Reseña a dos voces: La biblioteca de lo imposible

La imagen de portada contiene ilustraciones de Joksan Ruiz contenidas en La Biblioteca de lo imposible

Atrévete a entrar a la Biblioteca de lo imposible

Mary Julia Ruiz Carbó es licenciada en Derecho por la Universidad Iberoamericana, donde además realizó dos cursos de creación literaria y un Diplomado en Arte Literatura y Cine con el maestro Manuel Leonel Pereira. Cardó no sólo ha incursionado en la poesía y en el cuento, pues recientemente publicó su primera novela: La Biblioteca de lo Imposible.

En su primera novela experimental, La Biblioteca de lo Imposible, Mary Julia Ruiz Carbó aborda la coexistencia del bien y del mal a través de una infinidad de eventos por los que atraviesa el humanoide para salvar a la humanidad de su propia destrucción.

La novela narra la llegada del humanoide a la Biblioteca de lo Imposible, que se encuentra en otro universo, en un agujero negro donde el tiempo nunca transcurre, y en el que está prohibido el uso de esa palabra. Su misión es seguir las huellas y las pistas de los libros que ahí se encuentran, cada uno lo llevará a vivir y conocer lugares únicos llenos de experiencias que confrontarán múltiples sentimientos.

La Biblioteca de lo Imposible llevará al lector a adentrarse en las referencias de textos y Leer más

Lo fantástico en “Chaco” de Liliana Colanzi

Por Alejandro Garrigós Rojas

“Chaco”,[1] cuento de la boliviana Liliana Colanzi (1981), contenido en su libro Nuestro mundo muerto (2017), es un texto que, en mi opinión, bien permite una lectura a partir de lo fantástico, según la teoría de Tzvetan Todorov. El presente breve ensayo crítico es una discusión acerca de cómo se configura esta lectura fantástica en este cuento, lo que permite una interpretación literariamente más sugerente que si simplemente lo leemos como un texto de lo extraño o lo maravilloso, categorías vecinas en la misma tipología de Todorov.

 

Lo fantástico, según Todorov

Para Todorov, autor de una obra fundamental para entender lo fantástico en la literatura, Introducción a la literatura fantástica (1970), lo fantástico no es propiamente un género, sino más bien un movimiento del espíritu en la lectura de un texto, un momento manifestado por la duda o incertidumbre acerca de la realidad o irrealidad de los hechos narrados[2]. Literariamente, es propiamente la vecindad entre dos géneros: si se elige creer en los hechos presentados se llega a lo extraño, si no se descarta su posibilidad se obtiene lo maravilloso.[3] De este modo lo fantástico viene dado por un fenómeno anormal que irrumpe en lo conocido ordinariamente, mismo que sugiere dos maneras de interpretación: las causas naturales y las sobrenaturales. La vacilación entre ambas produce el efecto fantástico.[4] La primera condición de esto es que el lector considere el mundo textual como un mundo real. Las interpretaciones alegórica o poética están excluidas para que se dé lo fantástico: el texto debe leerse literalmente.[5] Para nuestro teórico, la literatura fantástica no se cimienta en un juego psicológico, sino en un mecanismo textual: es una inscripción estructural.[6]

La sobrenaturalidad de lo fantástico en la literatura es permitidaLeer más

La Edad de hierro de Victoria Marín Fallas

Por Felix Alejandro Cristiá

 

Sobre la tierra…

Sobre la tierra se levantan enormes puertas, a sus pies niños hincados aruñan. ¿Dónde están las llaves?, pregunta alguno. Los inmortales se las han llevado, responde otro. De rodillas crecen las personas después de la gran caída. Paraíso perdido. Hemos nacido en una nueva era. El hierro reemplaza al bronce, dicen convencidos los historiadores. ¡Ahora la guerra se hace mejor!

