Por Carlos Villalpando Martínez[1]
Las dependencias públicas encargadas de la gestión del agua usualmente han utilizado las campañas publicitarias o educativas tendientes al cuidado del recurso hídrico, con ejemplos como el reciclado, captación de agua de lluvia para riego, el uso del agua de lavadora para el baño, recortar los tiempos del baño personal, evitar el uso de manguera para lavar el coche; muchas son las recomendaciones para poder aminorar el uso personal del agua, pero el verdadero problema existe en su uso como un bien industrial, donde han existido solo regulaciones leves o carentes de efectividad, en las que se limita su uso como un bien personal en las colonias más desfavorecidas, pero se prioriza su atención en las empresas depredadoras del medio ambiente.
La discusión sobre las problemáticas ambientales y la contaminación generada por las empresas no fue un tema relevante en el mundo ni en México hasta finales de los años sesenta y principios de los setenta, pues en los periodos económicos anteriores se buscaba el desarrollo industrial, un crecimiento poblacional y el aumento del Producto Interno Bruto (PIB).
El concepto de desarrollo fue un fenómeno de la posguerraLeer más