Por Yessika María Rengifo Castillo
Toda alma tiene sus raspaduras.
Doménico Cieri Estrada[1]
Uno de los departamentos más violentados y olvidados en la historia de Colombia es el Chocó. Ciudad que está rodeada de un fragmento del África, teniendo en cuenta que la mayoría de sus pobladores son afrodescendientes que se niegan a olvidar. Sin embargo, paradójicamente, el Chocó está lleno de ríos, de selvas, de hombres, de mujeres, de niños y de niñas, contando historias que se tejen en la memoria y el alma de los que entran y salen de la ciudad del pacifico colombiano.
Esta breve descripción del departamento del Chocó estaría incompleta sin recordar que el río Atrato es uno de los más caudalosos de Colombia, el cual ha sido testigo de llantos, de lamentos, de susurros de la guerra, de esa búsqueda incansable de esas madres por sus hijos. En medio de esa herida llena de raspaduras, es también un río que provee y no discrimina.
Dentro de este contexto, la escritora colombiana Lorena Salazar Masso lanzó su obra cumbre Esta herida está llena de peces, bajo las editoriales ALeer más