La comedia romántica mexicana.

De estereotipos, sororidad y nuevas masculinidades

[parte II]

Por Aarón de la Rosa

Resulta muy complicado explicar en pocas líneas, el éxito de la comedia romántica mexicana en los últimos veinte años si sólo lo explicamos por índice de taquilla, pues el origen de la comedia cinematográfica proviene desde la creación de los géneros dramáticos. No obstante, la historia del cine, sus géneros y sus historias operan dependiendo cada región, siempre acorde al contexto económico, político, social y cultural de las sociedades y sus audiencias.

En México, con el sexenio de José López Portillo aparecieron dos películas icónicas que dieron origen al cine de ficheras, el “Tívoli” (1974) de Alberto Isaac, con Alfonso Arau, Lyn May y Carmen Salinas, donde se retrata la vida nocturna del teatro de revista Tívoli. “Bellas de noche” (1975) de Miguel Delgado, con Sasha Montenegro y Jorge Rivero, muestra la vida nocturna del cabaret y el vedetismo. Ambos filmes se consideran pioneros en los argumentos urbanos donde la comedia, el amor y el sexo se verían reflejados en una industria que explotaba a la mujer como objeto sexualLeer más

La telenovela y la educación sentimental del prieto mexicano

[Parte I]

Por Aarón de la Rosa

En 1993, a propósito de los reconocimientos entregados por la telenovela Los ricos también lloran (1979), el periodista Alejandro Salazar Hernández tuvo una conversación con el fallecido presidente de grupo Televisa, Emilio Azcárraga Milmo (1930-1997)[1], quien declaraba que “México es un país de una clase modesta muy jodida… que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil. La clase media, la media baja, la media alta. Los ricos como yo no somos clientes, porque los ricos no compramos ni madres”. Con este testimonio no es raro pensar que en la historia del entretenimiento de masas mexicano, Televisa y la telenovela pregonaron una educación sentimental tan distorsionada como el número de población que era jodida e ignorante al servicio de la programación de la época.

En este sentido, la telenovela mexicana idealizaba el “amor” siempre entre dosLeer más

La resiliencia poética ante la voracidad masiva en Nomadland

Por José M. Delgadillo

Desde que existe un lenguaje tanto visual como escrito para dejar un registro del ser humano y su paso por el mundo, sabemos que estos seres, que somos todos, buscamos ser parte de una sociedad y ser aceptados en ella. Podría decirse que esto es algo que en gran medida está codificado, y en la gran mayoría de los casos, sentirse aceptado es una necesidad psicológica.

A pesar de que esto parece estar establecido, el Ser individual tiene lapsos en los que aparecen cuestionamientos, necesidades, ideas, deseos en los que no están incluidos los demás, o no se quieren incluir porque hay una especie de tranquilidad, apacibilidad y conformismo en el status quo. Dentro de esto, en ocasiones aparece el individuo que observa y se cuestiona si lo que todos necesitan o creen necesitar, también es lo que él necesita.Leer más

Estación Zombie 2: Península

 

Por Eduardo Soto Borja Quintanilla

Si la primera parte fue una estupenda propuesta al género de Zombies, esta segunda entrega flaquea lo suficiente para simplemente ser considerada «una secuela de entretenimiento puro», ya que no goza de personajes carismáticos o memorables que sí encontré en la anterior, y simplemente se limita a mostrar guerras de pandilleros, narcotráfico, tramas «colaterales» aderezadas con mensajes sobre la culpa, la redención personal en medio de un CGI de zombies tan evidente que parece una secuela sacada de un videojuego y metida con calzador aquí en la entrega. Esta nueva propuesta tiene gratos momentos, sí, pero desafortunadamente no está a la altura de la cinta anterior; por si fuera poco, no tiene relación alguna Leer más

Mendl’s: La historia detrás del pastelero de The Grand Budapest Hotel

Por Mauricio Rumualdo Ávila[1]

No es desconocido que Wes Anderson se inspiró en una serie de libros del autor austriaco Stefan Zweig para realizar The Grand Budapest Hotel (2014), escritor al que no sólo está dedicada la película, sino que también fue interpretado dentro del film por Tom Wilkinson y Jude Law, además de ser representado por una estatua honorífica. Mientras que la película se basa en gran medida en obras como El mundo de ayer, La embriaguez de la metamorfosis y La impaciencia del corazón, también hace pequeños guiños hacia otras obras cortas de Zweig como Ardiente secreto y Buchmendel.

La película, una metahistoria contada en 4 niveles, se trata de una comedia que giraLeer más

iBoy: Kevin Brooks vs. Adam Randall

Por Nadia Issa Alvarado Silva[1]

Por ahí del 2016, durante mis viajes a mi facultad para los trámites de mi titulación leí la novela de Kevin Brooks, iBoy, la cual fue escrita en 2010. Para enero de 2017, Netflix lanzó su adaptación cinematográfica pero no fue hasta el 22 de agosto de 2020 que la topé en su catálogo y me di a la tarea de verla.

¿De qué va la historia? Tom, un chico de 16 años, es víctima de un ataque en el que, como consecuencia, fragmentos de un teléfono celular se le incrustan en el cerebro sin posibilidad de poder retirarlos, y que lo dotan de habilidades informáticas tales como hackear cuentas de banco, realizar búsquedas en Internet,Leer más

Un vals con la muerte: el Cine de Oro y la ranchera

Un film de Compañía CroMagnon

Por Natalia Bocanegra

 

Primera llamada: Me he de comer esa tuna

Coloquio ficcional: sobre la ranchera y el género es un proyecto multidisciplinario que rastrea la genealogía del arquetipo del macho en el Cine de Oro y el vínculo del género ranchera con la performer queer Wicha Pancha, artista que parodia este género en los 80´ en el ambiente under de la Ciudad de México.

