Por Yessika María Rengifo Castillo[1]
La única perspectiva que podemos adoptar
cuando pensamos en nuestras vidas es la del recuerdo.
Daniel Kehlmann[1]
Los altos índices de homicidios a líderes sociales siguen siendo un pan de cada día en Latinoamérica, a tal punto que encontramos un abanico de textos que intentan especificar el fenómeno violento de la extinción de los agentes sociales, pero no hay aún claridad sobre estos patrones que son eje de sus asesinatos o atentados en contra de sus vidas.
Sin embargo, la circulación de sus ideas o pensamientos en plazas públicas y privadas en favor de los derechos de una comunidad podrían ser el problema. Lo anterior en razón de que si bien pensar ha sido instaurado como un derecho que tienen los seres humanos frente a entornos locales y globales, parece que el despertar del pensamiento en poblaciones sometidas resulta un inconveniente para quienes detentan el poder económico y se han apropiado de los recursos de las comunidades. Aquí es importante recordar, entonces, que los líderes sociales acuden a discursos o narrativas que cautivan a sus espectadores, tal como lo señalan Vásquez, Iñiguez y Cabruja (2000):
En efecto, tratar de buscar el verdadero significado de la palabra narrativa reduce la Leer más