La Edad de hierro (Medusa Editores,) de Victoria Marín Fallas nos introduce a un mundo donde los humanos están cansados de esperar por el retorno al cielo. El antiguo poeta Hesíodo no dudó en expresar sus consideraciones sobre el hecho de tener que vivir entre los seres de la quinta generación —la suya— creada por los dioses: los de la Edad de hierro. ¿Será que, testigo de los suyos nos legó historia y no poesía? “Nunca durante el día se verán libres de fatigas y miserias”, dejó escrito, “ni dejarán de consumirse durante la noche, y los dioses les procurarán ásperas inquietudes”.

Pero la naturaleza humana, al aferrarse a la vida, también comenzó a observar y a replicar lo que en ella Leer más

La violencia de género en Nuevo León reflejada a través del silencio en Comunidad terapéutica de Iveth Luna Flores

Por Carolina Cervantes

Toda obra narrativa o poética debe transmitir algo. Quizá desde sus palabras, desde la construcción de sus versos, de sus diálogos, desde la forma que se le ha dado al texto o de la construcción de cada oración. Pero sí, todo en la obra transmite algo. Incluso pasa lo mismo con aquello que calla el autor; desde el silencio.

Estos silencios no se encuentran en toda narrativa u obra poética, aunque sí hay muchos autores que utilizan este recurso como parte esencial de su obra. Pero ¿cómo puede el silencio comunicar algo? Rosa Ma. Mateu advirtió que el silencio en términos narrativos o de escritura es más bien lo que Bajtín llamó “callar”; éste está construido a partir de aquello que el autor calla, que no dice de manera literal en la obra, y calla porque “esa acepción es la única que permite explicar la ambigüedad, la falta de respuesta, la polisemia, el vacío, la angustia, etc…” (1998, 3) Es decir, el silencio permite al autor expresar sin necesidad de decir o explicar.

Gracias a la herramienta del silencio se permite al lector o lectora conocer e interpretar lo que el autor quiso decir sin necesidad de que se hiciera de manera literal, a través de estos silencios es que se puede hablar de temas de la sociedad tan delicados, en la mexicana especialmente, como lo es la violencia de género.

Esta temática que trata la poeta Iveth Luna Flores es tan tangible en el contexto de ella, y de todo aquel o aquella que reside en México, que no es difícil especular y creer sin duda alguna que su obra ha sido creada con la necesidad de aullar el lamento sobre esta realidad tan dolorosa. Y no sólo a forma de expresión de cómo es vivirla, sino Leer más

Una ráfaga de la obra de teatro Colisiones o el incendio de las mariposas

Por Saúl Pérez Sandoval[1]

 Cada choque impacta en lo más profundo de nuestro ser,
y determina parte de nuestra existencia.

 

En agosto del 2018, fue presentada en el Teatro de la Ciudad de Puebla por el colectivo El Mole la obra de teatro Colisiones o el incendio de las mariposas, escrita por el dramaturgo Manuel Barragán y dirigida por Fernando Yralda.

La singularidad de aquella puesta en escena radicaba en un escenario circular, en donde los personajes podían estar intercalándose en relación con sus diálogos. Es decir, los actores permanecían en un mismo lugar, entrando y saliendo de escena constantemente, a través de un juego de luces que le otorgaba un papel central a la iluminación, ya que se enfocaban los puntos de concentración de cada escena, y en ocasiones permitían la coexistencia de dos espacios distintos al mismo tiempo, con luces fuertes o tenues, según fuera la escena que representaría cada personaje.

El cambio de luces y su enfoque también radicaba en la importancia de la trasmisión de una respectiva emoción; para que el espectador pudiera sentir la tristeza, el enojo, o la felicidad que quisiera transmitir el actor por medio Leer más

El estridentismo 100 años después: Andamios interiores, Manuel Maples Arce

Por Antonio Rubio Reyes[1]

—Viva el Mole de Guajolote.
Segundo Manifiesto Estridentista.