CroMagnon es una compañía de teatro y performance dedicada específicamente a tratar temas de género. Ahora están, por segunda temporada, en la cartelera del Teatro La Capilla. El Coloquio Ficcional echa mano de la formalidad de los encuentros académicos para inmiscuirnos en disparatadas interpretaciones sobre este cine que aún atraviesa nuestro imaginario, lo hacen de una forma irónica y divertida donde logran adaptarse a la perfección a las plataformas digitales donde desarrollamos la vida durante la pandemia, pues transmiten por Zoom.Leer más

High Noon, película de 1952: la apología de hacer lo correcto contra todo

Por Antonio Teshcal[1]

«Los hombres suelen hablar mucho de la ley y del orden pero no hacen nada para imponerlos, tal vez sea porque en el fondo no les importa» (Fragmento de un diálogo)

El argumento

Will Kane (Gary Cooper) es el sheriff del pueblo, acabada de casarse, está por renunciar a su cargo e irse del pueblo con su esposa Amy (Grace Kelly), cuáquera que desaprueba la violencia. Justo termina la ceremonia, a las 10:40 a.m. de ese domingo, cuando por telegrama le informan que Frank Miller (Ian MacDonald), un asesino que hace cinco años él llevó a la cárcel, que merecía la horca pero fue condenado a cadena perpetua, fue puesto en libertad y llegará en el tren del medio día. En la estación lo esperan tres de sus secuaces. Frank le juró a Will volver y asesinarlo.

Los invitados a la boda le aconsejan irse inmediatamente. Los recién casados se marchan, pero apenas han salido del pueblo cuando Will decide regresar. El nuevo sheriff llegará hasta el siguiente día. «Estamos escapando y jamás he huido de nadie en mi vida», «Éste es mi pueblo. Aquí tengo amigos», le dice a Amy, que desaprueba su decisión. Aquí comienza la desventura de Will.

La producción y el contexto histórico

El género western tuvo su apogeo en EUA a mediados del siglo pasado. High Noon se diferencia del estándar por protagonizarla un héroe con miedo, que busca y pide ayuda, y más parece que no desea enfrentarse a sus adversarios. Leer más

Netflix y la pandemia.

 La prisión del american streaming

[Parte III]

 

Por Aarón de la Rosa

Durante los primeros años del siglo XXI, gracias a los avances digitales del internet se van transformando los hábitos de consumo de series y películas. La industria de la televisión americana cambiaría su modo de ofrecer productos audiovisuales. No solo con el broadcasting (televisión abierta) y el narrowcasting (televisión temática), sino que la oferta se inclinaría por el consumo digital en dvd y blueray como al crecimiento de páginas web. Por otra parte, la economía de los estudios y los profesionales del medio se nutriría de nuevos formatos de venta para los anunciantes, desde diferentes nichos de mercado. Más tarde, con el nacimiento de las redes sociales cambiaría el paradigma de la publicidad televisiva con el marketing en redes sociales.Leer más

Tour por el infierno. Crónica de viaje por el Este europeo.

Huellas indelebles de la Segunda Guerra Mundial y el holocausto. Una mirada sudamericana en un recorrido a pie y sin tarifa fija

Por José María Aused

Berlín. Primera parada. Inusual frío primaveral. La capital alemana es un museo a cielo abierto (¡¡frase jamás dicha!!). Los free tours[1], que parten en su mayoría de la plazoleta ubicada al frente del lujoso Hotel Adlon, la mejor opción. Puerta de Brandeburgo, West Side Gallery, Reischtag y el simpático Checkpoint Charlie conforman el itinerario básico casi obligado para los visitantes primerizos. Más allá de estos ineludibles, la ciudad contiene dos lugares que llaman poderosamente la atención por su inmensidad imponente, su fastuosidad y arquitectura simple pero maciza. Uno forma parte del recorrido habitual y se emplaza al otro lado del fragmento del muro que se mantiene en pie sobre el predio del museo de la Topografía del Terror (ex sede de la policía secreta de Hitler) y es el edificio del antiguo ministerio de la aviación nazi, hoy Ministerio Federal de Finanzas. Se dice fue construido de esa forma para que en caso de ser bombardeado queden en pie sus ruinas y así demostrar la fortaleza del tercer Reich. El otro, escapa a los circuitos turísticos y está ubicado al sur de la ciudad, cerca de Neukölln. Supo ser el edificio más grande del mundo por muchos años: el ex aeropuerto de Tempelhof, hoy sede de oficinas estatales y universidades privadas. Las águilas imperiales gigantes esculpidas en las paredes y su estructura en forma de semicírculo de más de un kilómetro de largo proponen una imagen imperial, casi faraónica (nota de color: allí se filmaron memorables escenas de la comedia hollywoodense Uno, Dos, Tres del gran Billy Wilder). Su otrora pista de despegue y aterrizaje actualmente es aprovechada por miles de berlineses que andan en patines o skate en medio del paisaje verde que ofrecen los árboles que fueron plantados de forma espontánea e irregular casi en las antípodas del súper planificado Tiergarten de la posguerra.

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