La Danza de Phaxsi: Notas sobre el Ritmo en Wiñaypacha

Por Walther Maradiegue

 Era de noche, y había visto a mi abuela de 92 años bailar cumbia en una fiesta familiar. Terminada la fiesta, y quizás con ánimos de sosegarme, me puse a ver por quizás cuarta vez la película de Oscar Catacora. Sea por las vibraciones que mi cuerpo aún conservaba, sea porque mis ojos aún atesoraban la grácil silueta de mi abuela girando al son del bajo tropical, sea porque mis oídos aún ebrios de música cedían prioridad a mis ojos mientras sentía el largometraje, me propuse una pregunta: ¿Cuánto ritmo tiene esta película?

Los primeros minutos de Wiñaypacha me dan un par de indicios que enriquecen la pregunta. En la primera, Phaxsi y Willka —los centrales y únicos personajes humanos— tienen una ceremonia donde celebran la unión del par de ovejitas y oran para que la pareja ovina tenga salud y produzca mucha descendencia. Después de la unión, Willka entona una melodía con su flauta mientras que Phaxsi danza, con una manta en la mano, girando y girando. Aquí recibí un primer indicio para pensar que hay muchos objetos que porta la protagonista y que no son sencillos accesorios de vestuario o inertes acompañantes, sino que en la escena se convierten en objetos con un rol central en las narrativas y en los ritmos de la película. Objetos que a veces son animados con el simple toque de Phaxsi y Willka —como una flauta o un sombrero—, y a veces son animados por sus vaivenes armónicos, vitalidad que va más allá de una capacidad de intervenir en el mundo, Leer más

La importancia de la filosofía en la vida diaria

 Por Pamela Castro Amaya

Recientemente me mudé a un nuevo fraccionamiento, y para familiarizarme me uní a grupos de Facebook y WhatsApp. En parte, cumplen con su función informativa, pero muchas veces se vuelven nido de comentarios, exposición de motivos y relatos sin sentido que despiertan en mí el deseo de irme a vivir a una cabaña austera en medio de la nada.

Hace unos días, enviaron al grupo de WhatsApp una vacante de trabajo de limpieza en una tienda de ropa. Cinco mil pesos mensuales por una jornada de ocho horas, cinco días a la semana; esclavitud moderna pintada como un favor para los necesitados. Uno de los vecinos demostró su inconformidad ante ese miserable sueldo para un trabajo que requiere demasiado esfuerzo físico. “Por favor, que le comenten al dueño de la tienda que ese sueldo es una basura; quien vaya a estar de pie por ocho horas barriendo pasillos y lavando baños merece un mejor sueldo”, dijo. Otro de los vecinos le contestó que era mejor eso a nada; que quien lo necesitara, lo tomaría. Y, efectivamente, quien lo necesite lo tomará; mas eso no significa que será suficiente para solventar sus necesidades básicas. Ese sueldo, en 2022, no alcanza para cubrir el mínimo vital, un derecho humano reconocido en la Constitución Federal; no es suficiente para proveer de vivienda, ropa, alimentos sanos y entretenimiento a una sola persona, y por supuesto mucho menos a una familia de dos o más. Pero, claro, desde la perspectiva de algunos es mejor tener para un kilo de tortillas que para ninguno. Me resultó fastidioso leer los mensajes de varias personas apoyando esa miseria de sueldo y que, además, traten como tonto al vecino que se atrevió a protestar en contra de su precariedad.

Decidí pasar por alto la situación y permanecí por unas semanas más en el grupo. En ese momento, tras realizar Leer más

El Feminismo Islámico

Las diferentes interpretaciones del Corán y la lucha por la reivindicación de derechos de la mujer en Afganistán, Turquía y Francia

Denise Amairani Flores Cedillo[1]

La realidad de cada mujer, de manera individual, es diferente, debido a los ámbitos en los cuales ésta se desarrolle. Hablando de la mujer como una colectiva, las realidades cambian en diversos factores, ya sea por rangos de edad, por la religión que profesa ella y el entorno en el que se desenvuelve y, muy importante, por la zona geográfica en la que se encuentre. Estos elementos suelen ser comunes para las mujeres en conjunto.

Al momento de realizar una investigación en el ámbito internacional, es importante conocer el contexto social de los países alrededor del mundo, pues cada continente alberga discrepancias abismales. La vida de una mujer cambia en cada país. Para las Relaciones Internacionales como disciplina, es substancial el estudio de las mujeres musulmana para entender a profundidad los diferentes estratos sociales que se presentan al otro lado del globo.

