o no ha visto en años. Autores que se dirigen al público infantil como Alire Sáenz o series populares estadounidenses están llenas de estos personajes. En ese sentido, es interesante observar que no solo culturas extranjeras perciben de esa forma la paternidad mexicana; los mexicanos mismos lo admiten a través de sus expresiones artísticas, sus conductas y sus decisiones colectivas. Y lo han hecho desde siglos.Leer más