 

1. Las hojas volantes aparecieron a lo largo de la ciudad histriónica: en los muros, en las esquinas, en las calles. El año era 1922. La ciudad de México todavía presentaba la violencia de su recientemente finalizada revolución: el humo de los balazos aún se combinaba con el creciente rugido de los tranvías. Era un tiempo en el que la literatura mexicana todavía buscaba su identidad en el trauma. El joven de 22 años rezaba la búsqueda de la actualidad por medio de lo estridente: rechazaba esos poemas que vanagloriaban el pasado, anhelantes de héroes y patriotismo. El año era 1922: el barco de papel de Leopold Bloom naufragaba por el Río Liffey, entre gaviotas y pan; la sombra de Nosferatu revitalizaba en el celuloide los terrores de los románticos. Pisoteadas por cientos de hombres y mujeres que recorrían la urbe, algunas hojas se paseaban cinemáticamente por un plano oblicuo: el jardín eléctrico que este joven imaginaba en las telegrafías de la arquitectura moderna. Ese joven se llamaba Manuel Maples Arce. La ciudad era su principal musa. El año era 1922.

 

2. Andamios interiores. Poemas radiográficos es el segundo poemario de Manuel Maples Arce. Publicado por la editorial Cultura, la crítica considera esta colección de poemas como la principal y primera obra estridentista. Su publicación no pasó desapercibida. Un joven Borges, aún en su delirio ultraísta, en sus primeras Inquisiciones (1925) escribió una reseña muy entusiasmada sobre el poemario de Maples Arce: “Por su raudal de imágenes, por las muchas maestrías de su hechura, por el compás de sus versos que sacuden zangoloteos de encabritada guitarra, Andamios interiores resaltará como vivísima muestra del nuevo modo de escribir”. Para Borges, gracias a suLeer más

Autoficción como propuesta narrativa en Cartucho y Canción de tumba

Por Missael Duarte Somoza

Introducción

El presente artículo tiene el interés de relacionar dos textos a los que los separan varias décadas de publicación y también contextos sociales y políticos distintos, pues, a mi modo de ver, dialogan en esa distancia temporal y espacial. Siguiendo a George May, quien ha señalado que los géneros biográficos aparecen en momentos de crisis sociales y políticas, me parece que se pueden conectar Cartucho y Canción de tumba. ¿Qué paralelismos operan entre ambos textos? ¿Qué microgéneros se manifiestan en la conformación de las obras? ¿Qué papel tiene la hibridación en la organización de las narrativas?

Desde que se publicó la novela Fils, de Serge Doubrovsky, con la cual presenta la categoría de autoficción, donde se cuestiona los principios de la autobiografía, es decir, la identidad nominal entre autor, narrador y personaje; y directamente el pacto autobiográfico propuesto por Philipe Lejeune; se han escrito trabajos con estos nuevos enfoques, que han permitido reflexionar la naturaleza del narrador, la relación entre los personajes, el narrador y el autor. Algunos estudiosos han considerado la autoficción como una variante de la autobiografía, resultado de una crisis de ésta, así lo afirma Julia Érika Negrete Sandoval “En los años previos al nacimiento de la autoficción se genera la crisis de la autobiografía, muy a tono con la crisis del sujeto moderno, que oscila entre su desaparición y su retorno en el ámbito discursivo. Con el paso del tiempo la autobiografía se nutre de las técnicas narrativas de la novela e, incluso, asume como suyo el elemento ficción, al mismo tiempo que la novela se vuelca cada vez más sobre el ‹‹yo›› autobiográfico” (Negrete 226-227).