Para el estudio de la sociedad, es medular entender los procesos Leer más

La sostenibilidad como fundamento de la educación hacia la transformación sistémica

Por Luna Alin Zárate

 

“El niño que no sea abrazado por su tribu, cuando sea adulto quemará la aldea para sentir su calor” – Proverbio africano.

Tras situaciones sumamente graves en nuestras sociedades, es común aproximarnos a los siguientes cuestionamientos: ¿Cómo fue que llegamos hasta aquí? ¿Por qué lo permitimos? ¿Qué está pasando? Sin embargo, en vez de convertirse en verdaderas reflexiones y puntos de partida para la acción estratégica, estos cuestionamientos suelen ser únicamente una manifestación de nuestro senti-pensar desde la impotencia, el miedo y la frustración.

Nuestros problemas actuales son una radiografía de la complejidad a la que damos vida con nuestras interacciones. Problemas cada vez más profundos, estructurales y pareciera que imposibles de abordar.  Y es que ¿cómo no parecerían imposibles si en el intento de crear soluciones, continuamos replicando los mismos patrones de comportamiento que nos llevaron a dichos problemas?

¿Se puede cambiar el mundo? NO. No podemos cambiar elLeer más

La América verdadera, la ideal y la otra

Conceptos contrarios que constituyen “Nuestra América” de José Martí

Por Carmen Arely Cadena Pérez

El continente americano no termina por entenderse, por encontrar su identidad, su unidad: Latinoamérica contra los Estados Unidos, América contra los europeos, mestizos contra indígenas. Refiriendo a la cultura popular, un poco para ejemplificar esta lucha interna, Childish Gambino, un cantante afroamericano, refiere en su canción «This is America» —más en lo visual que en lo oral— lo que para él representa América, que no es más que la crítica a Estados Unidos, su país, en el que se luchan batallas contra el capitalismo, el narcotráfico, los tiroteos y el racismo: “Look at how I’m livin’ now/ Police be trippin’ now/ Yeah, this is America/ Guns in my area” (Gambino, 2018). Residente, cantante puertorriqueño, responde con otra canción: «This is not America», en la que se dedica a detallar lo que para él es América, que tiene que ver con la opresión sufrida por los países europeos, por Estados Unidos hacia Latinoamérica, pero también los abusos de los propios gobernantes, todas las masacres y violencia: “Los paramilitares, las guerrillas/ Los hijos del conflicto, las pandillas/ Las listas negras, los falsos positivos/ Los periodistas asesinados, los desaparecidos” (Residente, 2022). «This is not America» no se trata de describir lo que no es América, sino lo que, para Residente, sucede en ella y la constituye, que está muy lejos de lo que Gambino hablaba: «Gambino, mi hermano, esto sí es América» (Residente, 2022).

América para los estadounidenses es su país, no todo el continente: esto, además de reflejar una idea de superioridad, sirve para seguir poniendo en duda a qué nos referimos cuando hablamos de América porque, también, de acuerdo a teorías decoloniales surgidas desde América Latina, debe ponerse en duda el propio nombre, ya no debería ser más América o América Latina, porque “son conceptos creados por europeos y criollos de ascendencia europea” (Mignolo, 2007, p.19). Ahora, con respeto a los que estaban primero y lo nombraron primero, debería llamarse Abya Yala: “el nombre que los pueblos originarios dan a las Américas, que significa en la lenguLeer más

La guerra Rusia-Ucrania

Antecedentes desde 2004, evolución y posible desenlace en el corto plazo

 

Por Julio César Aguirre[1]

La geopolítica es la política
del poder en la geografía”  
Manuel Luis Rodríguez U.

I. Introducción 

La disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.) en 1991 fue un hito histórico que marcó el fin de la guerra fría y dio paso a un probable sistema mundial unipolar con Estados Unidos a la cabeza, quien, junto con la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), implementaron “la política de puertas abiertas” en las regiones de Europa del Este y Eurasia, con el propósito de tener influencia sobre los países de la ex Unión Soviética. En este sentido, Rusia también implementó medidas como, según Gutiérrez, A. (2017), el Proyecto de la Unión Eurasiática y, de acuerdo con Cañón, N. (2009), la Comunidad de Estados Independientes, con el objetivo de mantener integrado el antiguo espacio soviético. 

