Por Alonso Mancilla
Este texto es el capítulo V del libro Hacia una pedagogía crítica de lo cotidiano, propuesta teórica que he escrito para implementación práctica en el mundo en el que habito y me rodea.
En la pedagogía del engaño nos han enseñado —y lo hemos aprendido brillantemente— a odiar, esta acción se ha extendido de manera sistémica de tal forma que funda nuestras relaciones con la naturaleza, las personas y los animales: podemos ver a hombres violar y asesinar mujeres, hombres asesinar hombres en las guerras, niños ponerles cuetes en los hocicos a los perros o quemar gatos dentro de bolsas de plástico y hasta, ingenuamente, verlos aplastar las más bellas flores en la naturaleza. A todo eso se le llama odio por lo otro, situación que pone en riesgo a la política y a lo político, tratando, si cabe el concepto, de exterminarla. Como señalara Marcia Tiburi en ¿Cómo conversar con un fascista?, “no hay mejor manera de destruir la política que haciendo uso eficiente del odio. Para destruir al otro es preciso destruir la política. Para destruir la política es preciso destruir al otro. Destruir al otro garantiza el fin de los sujetos de derecho y el fin del derecho de los sujetos” (Tiburi, 2015: 25).
Lo que pretende la pedagogía crítica de lo cotidiano es destruir el odio que practicamos en nuestra vidaLeer más