Resulta interesante resaltar de Negrete Sandoval el vuelco que hace la novela al “yo autobiográfico”. Leer más

Óscar Páez, Plegarias al espíritu extraviado

Por Alberto Sánchez Martínez

El 30 de agosto del presente año, a las 08:10 p.m. le mandé un audio a Óscar para agradecerle el regalo de la lectura de Plegarias al espíritu extraviado. Recuerdo algunas de las palabras que utilicé: “tienes poemas muy intensos, muy interesantes, llenos de nostalgia, llenos de recuerdos”. Ahora yo agregaría: “llenos de dolor”. El audio de menos de 40 segundos termina con una risa nerviosa y un agradecimiento. Quiero responderme a mí mismo, y quizás a ti, si es que te llamó la atención la risa nerviosa, que este poemario me hizo un nudo en la garganta y en la idea de ese corazón metafórico como caja de sentimientos. Sí, me dejó sin palabras por ese dolor cargado en cada uno de los poemas. Citando uno de los títulos, es un recuento de cómo se le fue la vida a una familia.

El yo poético se encarga de tomarte de la mano para llevarte a cada uno de los poemas, para que veas que ese yo es una voz que le habla a sus figuras maternas y también para que sientas, o en dado caso, para que identifiques, el dolor y peso de las palabras. Los poemas contienen un tema universal: la pérdida de la madre y de la abuela. Las personas que lean este poemario podrían estar de acuerdo conmigo de que Óscar hace una especie de radiografía de esa huella que se queda marcada.

Durante la lectura encontré la diminutaLeer más

Jugo de durazno: revival de la onda en Díganle adiós al ratón (2021) de Zauriel

Por Francisco José Casado Pérez[1]

Toda época marca las distintas esferas que componen la vida, siendo el arte un claro ejemplo de ello, pero en lo que respecta al lenguaje escrito, eso es otro boleto. En literatura, la técnica y el estilo no están exentos de estar siempre bajo el ojo avizor que idealiza formas y temas para defender su pertenencia y continuidad. Cuando Pasto verde de Parménides García Saldaña salió como una de las seis primeras novelas del primer y único Premio Martín Luis Guzmán de novela, su estilo desenfrenado, próximo a la influencia americana de los 60’s sobre la liberación sexual, la contracultura y el ánimo contestatario al clima político internacional (Vietnam) y nacional (Olimpiadas y Movimiento del 68) complementó el hito literario de la Onda que ya venía en desarrollo con José Agustín y Gustavo Sainz. Rasgo que una vez entrada la siguiente época se diluiría en otras formas y géneros.

La literatura mexicana dejó de ser la misma, hecho que por trágico que pudiera sonar, no lo es y no debería ser visto así, a pesar del tradicionalismo característico de la cultura mexicana, barroca, barroca, que tiende de pronto a volver sus pasos gracias a una nostalgia atípica que descoloca lejos del pasado al mismo tiempo que desfasa del presente el estar del lector/escritor. Ejemplo de ello es tanto Zauriel como Axel, protagonista y voz narrativa de Díganle adiós al ratón, 2021, novela publicada por la Colección Tierra Adentro del Fondo de Cultura Económica.

Desde la propia portada, obra de Nicholas Forero, puede asumirse que allí podría uno encontrar la respuesta Leer más

Matadero 5 de Kurt Vonnegut

Por Rodrigo Arroyo

Uno de los libros que más han llamado mi atención (por varias razones) es, sin duda, Matadero 5 de Kurt Vonnegut. No sólo por la historia detrás de su invención, sino por la forma en la que me enteré de su existencia.

Y es que un día, mientras veía una entrevista que le hacían a Luis Chaves, el poeta tico, donde le preguntaban por recomendaciones de libros que él jamás dejaría de llevar a un viaje, o algo por el estilo, Chaves recalcó la importancia de leer Matadero 5 de Kurt Vonnegut. En la entrevista, el poeta señalaba que para escribir Matadero 5 había que estar en un nivel de trascendencia o estado de gracia. Aquellas palabras del escritor hicieron eco en quien entonces era en aquella época.

Y es que anteriormente una entrevista de Roberto Bolaño había abierto mis ojos, gracias a la cual me enteré de La Caída, uno de los libros más excepcionales Leer más