Siguiendo a Gutiérrez, A. (2017), “John J. Mearsheimer sostien que en el sistema internacional no existe una autoridad superior que regule a los Estados, por lo que estos se encuentran en una constante disputa entre sí por el poder”. Asimismo, según Cañón, N. (2009), Hans J Morgenthau explica que cada acción política que ejerce un Estado, la hace en busca de mantener, incrementar y demostrar su poder. De modo que a partir de entonces estas dos regiones pasaron a ser motivo de disputa.Leer más

La Cuarta Transformación, acción gubernamental y mujeres

Por Cecilia Barona

“Nunca olviden que solo hace falta una crisis política, económica
o religiosa para que los derechos de las mujeres sean cuestionados.
Estos derechos nunca pueden darse por sentados. Debes permanecer vigilante durante toda tu vida”
-Simone de Beauvoir

 

La construcción del Estado nación en México en el siglo XIX, igual que en muchos otros países (si no es que en todos), fue androcéntrica, centrada en la universalidad de las necesidades de los hombres. Ellos gobernaban, legislaban e impartían la justicia, y parte del entramado que era de su propiedad o de su pertenecía era el cuerpo y la vida de las mujeres. La acción femenina estaba centrada en el ámbito privado, a saber, en las labores del hogar, el cuidado de las personas enfermas, la enseñanza de ciertas actividades (la costura, por ejemplo), la partería, entre otras, pero en la vida pública no tenían ni la menor injerencia. 

Hoy en día parece casi inimaginable una sociedad mexicana que no tenga la participación de las mujeres en la vida pública del país, sin embargo, hace apenas 67 años se logró el sufragio femenino a nivel federal y solo hace 43 años, por primera vez, una mujer gobierna un estado de la república. Con esto, el derecho político de las mujeres de votar y ser votadas se hizo una realidad, no obstante, la justicia de género[1] sigue siendo una exigencia vigente en la actualidad.

Desde antes de la obtención del voto, la lucha de las mujeres fue perseverante y lo sigue siendo. Sus exigencias constantes al Estado Mexicano, así como su ingreso y participación en espacios como la academia, asociaciones no gubernamentales, el activismo, el gobierno, el poder legislativo y el judicial (espacios que también el movimiento se ha ganado) han rendidos frutos. Hoy podemos hablar de las obligaciones que tiene el Estado por la firma y ratificación de Convenciones internaciones[2] como la CEDAW y la Convención Belém Do Pará, además de la expedición de las Leyes Generales[3] para la Igualdad entre Mujeres y Hombres y la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Una manera con la que el gobierno cumple con estas obligaciones es con policies, en otras palabras, con acciones de gobierno. Julio Franco (2013) clasifica la policy en tres dimensiones:

  1. Políticas de Estado: Son acciones que implementa únicamente el ejecutivo federal, que están plasmadas en la Constitución y transcienden los periodos de gestión de gobierno. Buscan alcanzar macro objetivos.

Leer más

Algunas disquisiciones sobre Eguchi en “La casa de las bellas durmientes” de Yasunari Kawabata

Por Alfredo Fredericksen Neira[1]

En el panorama que podemos dibujar dentro de la denominada “literatura contemporánea” (s. XX-XXI), es posible enmarcar la obra “La casa de las bellas durmientes” de Yasunari Kawata. Para M. Berman, en la modernidad: “[t]odos los hombres y mujeres del mundo comparten hoy una forma de experiencia vital —experiencia del espacio y el tiempo, del ser y de los otros, de las posibilidades y los peligros de la vida— a la que llamaré modernidad” (Berman; 2008: 67) Y “[s]er modernos es ser parte de un universo en el que, como dijo Marx: “todo lo sólido se desvanece en el aire”” (Berman; 2008:67). De hecho, el remolino de la vida moderna se alimenta de muchas fuentes:

  1. Los grandes descubrimientos de las ciencias físicas, que cambian nuestras imágenes del universo y nuestro lugar en él.
  2. La industrialización de la producción, que transforma el conocimiento científico en tecnología y acelera el ritmo de la vida.
  3. Inmensos trastornos demográficos, que fomentan la migració
  4. Sistemas de comunicación masi
  5. Estados nacionales cada vez más poderosos, que se estructuran y operan burocráticamente y se esfuerzan constantemente por extender sus dominios
  6. Movimientos sociales masivos de la gente y los pueblos
  7. Un mercado mundial capitalista siempre en desarrollo y drásticamente variable (Berman; 2008: 68).

