Por Alonso Mancilla
Hay muchas formas de hacer proyectos sociales, sin embargo, lo que pretende hacer el Instituto Electoral de la Ciudad de México es llevar todas esas ideas, nacidas de un verdadero interés social por transformar el entorno, a los súpermercados; y así, los inversionistas podrán asistir a “dichas tiendas” para comprar proyectos. No obstante, cuando se acude a esta clase de eventos, la gente, los ciudadanos, se olvidan de los contextos concretos y particulares de cada comunidad, calle, colonia, alcaldía o estado, que reclaman una verdadera participación para la transformación social.
Lo que deberían hacer estos órganos “autónomos” es promover la participación social y ayudar a que los ciudadanos tomen sus propias decisiones, pues lo que están promoviendo instituciones como ésta no es otra cosa que la ignorancia, en vez de saber cómo funciona la realidad para la posterior resolución de problemáticas sociales.
Lo que realmente trata de hacer esta gente planteando un taller de prototipos es eliminar el diálogo entre ciudadanos que piensan distinto; además, promueve la desigualdad política por medio de lo económico, indignificando, así, al ser humano y lo político, ya que al eliminar el conflicto es como se clausura el diálogo y la lucha por la dignificación humana del buen vivir.Leer más