Así, “[e]sta atmósfera —de agitación y turbulencia, mareo y ebriedad, expansión de nuevas experiencias, destrucción de los límites morales y ataduras personales— es la atmósfera en que nace la sensibilidad moderna” (Zygmunt Bauman; 2003:70). Conviene, pues, analizar la modernidad y el sujeto. Al ‘poner el mundo en movimiento’, la Modernidad puso al descubierto la fragilidad y la inestabilidad de las cosas y abrió de golpe la posibilidad (y la necesidad) de reformarlas” (Zygmut Bauman; 2003:163) Lo que estaba fijo o era permanente se muestra como inestable o abierto al cambio. Ya no hay elementos dados. Y el rasgo de la vida moderna: necesitar convertirse en lo que uno es. De hecho, la modernidad reemplaza la determinación de la posición social por una autodeterminación compulsiva y obligatoria. Tal y como afirmase Bauman: “[s]ea como fuere, la naturaleza humana, antañoLeer más

La calistenia como transformador social

 Por Alonso Mancilla

Los pueblos y las comunidades han sobrevivido a lo largo de la historia humana a la destrucción, tanto de las bombas como de la violencia en las calles; en las sociedades latinoamericanas hemos sido despojados y despojadas de nuestras identidades, no solo una vez con la Conquista, sino muchas veces, y esto sucede cada vez que se busca otra forma de ver el mundo. Nos arrebatan nuestra identidad, no obstante, construimos otras, más solidarias, y nos hacemos comunidades en espacios y lugares que jamás habíamos pensado, esto, precisamente, ocurre con el deporte: pues une lo más diverso de la sociedad.

En ese sentido, la sociedad mexicana como las latinoamericanas, están inmersas en la desposesión histórica que ha producido diferentes tipos de violencias, desde los robos, los enfrentamientos entre grupos del narcotráfico y sus consecuencias “colaterales”, consumo de sustancias psicoactivas, alcoholismo, utilización de lenguaje inapropiado, intimidación a la comunidad y, por supuesto, la opresión que sufren las mujeres. Todo, consecuencia de la cotidianidad capitalista en la que vivimos —y morimos—. Es precisamente por ello que este artículo parte de la idea de “sistematizar el deporte de la Calistenia como una experiencia pedagógica de transformación social”, pues, hoy en día, necesitamos poner un deporte tan practicado, pero tan criminalizado como es la Calistenia, como un agente transformador que interviene en la comunidad.Leer más

¿La educación en México es reproductora o un aparato ideológico de Estado?

Por Mario Antonio Pérez Mendo[1]

Dos conceptos

Si partimos del supuesto de que nuestra educación es un aparato ideológico, ya estaríamos reconociendo que no se ha avanzado nada durante nuestros años de modernidad y globalización en el campo educativo, y que estamos todavía en manos y control de los gobiernos en turno, junto a empresarios capitalistas que también influyen en la formación y creación de los modelos educativos. Por otro lado, si se tratase de una educación reproductora, tampoco sería algo alentador, pues lejos de desear que la educación se encargarse de reproducir nuestros valores como sociedad y sus esquemas, lo que se requiere es apostar por una educación innovadora y transformadora por lo que estos conceptos, aunque no sean alentadores, vale la pena distinguirlos.

El artículo tercero de la constitución establece que la educación en México debe ser universal, obligatoria, gratuita, laica e inclusiva. Ya a partir de aquí podemos ver que al menos un aparato ideológico (la iglesia) está excluido de las intensiones del Estado, pues el artículo hace referencia a la laicidad de la educación, pero también menciona que debe ser universal, es decir, adaptarse a las circunstancias y necesidades globales; dista entonces de obedecer una ideología preferente. Ahora bien, el órgano encargado del sistema educativo es la Secretaría de Educación Pública que, por su puesto, es un aparato del Estado, y de ese órgano dependen los modelos educativos aplicables y los contenidos, por tanto, pudiéramos decir que a través de estos contenidos es posible la filtración de ideologías que tanto tememos.

Hay que recordar que a principios de siglo XX, con el gobierno de Lázaro Cárdenas ya se habíaLeer más